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Más familia de los "changarines" en los comedores de barrios en Salta

Ante la crisis crece la demanda por comida en los barrios.
Sabado, 30 de marzo de 2024 22:09

Las mesas de los comedores se agrandan ante la crisis, aunque tienen un límite muy próximo, ya que a la par, las ayudas comienzan a ser cada vez menos. Los trabajadores informales y cuentapropistas son los que más están llevando a comer a familiares.

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Las mesas de los comedores se agrandan ante la crisis, aunque tienen un límite muy próximo, ya que a la par, las ayudas comienzan a ser cada vez menos. Los trabajadores informales y cuentapropistas son los que más están llevando a comer a familiares.

Mientras desde el Gobierno nacional avanza con auditar todo y recortar las asistencias alimentarias, la demanda, ante picos de inflación, crece sin parar.

En el comedor Soplo de Amor se duplicó, de 100 personas que iban de lunes a viernes por un plato de comida, ahora son más de 200. "Antes teníamos capacidad de darle de comer a dos o tres familias más, pero eso ya no", indicó Daniela Gutiérrez, encargada del comedor.

Si bien dan prioridad a los abuelos y a gente de la calle, las reglas ahora en el comedor del barrio 2 de Abril son claras: "Si faltan dos veces se le da lugar a otra familia", indicó la voluntaria. Por ello, aseguró, "las familias cada vez se cuidan más de faltar" .

Actualmente hay más de 20 personas que aguardan un lugar, "son 7 familias de entre 3 y 4 hijos cada una", calculó Daniela. Quienes más asisten, aseveró, son trabajadores informales. "Algunos vendedores ambulantes o gente que trabajaba en la feria y que cayó la venta en menos del 50 por ciento", agregó.

Donaciones

El comedor recibe donaciones de anónimos voluntarios desde siempre, incluso mediante este matutino uno de ellos les pagó una deuda millonaria que tenían con la empresa distribuidora de gas. Pero, la crisis se siente también en los que colaboran .

"Cada vez es más justo lo que se nos dona. Nos es imposible ayudar más, porque es muy justo lo que nos traen", aseveró. Comenzaron a gestionar ayudas estatales, como la del municipio. "Pero nos piden hasta un ADN así que seguimos trabajando más con la gente que nos ayuda", señaló Daniela.

En el comedero de La Silleta, la demanda fuerte comienza ahora. "Se me viene lo pesado ahora, porque las cosechas terminaron", señaló Jimena Calafiore, responsable del comedor.El comedor que funciona hace 14 años en el poblado rural, recibió ayuda estatal de la provincia hasta diciembre.

"Me llamaron ahora en marzo y me dijeron que me ayudaran con lo que tienen, porque con el lío de los comedores", explicó la voluntaria. A la par del recorte de la ayuda estatal, se le duplicó la demanda "me daban para 120 niños y ahora tengo 200", advirtió.

Jimena divide "la finca" donde principalmente asiste y durante la semana les acerca a las familias un "té-cena" porque "ellos tienen una sola comida en el día", y los domingos les brinda desayuno y almuerzo. Durante el verano, el almuerzo dominicano se cortó, mientras mantuvo la copa de leche durante la semana. Decidida, sin embargo, volvió con el comedor.

"Tenía solo dos paquetes de arroz", dijo en medio de una risa nerviosa. Para este domingo de pascuas ofrecerá un estofado de mondongo. Con "vergüenza", contó que lo "mezclará con algo de carne, cosa que lo llenen, porque además ellos llevan su tupper para tener para la noche", explicó sobre cómo se planifica el plato.

No son suficientes las ayudas

Las ayudas de las asignaciones familiares si es que llegan, no son suficientes. En La Silleta, contó Jimena, solo reciben alguna asistencia las familias más cercanas al pueblo."La mitad no tiene planes", destacó aunque aseveró que "entre elegir comprar útiles o comida, eligen lo segundo".

Desde el barrio 2 de Abril, en tanto, también remarcaron que los planes son insuficientes. "Por más que aumenten las asignaciones, la gente no llega, un kilo de carne está a más de 6 mil pesos y a veces baja la verdura y no la carne, o a veces todo junto, no hay término medio", aseguró Daniela.

La buena noticia es que a la par que se recortan las ayudas tanto estatales como de particulares, otras se ingenian. Junto a médicos el comedor de La Silleta realizará el sábado 6 de abril certificados médicos escolares a cambio de donaciones en los consultorios de la Clínica San Rafael (Sarmiento 566) de 16 a 18 .

Desde los diferentes centros de asistencia solicitan donaciones, desde leche, azúcar, ropa y juguetes. Jimena Calafiore: 0387 155825661 - Daniela Gutiérrez: 0387 155369094.

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