¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Elena Siquila, operadora de camiones fuera de ruta

"Las mujeres hemos demostrado que podemos trabajar hombro a hombro con los hombres", dijo la mujer a El Tribuno.
Lunes, 06 de mayo de 2024 21:09

Se admira a alguien por lo que hace, por lo que es, por cómo se las arregla para andar por el mundo", dijo el escritor Paul Auster que falleció el último 30 de abril. Auster seguramente nunca conoció a Elena Siquila, pero si se la hubiese descubierto le hubiera dedicado esas palabras.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Se admira a alguien por lo que hace, por lo que es, por cómo se las arregla para andar por el mundo", dijo el escritor Paul Auster que falleció el último 30 de abril. Auster seguramente nunca conoció a Elena Siquila, pero si se la hubiese descubierto le hubiera dedicado esas palabras.

Elena es una mujer puneña que nació, se crió y vive en San Antonio de los Cobres. Tiene 44 años y lo que la hace admirable es que trabaja en minería, en un lugar lleno de hombres, en el territorio inhóspito de los Andes, en tareas que el imaginario social no designa a las mujeres.

La puneña es operadora de camiones fuera de ruta y de motoniveladoras en Mansfield Minera, que está cerca de Tolar Grande y se dedica a la explotación de oro. También oficia de controladora de flota. Es decir: maneja los camiones que llevan traen material, también debe operar las grandes máquinas que "limpian" los caminos y además también tiene que ver de controlar por dónde andan los camiones y qué tipo de carga transportan.

Escribirlo así puede parecer simple, pero el camino fue largo.

Los conocimientos de gastronomía los adquirió en la Escuela de Manualidades de San Antonio de los Cobres. Fueron los que le sirvieron para lograr trabajar en un conocido restaurante de la capital puneña. Fue allí donde se le presentó una oportunidad. Cuenta que en una ocasión una empresa de catering fue al local para entrevistar gente para puestos de trabajo de ese servicio en empresas mineras. La contrataron de inmediato y su destino fue la planta de Mansfield; fue directo al yacimiento Lindero. Ya era todo un nuevo desafío.

"Yo tuve una separación traumática y quedé con mis tres hijos a cargo. Primero trabajé en turismo en San Antonio de los Cobres haciendo gastronomía. Luego encontré trabajo dando comida en la mina y me quedé trabajando en eso por unos 7 años. Luego me presentaron el desafío para manejar los camiones. Yo si le tengo que agradecer a alguien es a Dios y a la Virgen que me dieron la fuerza y la valentía para decir que sí a la primera propuesta de trabajar como operaria. Fue un salto al vacío. Me costó mucho aprender, porque los hombres iban más rápido, pero yo no me rendí nunca. Aprendí y ahora estoy feliz con mi trabajo porque le demuestro a todos los hombres que las mujeres sí podemos", dijo Elena.

Cuando la empresa minera comenzó su etapa de producción, no sólo la convocó sino que también la capacitó. Elena aprobó la capacitación con una excelente calificación y fue por más al animarse a operar maquinarias pesadas.

"Manejar los camiones es ya como lo más fácil. Llevamos y traemos el material del yacimiento.

Con la motoniveladora la cosa se complica un poco porque el trabajo es reconstruir los caminos que se rompen; son máquinas inmensas. Lo más complejo es quizás el control de los camiones porque hay que seguirlos en un monitor que va registrando los movimiento con un GPS y tenemos camiones con diferentes tipos de ley", describió.

La cosa es así: cada camión transporta un carga de materiales diferenciada por la secuencia (ley). Hay secuencia alta, media, baja y estéril. Cada ley tiene un porcentaje de oro que luego se procesa y se diferencia. Ese procesamiento se corresponde con cada secuencia. No se pueden mezclar las cargas con diferentes secuencias porque se pierde el porcentaje. En consecuencia se pierde el trabajo realizado. Ella tiene que ser la que controla cada camión, con cada ley, en cada procesamiento. Tiene que tener los ojos bien abiertos, ser ordenada y su voz de mando debe ser firme y clara.

"Acá me respetan mucho. Yo trabajo rodeada de hombres en un régimen de 14 por 14. Las mujeres hemos demostrado que podemos trabajar hombro a hombro con los hombres", declaró.

Pero todos saben que sus hijos son el motor de ese "salto al vacío" que realizó a la hora aceptar su trabajo.

"Yo salí adelante por mis hijos. Hoy tengo a mi hijo que estudia abogacía, a mi hija que es técnica electromecánica y a otro hijo técnico en minería. Estoy orgullosos de ellos y ellos son los que me mueven. Yo salí adelante sola por ellos", dijo emocionada.

Por último dejó el mensaje para las mujeres. "Yo quiero cada vez más mujeres operarias en las minas de nuestra provincia porque estamos demostrando que podemos. Las empresas deben dar más capacitaciones a mujeres porque el rendimiento es el mismo. Yo estoy dispuesta a ayudar y a trabajar para que más mujeres puneñas entremos en los yacimientos. Por supuesto que el machismo hace todas las cosas más difíciles, pero con el tiempo la mentalidad va cambiando. Yo espero que más mujeres de mi San Antonio de los Cobres encuentren trabajo en las mineras, porque también es una forma de obtener independencia económica", concluyó la obrera.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD