Por William Beleizán
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Por William Beleizán
Los jóvenes recurren al juego de manera recreativa o en una salida compartida con amigos, pero cuando pierden el control de sus acciones en este ámbito determinada por amplios factores puede derivar en juego patológico.
La Organización Mundial de la Salud propone que la ludopatía es una adicción y requiere tratamiento para tratarla. Los jóvenes son propensos a desarrollar esta adicción, ya que el acceso a los juegos se ha vuelto muy fácil.
Carina Salas, profesional de la psicología, detalló a El Tribuno algunos ejes claros a tener en cuenta sobre la ludopatía y su impacto en los jóvenes. "Hay dos aspectos centrales en relación a la adicción, por una parte podemos señalar que hace que una persona sea adicta y tenga un comportamiento adictivo y por otra parte como se retroalimenta la adicción", señaló Carina.
Recalcó que hay que mencionar una conjunción de causas, entre la que cobra fundamental relevancia los aspectos emocionales, como por ejemplo, características de personalidad, situaciones que esté atravesando la persona, el contexto social, pueden aumentar las probabilidades de una conducta adictiva.
Al realizar el juego patológico se genera un estado de placer asociado a un estado positivo, aunque disfuncional para la persona. Es decir, cada vez que necesita regulación emocional va a esa actividad que le ha generado el placer necesario.
Salas recalcó que hay situaciones múltiples que disparan a la ludopatía, vinculadas con experiencias traumáticas tempranas o faltas de estrategias efectivas de regulación del estrés.
Tratamientos contra la ludopatía
El acompañamiento y ayuda es un rol fundamental en estos casos. “Existen diferentes tratamientos para abordar la ludopatía, entre los más eficaces podemos señalar a los programas específicos para la ludopatía, donde la estructura, la organización, la adherencia al tratamiento y la motivación de la persona que consulta van a ser importantes”, remarcó la profesional.
Es una enfermedad, por lo tanto el paciente va a requerir acompañamiento y ayuda en el proceso.
La legalidad de los juegos y el acceso se ha vuelto muy fácil en los últimos años. Además, hay un acompañamiento de otras conductas adictivas, entre juego patológico y consumo de alcohol o bien otras sustancias, informó Carina Salas. “De alguna manera se ha naturalizado el acceso a los juegos y sobre todo a los juegos de azar”, enfatizó dando a entender que el contexto social es un factor de vulnerabilidad para el desarrollo de la ludopatía.
La salud mental y su rol con la adicción al juego
Martín Teruel, desde la Secretaría de Salud Mental y Adicciones de la provincia detalló a El Tribuno cómo coordinan desde el área acciones de trabajo con la persona ludópata y su entorno. “La detección temprana es una clave porque ésta es una problemática que suele mantenerse oculta durante mucho tiempo, incluso en la actualidad se da la proliferación de numerosos sitios de apuestas on-line con lo cual no es necesario trasladarse a otro lugar, ni siquiera salir de la habitación” remarcó Teruel.
En nuestra provincia contamos dentro de Salud Pública con servicios de distintas modalidades de tratamiento, ambulatorios, centros de día y programas residenciales (internación), que reciben y tratan a personas sin límites de edad e independientemente de cuál sea el objeto de su consumo problemático. Es decir que en ellos se pueden tratar casos de ludopatía u otras de las llamadas “adicciones sin sustancias” o “adicciones comportamentales”, detalló el profesional.
Si necesita ayuda puede comunicarse al 4318400 o bien dirigirse al Centro de Consulta y orientación de la Secretaría de Salud Mental y Adicciones ubicado en Sarmiento 491.
En la capital y el interior se encuentran centros de ayuda para las personas que padecen adicciones. Es así que, el Centro de Consulta y Orientación en Capital ubicado en calle Sarmiento 491 recibe a individuos que padecen algún problema de adicciones. En Orán, Tartagal, Güemes y Cafayate se encuentran también espacios físicos destinados para tratamientos, o bien se pueden efectuar consultas en los centros de salud de toda la provincia.
El rol de la familia
La pérdida de control sobre las conductas de juego, el deseo irrefrenable de jugar y la imposibilidad de abstenerse son rasgos comunes con otros consumos problemáticos. Éstas son cuestiones que no se resuelven solamente con la buena voluntad de la persona, se necesita poder contar con la asistencia profesional y el asesoramiento de especialistas tanto para quien sufre el cuadro adictivo como para el entorno que tiene que acompañar y apoyar el proceso de cambio.
“A los adultos nos corresponde mirar, acompañar, prestar atención, en general de todo el devenir que van teniendo los niños y adolescentes durante estas etapas de la vida. Creo que es importante que estos problemas sean puestos en la conversación con nuestros hijos y alumnos, que se hable, que se pregunte, que se transmita un mensaje de cuidado. No únicamente por la cuestión del juego sino también de los múltiples riesgos que hay en el ciberespacio”, finalizó Teruel.