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26 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Mauricio Macri en Jujuy: esperamos la "sensación de alivio"

Lunes, 16 de mayo de 2016 10:30
<p>MACRI. ¿y la sensación de alivio?</p><p>

Ya sabemos los argentinos y los jujeños de las cosas que nos pasan: la economía "macro" parece ser alentadora, nos reinserta en el mundo, nos genera respeto entre los países líderes, nos ofrecen plata en condiciones más o menos normales, y hasta es posible que las soñadas inversiones comiencen a llegar en el momento menos pensado para que retomemos el camino del desarrollo y el empleo. Pero mientras tanto, ocurre que la economía "micro", la de todos los días, de la estación de servicio, el colectivo urbano, el kilo de pan y las tarifas del agua y la energía eléctrica, nos está aplastando contra la pared de tal manera que ya se nos saltan los ojos de las orbitas cada vez que miramos el monto del ticket del supermercado, o los cartelitos de la marchanta que nos provee diariamente de frutas y verduras. ¿Será como en la época de los noventa cuando los economistas de Carlos Menem, nos decían "estamos mal, pero vamos bien"?, ¿o será como cuando los economistas de Eduardo Duhalde nos decían "no hay que preocuparse, la Argentina está condenada al éxito"?. Hoy, el humor social, parece sintetizar ambas definiciones: "es verdad, estamos mal, pero no hay que preocuparse, ya estamos condenados". Y no se trata de ser pesimista: es una mera observación de la realidad. Que había que terminar con los subsidios ridículos, es verdad. Los jujeños lo sabemos, porque pagamos el gas mil pesos por el mismo consumo que un porteño pagaba cincuenta pesos, o que nuestro boleto de colectivo hoy amenaza llegar a trece pesos, -sandez irracional que la realidad dejará reducida a la mitad-, cuando los habitantes de la Capital Federal se descorazonan porque les subieron el boleto a $5 y el tren a dos o cuatro pesos. O que los habitantes de Coranzulí con sus impuestos subvencionaron durante años la mentira del crecimiento y los servicios primermundistas de una aerolínea de bandera, en la que jamás viajaron ni iban a viajar. Todo es verdad. Pero, cuando estos reacomodamientos suceden, los sufrimos todos, de manera inversamente proporcional al nivel de ingresos obtenidos. Y hablando de gobiernos que comunican mal, es cuando aparecen las "sensaciones". Cuando hace años la inseguridad en el país, algún necio habló de una "sensación de inseguridad". Hoy apareció otro torpe diciendo de la "sensación de despidos masivos y temores a perder el empleo". Lo real es que la inseguridad convive con todos, y que el empleo tambalea por los cuatro puntos cardinales del país. Para colmo, una oposición que perdió la brújula no ayuda (navega entre los intereses de desesperada supervivencia del exFrente para la Victoria, un sindicalismo que aún se cree único intérprete de las necesidades de la gente, y un peronismo renovador que "veletea" según la fuerza del viento), aparecen proyectos ya probados y fracasados como una "Ley Antidespidos", que tiene dos errores de origen: 1) si se aprueba, se convertirá automáticamente en "ley de despidos" de todo aquel que trabaje de manera irregular, bloqueará toda posibilidad de que un empresario –especialmente del sector de Pymes- se anime a contratar a alguien, y 2) desalentará cualquier tipo de inversión que se esté pensando en colocar en Argentina y menos aún en sus provincias periféricas, como Jujuy, para las cuales todavía subsisten con gran fortaleza, todo tipo de asimetrías económico financieras. Hay un tercer pecado original de este proyecto: creer que la realidad se corrige por ley. Si fuera así de simple, habría que aprobar una ley que destruya la pobreza, otra ley que destierre la corrupción, una tercera que establezca la buena salud de todos los habitantes de este país, y finalmente, una de neto homenaje al estilo chavista de gobernar, que ordene que todos los habitantes vivan en plena felicidad. Parece una chanza: pero es lo que hay. Los resultados ya los vivimos también: una crisis entre sector privado y público, donde aquel se comprime al máximo, (por necesidades ineludibles, o por malsana especulación) y donde éste termina convertido en un generador de trabajo falso, asumiendo el rol de un seguro de desempleos, con el consiguiente paso, también inevitable o de maldita especulación: el uso clientelar de las franjas más vulnerables de la población.

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Ya sabemos los argentinos y los jujeños de las cosas que nos pasan: la economía "macro" parece ser alentadora, nos reinserta en el mundo, nos genera respeto entre los países líderes, nos ofrecen plata en condiciones más o menos normales, y hasta es posible que las soñadas inversiones comiencen a llegar en el momento menos pensado para que retomemos el camino del desarrollo y el empleo. Pero mientras tanto, ocurre que la economía "micro", la de todos los días, de la estación de servicio, el colectivo urbano, el kilo de pan y las tarifas del agua y la energía eléctrica, nos está aplastando contra la pared de tal manera que ya se nos saltan los ojos de las orbitas cada vez que miramos el monto del ticket del supermercado, o los cartelitos de la marchanta que nos provee diariamente de frutas y verduras. ¿Será como en la época de los noventa cuando los economistas de Carlos Menem, nos decían "estamos mal, pero vamos bien"?, ¿o será como cuando los economistas de Eduardo Duhalde nos decían "no hay que preocuparse, la Argentina está condenada al éxito"?. Hoy, el humor social, parece sintetizar ambas definiciones: "es verdad, estamos mal, pero no hay que preocuparse, ya estamos condenados". Y no se trata de ser pesimista: es una mera observación de la realidad. Que había que terminar con los subsidios ridículos, es verdad. Los jujeños lo sabemos, porque pagamos el gas mil pesos por el mismo consumo que un porteño pagaba cincuenta pesos, o que nuestro boleto de colectivo hoy amenaza llegar a trece pesos, -sandez irracional que la realidad dejará reducida a la mitad-, cuando los habitantes de la Capital Federal se descorazonan porque les subieron el boleto a $5 y el tren a dos o cuatro pesos. O que los habitantes de Coranzulí con sus impuestos subvencionaron durante años la mentira del crecimiento y los servicios primermundistas de una aerolínea de bandera, en la que jamás viajaron ni iban a viajar. Todo es verdad. Pero, cuando estos reacomodamientos suceden, los sufrimos todos, de manera inversamente proporcional al nivel de ingresos obtenidos. Y hablando de gobiernos que comunican mal, es cuando aparecen las "sensaciones". Cuando hace años la inseguridad en el país, algún necio habló de una "sensación de inseguridad". Hoy apareció otro torpe diciendo de la "sensación de despidos masivos y temores a perder el empleo". Lo real es que la inseguridad convive con todos, y que el empleo tambalea por los cuatro puntos cardinales del país. Para colmo, una oposición que perdió la brújula no ayuda (navega entre los intereses de desesperada supervivencia del exFrente para la Victoria, un sindicalismo que aún se cree único intérprete de las necesidades de la gente, y un peronismo renovador que "veletea" según la fuerza del viento), aparecen proyectos ya probados y fracasados como una "Ley Antidespidos", que tiene dos errores de origen: 1) si se aprueba, se convertirá automáticamente en "ley de despidos" de todo aquel que trabaje de manera irregular, bloqueará toda posibilidad de que un empresario –especialmente del sector de Pymes- se anime a contratar a alguien, y 2) desalentará cualquier tipo de inversión que se esté pensando en colocar en Argentina y menos aún en sus provincias periféricas, como Jujuy, para las cuales todavía subsisten con gran fortaleza, todo tipo de asimetrías económico financieras. Hay un tercer pecado original de este proyecto: creer que la realidad se corrige por ley. Si fuera así de simple, habría que aprobar una ley que destruya la pobreza, otra ley que destierre la corrupción, una tercera que establezca la buena salud de todos los habitantes de este país, y finalmente, una de neto homenaje al estilo chavista de gobernar, que ordene que todos los habitantes vivan en plena felicidad. Parece una chanza: pero es lo que hay. Los resultados ya los vivimos también: una crisis entre sector privado y público, donde aquel se comprime al máximo, (por necesidades ineludibles, o por malsana especulación) y donde éste termina convertido en un generador de trabajo falso, asumiendo el rol de un seguro de desempleos, con el consiguiente paso, también inevitable o de maldita especulación: el uso clientelar de las franjas más vulnerables de la población.

Cuestión de sensaciones

Hoy, estará en Jujuy el presidente de la Nación. Ese presidente que llegó en andas de los sueños de cambio, de erradicación de la corruptela, un Mauricio Macri que recibió la bendición de la voluntad popular con la misma fuerza de un mandato imperativo, que él mismo usó como muletilla y compromiso de campaña: "vamos a cuidar a los que menos tienen, a los más frágiles e indefensos de la sociedad". En el sueño de cada periodista, figura esta pretensión –¡obviamente ilusa!- de que estas líneas llegaran a ese Primer Mandatario de cuya honestidad y verdadera preocupación por un cambio no caben dudas, y le digan, respetuosamente, que algo no está saliendo como dijeron que iba a salir. Que el torniquete es enorme, como enormes los beneficios a los grandes productores del agro, a las gigantescas mineras, y a los intocados planetas de la constelación financiera, pero no está dando las respuestas que requieren con urgencia el maestro, el periodista, el taxista, la enfermera, el empleado público, el dependiente del comercio, el verdulero de la esquina, el canillita... Que alguien hoy, le transmita en Jujuy con toda deferencia y gratitud por su visita, algo que seguramente ya le están diciendo desde todos los costados de Argentina: no podemos en este país, salir a comprar un asado para el fin de semana con tarjeta de crédito y en 12 cuotas. No se trata de empañar la ilustre visita, que además, viene nada menos que a entregar la vivienda número mil construida por la empresa privada Ledesma SAAI, y a participar de una breve ceremonia simbólica de inicio de zafra, algo sumamente grato y positivo. Se trata de sumar una voz para decirle que los jujeños tampoco quieren volver atrás, a tiempos que descubrimos cada día más nefastos e indefendibles, pero que el presente y el futuro, deben mostrar –en la rutina común y corriente de cada jornada- al menos una "sensación de alivio" que nos dé ya una "sensación de esperanza" para los tiempos que vendrán. No es mucho pedir, apenas una sensación, que regenere la confianza y las ganas de salir cada mañana con la energía en alto a enfrentarnos con el día.

Deudas con sentido

Mientras tanto, Jujuy sigue caminando. El gobernador Gerardo Morales volvió con una enorme sonrisa desde los Estados Unidos, donde logró buenos acuerdos para financiar proyectos importantes para la provincia. Uno de ellos, referido al tratamiento y reciclado de la basura, que además ordenará el servicio en cada municipio, y hasta les dejará algunas monedas extra a los intendentes para ser aplicadas a tareas de saneamiento y a la ambiciosa idea de convertirnos en un "Estado verde". Otra idea fuerza jujeña como es la de avanzar en la instalación de un parque generador de energía solar, también mereció respuestas positivas e interés de inversores extranjeros. El tono de las primeras informaciones es para entusiasmarse. Y si las cosas se encarrilan por los senderos previstos, los endeudamientos gigantescos no serán óbice para enfrentar los compromisos contraídos. Sólo hace falta el respaldo de un Estado serio y transparente, tal y como lo requieren los capitales del mundo, dispuestos a hacer buenos negocios. Y al llegar a la "Tacita de Plata", GM se encontró con otra buena noticia: la aprobación de una ley que establece la emergencia del sector tabacalero, que se sancionó producto del consenso entre la preocupación del Gobierno, la firmeza de la Cámara del Tabaco de Jujuy, y las necesidades urgentísimas de la Cooperativa de Tabacaleros de Perico, principal acopiadora y comercializadora del producto. Se resguardó la Ley 5059 que confiere a la Cámara la administración del 80% Fondo Especial del Tabaco, el 20% restante se utilizará para programas sociales y de apoyo al pequeño productor, hoy en situación de riesgo. El conjunto del dinero, más el respaldo del Estado, servirá para garantizar una toma de créditos que permita el saneamiento de la terrible deuda de la Cooperativa, estimada hoy en 93 millones de dólares. El crédito autorizado rondaría los 70 millones para que el sector saque sus narices fuera del agua, y apoyado en su notable capacidad, recupere la fortaleza y la salud que años antes lo caracterizó. Ojalá que también sirva para eliminar roces y resquemores internos, y logre desterrar la politiquería de segundo orden, que de un lado y de otro vino interfiriendo en la vida de los tabacaleros. Debe quedar claro, sin embargo, que el gigantesco endeudamiento que respaldará toda la Provincia, deberá ofrecer la garantía de que –al menos- se conozca de manera terminante y precisa, las razones y los responsables y quiénes son los acreedores del quebranto que lleva a todos los jujeños a esta situación. De lo contrario, será otro esfuerzo increíble para encubrir actitudes poco claras, y disimular errores, impericias o delitos, para que nadie que no tenga responsabilidad sobre ellos, deba cargárselos sobre sus espaldas. Lo que se aprobó en la Legislatura fue muy bueno. Producto del diálogo y el acuerdo, se logró lo mejor que se podía lograr en estas condiciones. Tan bueno fue, que algunos legisladores de la oposición se entusiasmaban con usar el "modelo tabaco" para ser aplicado a resolver otros sectores en crisis. Y está bien, pero siempre, el requisito, deberá ser conocer quién y cómo contrajo la deuda que se ventila, y quiénes son acreedores de tan monstruosa cantidad de dinero que se debe pagar para poder seguir con vida. Si la deuda tiene sentido y es clara, vale la pena convivir con ella.

Ahora, otra violencia

Más allá de estos temas fuertes de la provincia, en Jujuy se siguen sucediendo los hechos cotidianos que marcan la actualidad. El SEOM volvió a la violencia en las puertas de la Municipalidad de la Capital. Esgrimiendo argumentos y reclamos justos, militantes de ese gremio pretendieron ingresar al edificio municipal, donde un vallado de seguridad montado por la Policía de la Provincia se los impidió. La agresión de los sindicalistas terminó lesionando seriamente a cinco efectivos policiales que debieron ser retirados ensangrentados y hospitalizados. Obviamente, los caciques gremiales acusaron a la policía de haberlos golpeado, como si los jujeños no supieran quién es quién. Cuando se permitió el acceso a delegados, éstos generaron una batahola en medio de irreproducibles insultos a funcionarios municipales, particularmente al secretario de gobierno, Gastón Millón. Resultado: hay dos gremialistas con pedido de detención y un funcionario que aunque sigue dispuesto al diálogo exclamó que "no hubo pedido de disculpas de los gremialistas, ni las espero". Lamentablemente, cuando un foco de violencia logra aplacarse, pareciera que hay quienes urgentemente quieren tomar la posta, ocupar el sitio vacante y hacerse notar otra vez con prácticas vandálicas que la sociedad en su conjunto repudia enérgicamente.

Más de Milagro Sala

La diputada Mabel Balconte, finalmente, reconoció haber tomado una sobredosis de pastillas con el ánimo de "dormir, no despertar y que esta pesadilla termine". Todo como consecuencia de amenazas por parte de la Agrupación "Tupac Amaru", una de ellas formulada personalmente por una "compañera" en su propio domicilio de San Pedro de Jujuy, involucrando además a sus hijos y toda su familia. Según dijo, aportará el nombre de quien la amenazó a la Justicia. Es otra vuelta de tuerca del caso Milagro Sala y la era de los bolsones, y posiblemente sería una fuerte derivación de su denuncia original y ampliaciones, donde además vinculó a "los Noro", su esposo Pedro Raúl, y a Germán y Federico, en los episodios en los cuales se recontaba el famoso dinero que supuestamente se llevaría a Buenos Aires para ser entregado a Máximo Kirchner. En tanto, el exhijo presidencial reiteró en Buenos Aires su contradenuncia declarándose agraviado y víctima de una suerte de persecución familiar. Pero en ningún caso, respondió judicialmente a la gravísima acusación que aún lo espera en Jujuy para las aclaraciones pertinentes. La señora Sala en tanto, tuvo la buena noticia del sobreseimiento por prescripción de la vieja causa del año 2009 por amenazas y agresiones al entonces senador Gerardo Morales y al ex titular de la AGN Leandro Despouy en el Consejo de Ciencias Económicas de Jujuy. Curiosamente esa causa estuvo a minutos de llegar al juicio oral y público, terminó volteada por el transcurso del tiempo y por la Cámara Federal integrada por María Cataldi, Santiago Díaz y Mario Juárez Almaraz, que resolvió así, una causa emblemática en la que los involucrados (Sala, Ramón Salvatierra y Graciela López) aparentemente ya habían reconocido el ilícito toda vez que requirieron en una instancia de Casación realizar una probation con tareas comunitarias, y ofrecieron pagar una indemnización de 10 mil pesos, que la Justicia rechazó. Las otras causas en contra de la dirigente tupaquera, naturalmente, siguen su curso.

Cambiemos y Cambia Jujuy

Finalmente, vale repasar la reunión política que el jueves por la noche mantuvieron en Purmamarca, en el lujoso hotel quebradeño convertido desde el año pasado en bunker de conversaciones reservadas, GM; el jefe de Gabinete Nacional Marcos Peña, el jefe del Proyecto Belgrano José Cano, el dirigente radical Ernesto Sanz, y un muy selecto grupo de dirigentes radicales. En la reunión, mientras campeaban anticipos de las noticias de Cristina Elisabet Fernández de Kirchner imputada y procesada, se habló de la marcha del gobierno como herramienta de electoral del año 2017, donde Peña precisó directivas del Presidente Macri: a)comunicar y (comunicar bien algo que el Gobierno todavía no hace ni en Buenos Aires ni en Jujuy), que la segunda mitad del año será efectivamente mejor; b) consolidar el Frente Cambiemos y su relación con Cambia Jujuy; c) avanzar en una reforma electoral general y cerrar filas, para fortalecer el andar de los gobiernos que incremente su presencia parlamentaria en el año próximo. Al día siguiente en Humahuaca y por dos jornadas, ya integrados los peronistas renovadores que son gobierno, deliberó Cambia Jujuy. La voz oficial indicó que se trató de un repaso a cinco meses de gestión. En realidad, además de eso, lo importante fue la fortísima bajada de línea del gobernador: Mensaje uno: galvanizar el gobierno compartido y representado en Gerardo Morales y Carlos Haquim. Ergo: (mensaje dos), dejar el rol de oposición al fellnerismo residual. Mensaje tres: directrices al equipo de ministros y secretarios de Estado, algunos de los cuales fueron severamente reprendidos por lentitud en su andar, y además, un llamado al orden para que el conjunto de los funcionarios se ajuste a las normas de austeridad que GM pretende para su administración. En muchos casos, el sobredimensionamiento de plantas de asesores, nuevos contratados, y hasta el pago de deudas del Gobierno anterior sin el conocimiento y autorización de GM, fueron objeto de duras observaciones. Lo cierto es que para todos los compromisos, anuncios y convenios firmados, no hay plata que alcance –al menos todavía- y el gobernador advirtió que muchos sectores del Gobierno se comportan como nuevos ricos con actitudes dispendiosas y en muchos casos cargadas de frivolidad, lo que al primer mandatario le parece un símil fellnerismo, que quiere cortar de raíz. Ojalá que la esperada reacción llegue a tiempo. Pronto. Con su congruente sensación de esperanza.


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