En la ciudad de La Quiaca hubo un multitudinario festival de Reyes para toda la familia organizado por el municipio con la colaboración de la Parroquia y Gendarmería Nacional, también se realizó el tradicional encuentro de niños adoradores.
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En la ciudad de La Quiaca hubo un multitudinario festival de Reyes para toda la familia organizado por el municipio con la colaboración de la Parroquia y Gendarmería Nacional, también se realizó el tradicional encuentro de niños adoradores.
Las actividades dieron inicio con la homilía a cargo del cura párroco Aníbal Zilli, de la cual participó toda la comunidad, con las imágenes del niño Jesús.
Luego tuvo lugar el festejo de Reyes Magos organizado por la comuna local, donde hubo juegos, golosinas, peloteros y numerosas actividades lúdicas. Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron la sala del hospital "Jorge Uro", donde varios niños también recibieron presentes.
Los festejos se concentraron en avenida Sarmiento, donde un gran número de vecinos y turistas participó del evento que se extendió hasta pasadas las 13 con música, donde la familia y los niños fueron los grandes protagonistas. Todos los niños que asistieron se llevaron un presente, además de la chocolatada que repartió Gendarmería y deliciosos buñuelos que elaboraron las cocineras del comedor Mickey, dependiente del área de Desarrollo Social.
Todo finalizó con la entrega de regalos del cual participo el jefe comunal, Dante Velázquez, disfrazado de Rey Mago.
Niños adoradores
Algo tan tradicional para varias generaciones de quiaqueños, es la adoración al Niño Jesús, una mezcla de fe y devoción, sumada a la inocencia de los niños que generan hermosos recuerdos de infancia.
Al compás de instrumentos como la quena, bombo y redoblantes participaron diferentes grupos de adoradores, como "Niño Jesús de Praga" y "Niño Jesús", ambos del barrio San Cayetano, niños adoradores de la banda musical "Los Lamas" del barrio centro y "Estrella de Belén" de Mina El Aguilar.
Cada grupo lucía prendas que los identificaban del resto, hasta los pasos de baile cambiaron sin embargo la esencia sigue siendo la misma.
Frente a las numerosas imágenes del Niño Dios, durante la mañana los pequeños adoraron alegremente contagiando a propios y extraños, revalorizando las costumbres puneñas. Sucede que los niños esperan con ansias esta época del año porque llega plena de vivencias, de visitas a diferentes hogares y de adoración.