Soñar y proyectar no siempre van de la mano. Hace falta la decisión de ocuparse de las proyecciones, y si el compromiso es hacerlo con calidad, es todavía más valioso. Lo cierto es que hace algunas semanas comenzó a funcionar la Escuela de Música de Nahuel Muñoz Storni, un soñador a lo grande si los hay.
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Soñar y proyectar no siempre van de la mano. Hace falta la decisión de ocuparse de las proyecciones, y si el compromiso es hacerlo con calidad, es todavía más valioso. Lo cierto es que hace algunas semanas comenzó a funcionar la Escuela de Música de Nahuel Muñoz Storni, un soñador a lo grande si los hay.
Funciona en un espacio que consiguió por la generosidad de alguien que entendió su intención y aportó con recursos para lograrlo. Está en José de la Iglesia 1166, y quien se acerque podrá apreciar que cada detalle de la remodelación del lugar para que realmente sea funcional a los fines de la enseñanza musical, fue hecho de forma artesanal por su propio dueño, quien se calzó los guantes de carpintero, herrero, pintor, etc., etc. antes de ponerse al frente como director de este proyecto.
Nahuel Muñoz Storni sueña desde hace más de dos décadas con una Jujuy donde la música sea vía, objetivo y motivo de estudio. En función de su propio concepto de la música y su aprendizaje, es que ya tiene varios caminos recorridos, el de haber estudiado dirección de coros y orquestas en la Universidad de La Plata, música en la Universidad de Lanús, canto con grandes maestros de nuestro país, el de haber formado parte de una agrupación excepcional de música como es Aca Seca hace varios años, haber regresado a Jujuy esperanzado en transformar la realidad musical de su cuna, haberse hecho cargo del Coral Jujuy, y del coro de la mMunicipalidad capitalina, haber enseñado canto dependiendo de esta comuna, haber creado su propia Escuela de Canto para Niños hace dos años.
Y mientras tanto seguir proyectando y soñando, porque si la idea no cumple con todos sus requerimientos, había que seguir buscando caminos.
Concursó y logró estar en la escuela de dirección orquestal más importante del mundo, del maestro Francisco Navarro Lara, que funciona en Huelva, España, aprendiendo y dirigiendo, enseñando y escribiendo (porque hasta se publicó un libro con esas experiencias). Y volvió con la inspiración renovada para el empujón que faltaba.
Desde hace unas semanas está funcionando finalmente las Escuela de Música de su Fundación "Viento Norte", apuntando al objetivo que siempre estuvo en su cabeza, el de profesionalizar al músico y enseñar músicañ.
¿Qué es?
En conversación extensa con nuestro diario, el artista, docente, director y soñador, nos define este espacio como una "escuela para instrumentistas", porque asegura que el eje de la enseñanza de la música está en el instrumento.
"Así lo trabajamos acá. Vos elegís un instrumento, y detrás del instrumento vas a aprender música, pero el instrumento es la reina de la noche", expresa.
Contó que por el momento se pueden aprender en este nuevo lugar violín, canto, fagot, piano y percusión, con maestros de calidad internacional de Salta, Buenos Aires y de Venezuela que se suman al proyecto, y "en un futuro vamos a tener todos los instrumentos de la orquesta", asegura.
Y continúa describiendo su proyecto: "La idea principal es profesionalizar a los músicos jujeños. La diferencia con la Escuela Provincial de Música de Jujuy, es que en ella se preparan maestros de música de escuelas. Está pensada para eso, tanto por el título como por el esquema de aprendizaje musical".
¿Y cuál es el esquema de tu escuela? es la pregunta que sigue, a lo que contesta: "Primero el instrumento, después el repertorio, tocar mucha música. No puede ser que no se haga música de cámara, porque es lo que te entrena y permite que llegues a cierto nivel. Es fundamental, cada dos semanas hay que armar una obra, hacer el repertorio de cámara, de orquesta que te corresponda de acuerdo al instrumento. Hacer todo y bien. Y para eso hay que tener maestros de calidad", comenta.
Hasta el momento los docentes que se sumaron son Antonio Aray, profesor de fagot; Ricardo Giles, profesor de percusión; Luciano Garay, profesor de canto; José Luis Juri, profesor de piano; y Engel Suárez y Matilde Zerpa, profesores de violín.
"En esta escuela no se cumple con aprobar una materia, se tiene que hacer el repertorio y el progreso depende de la capacidad y del esfuerzo que se ponga. Yo calculo que en tres años un alumno puede convertirse en un músico competente, es decir que pueda acceder por medio de un concurso a tocar en cualquier lado", explica, y vuela, "mi sueño es que yo pueda pagarles el pasaje y mandarlos a concursar a mis alumnos a los más diversos lugares del mundo. Eso es lo que tiene la música, que no hace falta que sepas el idioma, si sos bueno tocando", dice.
Y explica su posición: "Para mí eso sería cerrar el círculo de millones y millones de pesos invertidos en programas de orquestas que dicen que son para rescatar a los niños de la calle y de algunos flagelos. Está bien, pero en algún momento hace falta enseñarle la música. Si no se cumple con eso, el concepto es bueno, pero se queda en la mitad del camino. Los músicos tienen que estudiar música y conocer el mundo de la música. De otra manera, producís mucha gente que no sabe tocar, entonces cuando salen de la orquesta 'cuelgan' el instrumento, si es que es de ellos (porque esa es otra problemática, los instrumentos le pertenecen a los sistemas y por eso los chicos están limitados a tocar solamente donde le interesa al que dirige la orquesta)".
Su propuesta para salvar este inconveniente es implementar un programa llamado "Banco de instrumentos", donde los chicos que no puedan comprárselos puedan recurrir y acceder a través de su fundación.
¿Cómo se puso en marcha?
La escuela se puso finalmente en marcha a través de su fundación Viento Norte, cuyo objetivo desde su creación hace trece años es hacer una escuela de música.
"La escuela es un proyecto que tengo hace muchos años, y que se lo vengo proponiendo al estado desde hace tiempo, a los distintos gobiernos y gestiones, y a los distintos funcionarios de Cultura. Pensé que podía demostrar que se puede hacer algo por la provincia, como darles la posibilidad laboral real a los artistas de mi rubro, la música. La propuesta no tuvo asidero, así es que comencé en forma particular", cuenta.