"No sé si soy un referente o un modelo a seguir, no hago las cosas para ser un ejemplo, pero si sirve para la gente, me doy por satisfecho", manifestó Fernández a Télam desde las instalaciones de Cenard.
El tenista de 23 años, oriundo de Río Tercero, Córdoba, expresó su felicidad por el logro obtenido en Australia ante el francés Nicolas Peifer que significó su segundo Grand Slam después de Roland Garros 2016. "Estoy feliz por cómo se dieron las cosas este último tiempo. Estuve cerca en 2014 de ganar en Australia, pero esta vez sentí que se podía dar. Después de perder el primer set me recuperé pronto y sentí que era la ocasión de ganar el segundo Grand Slam", manifestó Fernández. "La discapacidad y el deporte pueden coincidir y convivir, estoy seguro de eso. Hubo gente que me dijo que no iba a poder por estar en sillas de rueda, pero entendí que no era el final de la vida ni mucho menos. Pertenezco a una familia de deportistas y por eso no podía tener una actividad pasiva, apuntó.
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"No sé si soy un referente o un modelo a seguir, no hago las cosas para ser un ejemplo, pero si sirve para la gente, me doy por satisfecho", manifestó Fernández a Télam desde las instalaciones de Cenard.
El tenista de 23 años, oriundo de Río Tercero, Córdoba, expresó su felicidad por el logro obtenido en Australia ante el francés Nicolas Peifer que significó su segundo Grand Slam después de Roland Garros 2016. "Estoy feliz por cómo se dieron las cosas este último tiempo. Estuve cerca en 2014 de ganar en Australia, pero esta vez sentí que se podía dar. Después de perder el primer set me recuperé pronto y sentí que era la ocasión de ganar el segundo Grand Slam", manifestó Fernández. "La discapacidad y el deporte pueden coincidir y convivir, estoy seguro de eso. Hubo gente que me dijo que no iba a poder por estar en sillas de rueda, pero entendí que no era el final de la vida ni mucho menos. Pertenezco a una familia de deportistas y por eso no podía tener una actividad pasiva, apuntó.