Por medio de una teleconferencia se concretó ayer la declaración indagatoria del presidente del directorio de la empresa Ledesma, Carlos Pedro Blaquier. Tras dos frustrados intentos que tuvo la comparecencia del directivo azucarero, primero por una justificación médica y luego debido a un ataque sufrido por el automóvil que lo trasladaba en inmediaciones del Juzgado, la audiencia se cumplió ante el juez federal 2 subrogante Fernando Poviña y el fiscal general Domingo Batule, sin presencia de público ni de medios de comunicación.
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Por medio de una teleconferencia se concretó ayer la declaración indagatoria del presidente del directorio de la empresa Ledesma, Carlos Pedro Blaquier. Tras dos frustrados intentos que tuvo la comparecencia del directivo azucarero, primero por una justificación médica y luego debido a un ataque sufrido por el automóvil que lo trasladaba en inmediaciones del Juzgado, la audiencia se cumplió ante el juez federal 2 subrogante Fernando Poviña y el fiscal general Domingo Batule, sin presencia de público ni de medios de comunicación.
Concretada la instancia judicial, uno de los abogados defensores del empresario, Horacio José Aguilar aclaró que la declaración de Blaquier se dio mediante una teleconferencia por decisión del juez Poviña, tras el grave incidente que ocurrió frente al Juzgado Federal 2, en oportunidad de presentarse para cumplir la citación, donde el vehículo que lo transportaba terminó siendo objeto de un feroz ataque que hizo temer por su integridad física.
Blaquier produjo su declaración desde Buenos Aires, acompañado por otro de sus asesores letrados, Jorge Valerga Araoz, y el fiscal general ad-hoc designado para las causas por delitos de lesa humanidad, Pablo Pelazo. Mientras que en Jujuy estuvieron presentes el juez federal Poviña, el fiscal general Batule, y el propio Aguilar.
El directivo realizó una larga exposición por escrito, analizando en detalle todos los elementos existentes en la causa “Burgos y otros”, originada en la denominada “Noche del Apagón”.
En su declaración infirió que “no existen pruebas que lo involucren a él, a la empresa, ni a ninguno de los directivos de aquel momento. También citó testimonios que desligaron a Ledesma de cualquier vinculación con estos hechos y que, por otra parte, dieron cuenta que los vehículos utilizados para la detención de las personas eran del Ejército, de la Gendarmería y de la Policía de la Provincia.
Según el relato de Aguilar, su representado negó rotundamente cualquier tipo de colaboración con los actos violatorios de los derechos humanos cometidos durante la última dictadura militar y calificó los crímenes ocurridos en esa época como atroces, mostrando incluso una mirada crítica hacia el proceso de reorganización nacional.
Asimismo, hizo alusión a la muy buena relación que tenía la empresa con sus empleados en general, “por lo que no había ningún interés en producirle un perjuicio”.
El abogado dijo que una prueba de ello son los legajos de 13 personas que se desempeñaron en la empresa no sólo en el momento de ser detenidos por la dictadura, sino antes de ello. “De estos legajos surge claramente que había una situación normal”, sostuvo, a la vez de señalar que algunos de los empleados detenidos volvieron a trabajar en Ledesma, donde ascendieron e hicieron carrera.
Refirió luego que también se acreditó ante el Juzgado que la camioneta de Ledesma que dicen haber visto tres personas no coincide con las características de la flota de camionetas que tenía la empresa en ese momento.
En tal sentido, sostuvo que Blaquier negó terminantemente haber prestado vehículos u otros elementos a las fuerzas de seguridad de la provincia.
Piden se cierre la imputación
Después de la declaración por escrito, el directivo azucarero respondió varias preguntas formuladas por el Juzgado y la Fiscalía.
“Nosotros hemos aportado a la causa cerca de 20 testigos y son permanentes las muestras de apoyo de numerosas personas que se acercan y ofrecen su testimonio para declarar ante la Justicia y dar su versión” subrayó Aguilar, al tiempo de anhelar que el juez reciba esas testimoniales lo antes posible.
“Creemos que con esto se va a terminar de cerrar esta injusta imputación”, finalizó el abogado de manera contundente.
Cabe mencionar que ahora el juez deberá resolver la situación procesal tanto de Carlos Blaquier como del ingeniero Lemos, administrador en aquel momento del Ingenio Ledesma.
No existe ninguna prueba que indique que Blaquier o Lemos hayan colaborado de alguna manera con el gobierno militar y que lo único que hay en la causa es la supuesta participación de una camioneta de la empresa en la detención de las personas que sufrieron los delitos de lesa humanidad.