La dirigente social Milagro Sala había sido citada a prestar declaración el martes pasado, en el inicio del debate, pero había manifestado que se sentía mal psicológicamente por el reciente regreso al penal, luego de que el juez Pullen Llermanos revocara su prisión domiciliaria.
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La dirigente social Milagro Sala había sido citada a prestar declaración el martes pasado, en el inicio del debate, pero había manifestado que se sentía mal psicológicamente por el reciente regreso al penal, luego de que el juez Pullen Llermanos revocara su prisión domiciliaria.
El mismo juez que le dio el beneficio se lo quitó por negarse a hacerse estudios médicos para constatar su estado de salud.
El fiscal de Sala, Marcelo Cuellar, había solicitado que los médicos y psicólogos del Poder Judicial se hagan presentes en el penal de Alto Comedero para examinarla y el informe dio cuenta que si bien la dirigente "no infiere ideas delirantes o tendencias suicidas", "no respondió a ningún interrogante, cubría su rostro con las manos y percibieron su estado de ánimo lúcido, pero de llanto y crisis de angustia".
Es por eso que se optó que sus primeras declaraciones en la instrucción investigativa fueran incorporadas por escrito a la causa, como elemento probatorio.
Sala se encuentra procesada y con prisión preventiva en la causa por tentativa de homicidio, acusada de haber contratado sicarios para matar a un dirigente.
También está procesada por "fraude a la administración pública, asociación ilícita y extorsión", por supuesto desvío de fondos destinados a la construcción de viviendas.