"Dícese de la persona cuyo cónyuge ha muerto" del grupo La Oveja Negra de San Luis, y "Gurisa" del grupo dirigido por Toto Castiñeiras de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), fueron dos de las propuestas de programación del viernes en el marco de la 32º Fiesta Nacional del Teatro realizada hasta ayer en la provincia de Mendoza.
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"Dícese de la persona cuyo cónyuge ha muerto" del grupo La Oveja Negra de San Luis, y "Gurisa" del grupo dirigido por Toto Castiñeiras de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), fueron dos de las propuestas de programación del viernes en el marco de la 32º Fiesta Nacional del Teatro realizada hasta ayer en la provincia de Mendoza.
La fiesta concluyó con uno de los cinco espectáculos invitados a la fiesta organizada por el Instituto Nacional del Teatro (INT), "Perros de la belleza" también de Caba.
Cabe mencionar que la programación de las fiestas nacionales se arma con las obras teatrales ganadoras de las fiestas realizadas previamente en cada provincia, para representar la producción teatral independiente del año en esta instancia. Por otra parte, los espectáculos invitados son producciones que el INT elige por su calidad, por destacarse en las carteleras durante un tiempo determinado o por ser de gran aceptación.
De esta manera, la fiesta del teatro de todo el país, que este año se hizo en la provincia de Mendoza (cada año cambia su sede), contó con la participación de 32 espectáculos que representaron a las provincias y algunos distritos, y 3 espectáculos invitados para la apertura y cierre de la fiesta.
Durante los días que duró el encuentro más federal que tiene el teatro independiente argentino, se realizaron además los plenarios de las autoridades del INT y sus representantes en cada provincia y en cada región sobre las cuestiones de planificación y políticas de este ente creado para fomentar y apoyar la actividad de esta disciplina del arte.
También se concretaron capacitaciones, proyecciones, charlas informativas, homenajes y la disponibilidad de un stand editorial con las publicaciones afines en la Secretaría de Cultura de Mendoza, que fue el punto de encuentro de los participantes y la prensa para las devoluciones.
Esta 32º edición de la fiesta tuvo una organización muy prolija que permitió el desarrollo fluido de cada instancia programada, pero que también resultó demasiado sencilla en aspectos donde se suele dar el espacio para identidad de la provincia anfitriona, o la creatividad en la producción por ejemplo del acto de premiaciones a la trayectoria, donde el valor del momento se dio por los discursos emotivos y muy ricos de cada uno de los distinguidos que tenían mucho para contar a partir de sus vidas dedicadas al teatro, pero no se vieron proyecciones relacionadas a sus caminos, ni presentaciones artísticas que engalanen el acto, o algún otro detalle que le diera un marco más brillante a una instancia muy importante y fundamental de la fiesta.
La obra que representó a Jujuy en este encuentro fue "Cartas en bicicleta" una producción muy enérgica de teatro infantil del grupo Clap Clap, que, si bien tuvo una muy buena función, con las mejores críticas de parte de la prensa nacional que se encargó de este espacio en las devoluciones, se hizo con un número algo desalentador de público, debido a una deficiencia quizás en la promoción de la programación. A los jujeños les tocó estar en la primera jornada de espectáculos, y entonces la publicidad fue insuficiente para llenar una sala en la que se podría haber aprovechado la presencia de niños de las escuelas, por ejemplo. Se trata de una obra con gran calidad actoral, entrenamiento físico, y recursos de expresión muy estudiados, que por este detalle fue desaprovechada. Lo cierto es que el profesionalismo del elenco jujeño hizo que a pesar de contar con muy poco público hicieran la mejor función posible y eso se notó en los comentarios posteriores.
Cada año es de destacar la variedad teatral que tiene nuestro país y cómo cada elenco pone en escena estéticas muy diferentes y temáticas de las más variadas, que tienen que ver con su realidad, con su lugar, con la historia de cada provincia, etc.
Las comedias, el humor en diferentes formas, la política, la experimentación, la estética de los cuerpos, etc., etc., etc. tuvieron protagonismo en esta 32º edición.
Sobre las puestas
En el caso de la obra de San Luis, una mujer interpretada por Marisol Iturralde, cuenta en tono tragicómico los distintos momentos de la que iba a ser la celebración de sus 25 años de matrimonio. Resulta que su marido falleció ese mismo día, antes de que llegaran los invitados, y entonces el velorio se hizo en medio de una ornamentación de globos y karaoke. En un primer momento parecía que la puesta se planteaba como un unipersonal, pero luego la viuda desparece de la escena, para dar lugar (un cuadro por cada uno de los personajes secundarios) a la mucama, su hija adolescente y una vecina. La historia se cuenta además con recursos estéticos de mucho colorido, con el uso de escenas en miniaturas con muñecos y que inclusive están vestidos con la misma ropa que los personajes reales. Otro recurso que destacó esta puesta es que durante "la fiesta" de aniversario-velorio, los actores rompen la cuarta pared y le invitan al público espectador a que se sirvan unos sándwiches preparados especialmente para cada función.
La siguiente función, que sin dudas fue un cierre de gran calidad para la jornada del viernes, fue la de "Gurisa", de Toto Castiñeiras, interpretada por seis actores que se ponen en la piel de muchas mujeres relacionadas a la vida de campo, al sufrimiento y a las desavenencias de una historia de amor. La estética utilizada desde los vestuarios y desde la iluminación (que manejan los propios actores con reflectores y linternas que encienden y apagan apuntando a los rostros y situaciones que se van creando en la puesta), producen la sensación de un marco para la historia, muy amarillento, de lugares muy oscuros, de un largo tiempo atrás, espacios fríos de gritos y silencios, de un juego de seducciones y abusos, etc.
Pero sin dudas la gran vedette de esta producción es el despliegue físico, preciso, intenso, de los actores que rozan con este trabajo el límite entre el teatro y la danza teatro, si no fuera por los largos textos, que suenan como la literatura poética gauchesca, para contar historias trágicas. Y no sólo de cuerpos entrenados y ágiles cuenta semejante puesta, sino también de grandes voces. Los actores hacen cada escena con trabajos intensos de actuación, muy penetrantes que acompañan con voces imponentes y claras, voces de hombres interpretando a mujeres. Está todo milimétricamente calculado, tanto desde el ritmo como desde la declamación de cada fragmento.
Un trabajo de los más destacados de la fiesta, llegado desde Caba. Actúan Juan Azar, Francisco Bertín, Nicolás Deppetre, Marcelo Estebecorena, Pablo Palavecino y Fred Raposo, con dramaturgia y dirección de Toto Castiñeiras, coreografía de Valeria Narvaez, vestuario de Daniela Taiana e iluminación de Omar Possemato.