La noche del pasado 31 de diciembre, varias comparsas salieron a las calles de Humahuaca para despedir el 2023 junto a sus directivos, simpatizantes y turistas, entre ellas, la tradicional Juventud alegre, protagonista del carnaval quebradeño alegró las últimas horas del año viejo.
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La noche del pasado 31 de diciembre, varias comparsas salieron a las calles de Humahuaca para despedir el 2023 junto a sus directivos, simpatizantes y turistas, entre ellas, la tradicional Juventud alegre, protagonista del carnaval quebradeño alegró las últimas horas del año viejo.
Luego de la chaya del mojón (en una ceremonia íntima), con la bandera, los disfrazados y la banda musical, los precarnavaleros se desplazaron desde un sector a otro del pueblo cantando, bailando y cumpliendo con las invitaciones, una de ellas fue del popular José Luis Beltrán.
El expresidente de la comparsa entre el 2018 y 2019 dijo que todos los años hace la invitación en su casa en la noche del 31, siguiendo "una tradición de más de 50 años, y no sólo de la Juventud alegre, también de Los picaflores, Los solteros, Los cholos y otras".
Recordó que su mamá Sofía Beltrán "invitaba el 31 recibiendo el año nuevo. En Humahuaca se recibe cada año bailando con mucha alegría, por lo que mantengo esta costumbre que ella me inculcó", prosiguió.
A sus 43 años de edad, Beltrán continúa disfrazándose únicamente en la Juventud, una de las más convocantes del pueblo y de la región quebradeña.
"Es la comparsa del pueblo", la definió, y recordó que "en aquellos años, Los picaflores era de la gente mayor" y aseguró que la Juventud alegre "es un desprendimiento de 'Los pica' que con el paso de los años logró un amplio reconocimiento de la gente y de los carnavaleros".
Junto a él esperando a la comparsa, estuvo Roberto Flores, quien se destaca entre los disfrazados con el personaje del payaso bailarín Pennywise.
La salida de las comparsas el 31 "es como una manera de despedir el año. Como empezamos para carnaval con el recibimiento, ahora hacemos la despedida".
Consultado si se desvirtúa la tradición con los diablos carnavaleros en la noche el 31, aseguró que "no, porque los diablos en el mojón piden permiso para la ceremonia únicamente en esa noche, y el 1 de enero ya no salen los disfrazados hasta el carnaval".
Flores hace 20 años que se disfraza y de esa manera, "uno lo disfruta doblemente al carnaval, y yo soy el payaso de la Juventud", afirmó.