Unos 2 mil venezolanos se movilizaron ayer hacia las cárceles donde están recluidos Leopoldo López y otros opositores, para reclamar su libertad y exigir elecciones generales, pero contingentes de militares y policías les bloquearon el paso.
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Unos 2 mil venezolanos se movilizaron ayer hacia las cárceles donde están recluidos Leopoldo López y otros opositores, para reclamar su libertad y exigir elecciones generales, pero contingentes de militares y policías les bloquearon el paso.
"Libertad, libertad!", gritaron en las afueras de Ramo Verde, en Los Teques, a 30 km de Caracas, donde López cumple una condena de casi 14 años acusado de llamar a la violencia en protestas de 2014.
Con banderas venezolanas y camisetas estampadas con el rostro de López, los manifestantes protestaron frente a las barreras metálicas instaladas por militares de la Guardia Nacional afuera del penal.
"No nos dejaron pasar a ver a Leopoldo. Con una sirena no nos dejaron escucharlo. Tenemos un mes sin verlo ni oírlo. Lo que dicen es que está sancionado con aislamiento. Libertad para todos los presos políticos", declaró a la prensa Lilian Tintori, esposa del opositor, acompañada de la madre de éste, Antonieta Mendoza.
Grupos de opositores se concentraron en distintos puntos de Caracas y llegaron a San Antonio de Los Altos desde donde caminaron 14 km a Los Teques. Otro grupo protestó en las afueras del centro de reclusión del servicio de inteligencia El Helicoide, en la capital, y hubo pequeñas movilizaciones en otras ciudades del país.
Un grupo de diputados sesionó en las afueras de la cárcel, justo al frente del cordón de seguridad, en una mesa colocada en plena en calle.
"Estamos dejando constancia de la violación de los derechos de los presos políticos. Pedimos al pueblo seguir en resistencia", afirmó Freddy Guevara, presidente del Parlamento, de mayoría opositora.
La oposición asegura que, con las detenciones en la ola de protestas contra Maduro que empezó el 1 de abril, subió de un centenar a unos 170 el número de "presos políticos", que el gobierno no reconoce como tales sino que asegura que están presos por actos de violencia y conspiración.