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3 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Espirulina jujeña despierta interés de cónsul danés

La visita a un cultivo en Yuto develó el interés para alimentar salmones. El Inta ve potencial para tratar aguas residuales.
Lunes, 22 de abril de 2024 01:00
PRODUCCIÓN | EN PILETAS DE 30 CM, SIGUE PROCESO DE QUITA DE HUMEDAD.

La visita del cónsul de Dinamarca en Argentina, Bjarne Petersen, a una producción jujeña de espirulina, generó expectativas sobre un potencial crecimiento y exportación de este superalimento, para ser utilizado como alimento balanceado para la cría de salmón. También surgió interés de posibles aplicaciones en el tratamiento de aguas residuales industriales por investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (Inta).

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La visita del cónsul de Dinamarca en Argentina, Bjarne Petersen, a una producción jujeña de espirulina, generó expectativas sobre un potencial crecimiento y exportación de este superalimento, para ser utilizado como alimento balanceado para la cría de salmón. También surgió interés de posibles aplicaciones en el tratamiento de aguas residuales industriales por investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (Inta).

La producción, asistida por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), se desarrolla en la localidad de Yuto por los productores David Contino y Alejandra Filipo. Durante su visita, el cónsul Petersen mostró un gran interés en el producto, destacando la calidad y el proceso artesanal de deshidratado que conserva todas las propiedades nutritivas de la espirulina.

"La espirulina es una microalga por definición. No es un suplemento, es un superalimento. Con solo 3 gramos al día se suplen entre el 92 y el 95% de los nutrientes esenciales que el ser humano necesita diariamente", explicó Alejandra Filipo.

En la provincia de Jujuy existen solo tres productores de espirulina, siendo el emprendimiento de Filipo y Contino uno de ellos. El cultivo se realiza en piletas de geomembrana con una profundidad de entre 15 y 22 centímetros, ubicadas en medio de cultivos. Este sistema permite a la espirulina absorber cuatro veces más dióxido de carbono que la misma superficie de bosque nativo.

VISITA | EL CÓNSUL DANÉS, BJARNE PETERSEN, JUNTO AL PRODUCTOR DAVID CONTINO.

El proceso productivo, que incluye la cosecha, deshidratación y envasado, se realiza de manera artesanal, manteniendo la temperatura entre 42 y 44 grados para conservar todas las propiedades de la espirulina. El producto final se presenta en hebras y se vende en frascos de 50 gramos o suelto, en Jujuy, Salta, Córdoba y algunos puntos de Buenos Aires; y se pueden consumir en batidos, jugos, ensaladas o directamente.

Con la visita del cónsul danés, se abren nuevas perspectivas de exportación para esta pyme jujeña, que ya está comercializando en varias provincias argentinas. No obstante, Filipo destacó la importancia de sumar más productores a esta red para poder satisfacer la demanda internacional. "Estamos en zonas donde no hay cultivos extensivos, por lo tanto no tenemos contaminación de agrotóxicos. Esto nos permite ofrecer un producto de alta calidad", destacó Filipo.

En su visita, el cónsul danés Petersen expresó su interés en utilizar la espirulina como suplemento nutricional para el alimento del salmón, debido a las proteínas y aminoácidos que contiene. Actualmente, se están realizando análisis para determinar la cantidad exacta de espirulina que se debería incorporar por tonelada de alimento en colaboración con el Conicet de Bahía Blanca. La demanda potencial de 150 toneladas de alimento para salmón por parte de Dinamarca refleja el interés internacional en este superalimento.

"El clima de la zona resulta una ventaja para el cultivo de espirulina, con una temperatura ideal de 24° a 32°C. La posibilidad de proveer a Dinamarca es real, pero todo dependerá de la calidad que requieran y de la participación de otros productores", explicó David Contino.

ALEJANDRA FILIPO, PRODUCTORA

"No es un dato menor que seamos tres mujeres dentro de la provincia de Jujuy las que llevemos adelante este tipo de emprendimiento. Además, es una producción alternativa para aquellas familias que se dedican a hortalizas o frutas y buscan una opción que represente un ingreso económico", explicó Filipo. Reconoció que este verano el calor excesivo generó baja en la producción, pero destacó que tienen poca evaporación y agregan muy baja cantidad de agua, destacando el carácter sustentable de este cultivo.

Con una producción sustentable y de alta calidad, la espirulina jujeña se posiciona como un producto de exportación con grandes oportunidades en el mercado internacional, para lo cual surgió ahora la inquietud de incentivar la producción entre los horticultores que pueden aprovechar pequeñas superficies.

Podría ser una solución sustentable para el ambiente

La espirulina es una microalga conocida por sus propiedades nutritivas, que generó interés como una oportunidad de desarrollo productivo y sustentable en la provincia de Jujuy, y también por el Inta como una potencial solución eficiente en el tratamiento de aguas residuales, especialmente de la vinaza. Ceferino Flores, investigador especializado en fitopatología de la Estación Experimental de Inta en Yuto, destacó las ventajas de cultivar espirulina en la región debido a las altas temperaturas cálidas que se presentan.

FLORES RECIBE AL CÓNSUL

“Tenemos muchos productores con pequeñas superficies de tierra que ya no son rentables para la producción tradicional, pero que podrían serlo con la espirulina”, explicó. Flores resaltó que, además de sus propiedades nutricionales para el consumo humano, la espirulina tiene la capacidad de capturar más dióxido de carbono que los árboles y puede ser utilizada en el tratamiento de aguas residuales.

Consideró que sería ideal para tratar la vinaza, un subproducto de la producción de alcohol, convirtiéndolo en un fertilizante útil para la horticultura, y para transformarse en un capturador de carbono a nivel mundial, aprovechando la capacidad del suelo sano para atrapar este gas. Trabaja en vinculación con sus colegas el fitopatólogo Andrés Polak y la biotecnóloga Mariel Meridieri, de Inta en Buenos Aires, quienes vienen investigado la importancia de la agricultura en la captura de dióxido de carbono. Polak resaltó el enfoque integral de la propuesta de Flores centrada en esa producción sostenible que podría ofrecer nuevas oportunidades para los pequeños productores y contribuir a la protección del ambiente.

El investigador trabaja en un proyecto que aprovecha los insumos agropecuarios para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Mencionó una iniciativa de YPF que utiliza algas para captar dióxido de carbono en la ciudad, mostrando el potencial de la espirulina en la mitigación de la polución ambiental. “Estamos viviendo en un momento de múltiples crisis, incluido el cambio climático. Necesitamos buscar alternativas sostenibles y la espirulina podría ser una solución tanto para la producción como para el medio ambiente”, concluyó Polak.