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Preparativos para Todos Santos en la Puna jujeña

Viernes, 30 de octubre de 2015 18:44
VECINOS ADQUIEREN FLORES FOTO 2 VISITA A LA TUMBA TIENE UN PROFUNDO SENTIDO RELIGIOSO

La celebración de Todos Santos, reúne a toda la familia puneña. En un mismo momento se mezclan dos sentimientos, tristeza y alegría, algo muy poco comprensible para otras culturas. Sin embargo forma parte de nuestra idiosincrasia, costumbre que llevamos fuertemente arraigada. Donde la figura central, es el recuerdo del difunto familiar más reciente, la mesa convertida en altar, también está destinada para aquellos seres queridos que aún están en la memoria colectiva de sus familiares y amigos. Cada 1 y 2 de noviembre se celebra la fiesta de "Todos Santos", una costumbre que se remonta a la época prehispánica. Con el tiempo fue mutando, igualmente la esencia continua siendo la misma, el rutinario ritmo de vida del habitante puneño por unos días se torna agitado. Apenas están recuperando energías de la Manka Fiesta, y deben comenzar con los preparativos para las fechas mencionadas. El mercado local cambia su aspecto sombrío, por multicolores flores, traídas desde la Quebrada y Valles, también desde el sur boliviano llegan vendedores.

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La celebración de Todos Santos, reúne a toda la familia puneña. En un mismo momento se mezclan dos sentimientos, tristeza y alegría, algo muy poco comprensible para otras culturas. Sin embargo forma parte de nuestra idiosincrasia, costumbre que llevamos fuertemente arraigada. Donde la figura central, es el recuerdo del difunto familiar más reciente, la mesa convertida en altar, también está destinada para aquellos seres queridos que aún están en la memoria colectiva de sus familiares y amigos. Cada 1 y 2 de noviembre se celebra la fiesta de "Todos Santos", una costumbre que se remonta a la época prehispánica. Con el tiempo fue mutando, igualmente la esencia continua siendo la misma, el rutinario ritmo de vida del habitante puneño por unos días se torna agitado. Apenas están recuperando energías de la Manka Fiesta, y deben comenzar con los preparativos para las fechas mencionadas. El mercado local cambia su aspecto sombrío, por multicolores flores, traídas desde la Quebrada y Valles, también desde el sur boliviano llegan vendedores.

Los vecinos quiaqueños y de zonas aledañas agolpan los lugares donde puesteros ofertan las flores y coronas, mientras el resto de sus parientes elaboran los "turcos". Todas las ofrendas son a base de pan y las masitas son preparadas en abundancia. El ritual de los muertos se celebra durante tres años consecutivos, pasado ese tiempo el despacho del alma tiene un sello propio, tres días antes comienzan los preparativos, el 31 de octubre se coloca a mesa en honor a los angelitos y al día siguiente para los adultos. Por otra parte los manteles también cambian de color: negro para quien fuera mayor, blanco para los angelitos, un ramo de flores naturales ocupa el centro de la mesa. Junto al florero se coloca un vaso de agua bendita que tiene un ramillete con el cual las almas esperadas dejarán su bendición, junto a velas encendidas.

Fuerte creencia popular

El 1º de noviembre a las doce está lista la mesa, se encienden velas y la gente queda a la espera del alma que esa noche llegará acompañada de otras familiares, compadres y amigos. Los vecinos con el transcurrir de la noche entablan "conversaciones" sobre temas relacionados al difunto, prosiguen con cuentos sobre buenos y malos espíritus, la charla se vuelve interminable a fin de todos mantenerse despiertos hasta el amanecer. Con las primeras horas del día antes de retirarse los familiares sirven una reconfortante "lagua", sopa hecha a base de harina.

El cementerio

Ya el 2 de noviembre después del almuerzo los dolientes y amigos concurren al cementerio llevando flores y coronas para el arreglo de las tumbas. Después de rezar y elevar pegarías, antes del atardecer comparten bebidas típicas como la chicha y otras infusiones que tienen alcohol. Fuman y coquean, recordando al difunto en anécdotas, hay lágrimas y risas entre los presentes, son instantes que llevan un hondo sentir religioso y profunda convicción de que el ser amado los está escuchando. Cuando el astro rey se esconde por el horizonte. Retornan a casa donde se lleva a cabo la "repartija" de las ofrendas, mientras comidas y bebidas son enterradas para que el alma lleve como avió, de regreso al cielo.

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