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Caso Cargnello: en el fallo aparecen agravios desde 2008 a las carmelitas

En ese entonces, una de las monjas expuso que el monseñor le "apretó fuerte la mano y la levantó bruscamente, sacudiéndole el brazo".
Domingo, 07 de abril de 2024 01:57
Una resolución judicial dispuso que Cargnello se capacite en temas de género y haga tratamiento psicológico.

Tras la resolución contra el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, por el que deberá realizar tratamiento psicológico y capacitaciones en cuestiones de género en la causa iniciada por denuncias de las Carmelitas Descalzas del Convento San Bernardo, se conocieron más detalles de los diálogos y las declaraciones. El fallo expone palabras de fuerte tono. En esta nota se omiten los nombres de las monjas.

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Tras la resolución contra el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, por el que deberá realizar tratamiento psicológico y capacitaciones en cuestiones de género en la causa iniciada por denuncias de las Carmelitas Descalzas del Convento San Bernardo, se conocieron más detalles de los diálogos y las declaraciones. El fallo expone palabras de fuerte tono. En esta nota se omiten los nombres de las monjas.

Según el expediente, que abarca casi 90 fojas, las mujeres han padecido violencia de género de distintos tipos y modalidades, tanto institucional, religiosa, física y psicológica, como económica, por un lapso de más de 20 años.

El fallo también recae sobre el obispo emérito Martín de Elizalde, el vicario judicial Loyola Pinto y de Sancristóval y el sacerdote Lucio Ajaya.

Uno de los episodios que más llama la atención del caso data del 15 de agosto de 2008, cuando, durante una visita del monseñor Cargnello, la priora de aquel momento, es decir, quien gobernaba el convento: MA, al inicio, de rodillas quiso besar la mano del arzobispo y éste apretándole fuerte la mano, la levantó bruscamente, sacudiéndole el brazo y no dejándola que lo salude, según se plasmó la resolución del Juzgado 3 de Violencia de Género. "Además, la insultó acusándola de mentirosa, tozuda, cabeza dura, todo en medio de risas y tono irónico, haciéndola callar y diciéndole que no invoque tanto a Dios cuando ella quería explicar algo".

En el expediente, se incorpora un acta de declaración de la priora P.G, quien narró que en una ocasión el monseñor Cargnello, no quería que la monja M.A sea Priora y en esa ocasión le dijo a ésta "callate carrileña tozuda… si vuelven a elegirla tozudamente, yo acá soy juez y la voy a vetar".

El caso tiene como denunciantes a las carmelitas. Acusan a Cargnello, Elizalde, Loyola Pinto y de Sancristóval y Ajaya.

En ese entonces, la priora resaltó que los obispos anteriores la trataban mejor y con respeto.

Además, se incluyen otras actuaciones, por ejemplo, la que contempla que la subpriora M.V.G. fue testigo de la violencia psicológica de monseñor para con la ex-priora, "ya que la hacía callar, la humillaba; una vez la hizo callar apretándole los labios". Aseguró que ella no vio la acción directa, pero si presenció como le gritaba, le decía "carrileña tozuda".

Las víctimas puntualizan cinco hechos como hostigamientos. Sostienen que la razón principal de las persecuciones es que ellas creen en la Virgen del Cerro. El primero de los hechos, radica en la obstrucción a la libre elección de la priora. Afirman que el arzobispo se negaba a enviar un representante para que las hermanas carmelitas elijan, mediante un acto que se denomina "capítulo", a la priora, que dura en su mandato tres años.

Informes de Cargnello arrojaron que presenta indicadores de pensamiento rígido y que ante situaciones que difieran de su ideología podría reaccionar con enojo.

El segundo hecho de gravedad ocurrió el 25 de septiembre de 2020, cuando falleció la hermana M.C.C.J. En dicha fecha, las hermanas manifiestan que fueron víctimas de la actitud acusatoria y agresiva del obispo, que realizó preguntas fuera de lugar y desacreditó a la superiora y a los doctores que actuaron. De manera telefónica, según lo que se transcribió en el expediente, la priora fue amenazada que podría ir a la cárcel por haber cerrado el cajón de la extinta siguiendo recomendaciones de doctores y del Comité Operativo de Emergencia (COE) por la pandemia del COVID-19, según aseguraron.

Narraron que a las 16:34 de ese mismo día, Cargnello y el padre Lucio Ajaya se hicieron presentes en el monasterio para hablar con la priora y sus consejeras. En esa charla Cargnello acusó a las hermanas de estar realizando obras de mantenimiento con el riesgo de contagio de los obreros. Ellas aclararon que las refacciones debían realizarlas por la antigüedad del mismo, ya que ni el gobierno, ni el arzobispo se ocupaban de ello. Afirman que el obispo las insultó con palabras como "mentirosa, demoníaca, traidora". La priora pidió a una hermana que filmara esa reunión para que la comunidad carmelitana pudiera escuchar lo que el arzobispo le iba a comunicar. Cuando el sacerdote Lucio Ajaya y monseñor la vieron, inmediatamente Ajaya se abalanzó sobre la hermana Mariana y le quitó la cámara con la intención de borrar la grabación, mientras que el arzobispo le gritó a la priora, pero ésta recuperó la máquina. Luego, los hombres se abalanzaron sobre ella para quitarle la cámara, forcejearon y la golpearon en el brazo, tras lo cual se llevaron la cámara.

Las carmelitas indicaron que el conflicto con el arzobispo tuvo que ver con la fe de ellas en la "Virgen del Cerro" y apariciones a María Livia.

El tercer hecho, se produjo durante el velorio de la hermana fallecida, en donde Cargnello acusó a la priora de omisión y negligencia por considerar que la difunta falleció de COVID 19 y que habría sido contagiada por los obreros. Consideran esta acusación como violencia.

Como cuarto hecho refirieron lo acontecido en la visita apostólica, solicitada por el arzobispo y que fue realizada por el monseñor Martín de Elizalde, también demandado. Argumentaron que sufrieron maltrato verbal. Por último, señalan como quinto hecho el ocurrido el 7 de abril de 2022, cuando se apersonaron en el monasterio el monseñor Cargnello junto al presbítero Loyola Pinto y de Sancristóval y labraron un acta en la cual el monseñor solicitaba que la hermana DDT se presente a las 9 en la sede del arzobispado cuando dada la norma, según el derecho canónico, no se permite romper la clausura.

"Tercas.., no sean desobedientes"

La resolución de la jueza Carolina Cáceres Moreno expone sobre la "violencia de género del tipo psicológica proferidos por monseñor Martín de Elizalde, en ocasión de la visita apostólica realizada al monasterio el 25 de octubre de 21. 

  Monseñor Martín de Elizalde.

En la desgrbación del audio "se acredita el maltrato verbal y psicológico padecido por las denunciantes a través de frases como "tercas.., no sean desobedientes.., tiene una falta de formación muy grande… es porque en el fondo lo usan al Obispo.. y no quieren ir porque son de clausura, dejate de jorobar..., tomate un taxi anda jajaja..." (sic). Las monjas lo habían grabado.

El obispo emerito negó que haya incurrido en maltrato y pidió disculpas si ofendió con sus palabras alguien, según consta en el expediente. 

Burlas registradas por una cámara

Según consta en la resolución judicial, se aportaron pruebas de video contra Loyola Pinto y de Sancristóval. El sacerdote fue al convento el 27 de abril del 2022 para leer una misiva que generó tensión. "Esto configuró un acto de presión e intimidación ejercida por un Vicario Judicial en relación desigual de poder, constitutivas de la violencia de género del tipo psicológica".

  Loyola Pinto y de Sancristóval. 

"Al salir el denunciado del convento, saluda de manera burlona a las cámaras de seguridad existentes en el lugar, significando ello falta de respeto, provocación y ridiculización por parte de un Juez eclesiástico quien, por el cargo que ostenta, carga con mayor responsabilidad ante su proceder; lo que se encuentra documentado a través de video inserto en pendrive reservado en Secretaría de este juzgado".

"Idólatras, que causan división"

Según la resolución judicial, el sacerdote Luicio Ajaya estuvo en el convento el 25 de septiembre de 2020, día incidente con las monjas por sacarle una cámara, de acuerdo "al relato de los hechos y en el video que documenta el evento".

El informe de la Oficina de Violencia de Género indica que su presencia "configuraría una estrategia de amedrentamiento y adoptaría una actitud desafiante y temeraria hacia las denunciantes".

   Lucio Ajaya.

Respecto a la violencia de género psicológica ejercida por el Sr. Ajaya a las denunciantes, la jueza marca que tiene el "acta de audiencia celebrada a la Priora en fecha 11/05/22, en la cual refiere expresamente: "Lucio Ajaya por su parte, les decía en las homilías 'desobedientes… idólatras, que causan división', cosas humillantes…"

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