Para Camila Díaz el paraíso de México está -indudablemente- en Guaymas. Una tierra prometida que goza del mar en primera persona y de un clima único, como regalo de los dioses o -acaso- como lo que el destino tenía preparado para esta joven que se animó a cambiar el rumbo de su vida. Con un manojo de ilusiones por cumplir, la jujeña decidió vacacionar para descubrir las maravillas de aquel lugar y así tener una nueva perspectiva del mundo. Al explorarlo, mucho no tardó en pensar en cómo podría ser su vida allí. Por eso, cuando emprendió el regreso a Jujuy, sentía fuerte la idea de volver a la tierra azteca.
inicia sesión o regístrate.
Para Camila Díaz el paraíso de México está -indudablemente- en Guaymas. Una tierra prometida que goza del mar en primera persona y de un clima único, como regalo de los dioses o -acaso- como lo que el destino tenía preparado para esta joven que se animó a cambiar el rumbo de su vida. Con un manojo de ilusiones por cumplir, la jujeña decidió vacacionar para descubrir las maravillas de aquel lugar y así tener una nueva perspectiva del mundo. Al explorarlo, mucho no tardó en pensar en cómo podría ser su vida allí. Por eso, cuando emprendió el regreso a Jujuy, sentía fuerte la idea de volver a la tierra azteca.
Como una suerte de spoiler, se repetía en su mente una y otra vez este primer acercamiento a Centroamérica, hasta que inició una motivadora acción: ahorrar para invertir en su futuro. Y el 6 de octubre -a través de un vaivén de emociones- supo establecer lazos con la cultura mexicana, después de que sólo dos valijas la acompañaran hasta llegar al Distrito Federal.
"Nunca había estado tan lejos, ni tuve la posibilidad de salir del país y sola, pero fue algo lindo. Vine a visitar a una amiga y de paso conocer", relató Díaz, que durante un año reunió dinero para tener esta posibilidad. Así fue como la estudiante de comunicación digital dio el salto de una ciudad pequeña a la inmensidad de oportunidades en Guaymas, ciudad portuaria del estado de Sonora. En dos meses logró conocer algunos de los secretos que sus paisajes aún esconden. En su retina ya no se reflejaron cerros, sino el mar. Apareció el agua como abundancia de puertas que se abrían de par en par. "Me impactó todo lo que vi de natural, las playas y el vértigo; muy diferente a lo verde de Yala o a nuestros cerros de la Quebrada", indicó.
El reto de irse lejos no la hizo abandonar del todo Jujuy. La nostalgia invadió su corazón por la añoranza, pero la sociabilización fue teniendo más presencia hasta convertirse en un desafío que le pareció -al final- lo más simpático de su aventura. "Cuando me hablaban al principio, se acercaban con curiosidad. Me di cuenta de que tienen la sensación de que los argentinos somos graciosos y les caemos bien, al menos en Guaymas", detalló.
La egresada del colegio "Pablo Pizzurno" hoy mira la vida desde un lugar único, ya establecida en la firma de seguros Drascar, siente la comodidad de sentirse en casa. El tema de la gastronomía es otra de las particularidades con las que se asocia a México. Y Camila Díaz lo notó muy bien. "Antes, al llegar fue raro porque estaba acostumbrada al fideo con tuco, a la milanesa. Acá es carne de res -vaca- y tacos, nada más", explicó la joven que se siente enamorada de los platos típicos. "Un día preparé sándwiches de milanesa en 'bolillos' que es un pan parecido al mignón y quedaron locos", reveló.
Con un fuerte sentido de pertenencia por su actual país, pero sin olvidar la "Tacita de Plata" donde nació, percibió un encantamiento especial a la hora de ver y sentir el mar. Y para coronar la acción, navegó por la costa en un yate como regalo de bienvenida. "Aquí tuve la posibilidad de conocer el mar", dijo asombrada esta joven que disfruta de su estadía permanente compartiendo imágenes de los atractivos turísticos jujeños con sus nuevas amistades, dejando ver a través de su voz la magia de Purmamarca con el cerro de Siete Colores, el Hornocal de Humahuaca y la belleza de Yala, entre otros imponentes paisajes. A la hora de extrañar, en su familia es en la que siempre piensa. Y le gustaría que alguna vez sea viable la probabilidad de que la visiten.
Mientras, disfruta de la "Heroica Guaymas", como es conocida históricamente en el estado de Sonora que se ofrece como centro cosmopolita, donde todo es comercial y masivo. "Aquí un supermercado sería como cuatro de San Salvador. Es muy grande todo", aclaró quien celebró la Navidad pasada y el Año Nuevo por primera vez en una tierra distinta a la Argentina. "Extrañé ver la preparación tradicional en mi casa, mis hermanos, el asado. Pensaba en qué momento comerían el pan dulce. Pero la pasé hermoso y con 'mi familia mexicana' cenamos salsa de camarón. Me hacen sentir en casa", comentó Díaz, que no dejó pasar la ocasión de creer que progresar de otra manera es factible.
Así es que de un año para otro, su vida dio un giro total. Y no se arrepiente, sino que lo celebra. Desde México, "Cami" sabe que apostar al cambio conlleva riesgos y lo vale. Hoy es feliz y, ahora más, con la reciente adopción de "Emilia", una gatita que ya considera su amiga incondicional.