Un buen desayuno debe contener una porción de lácteos (leche, yogur, quesos), que aportan proteínas y calcio; una de carbohidratos, idealmente de digestión lenta, ya que brindan mayor saciedad a largo plazo (pan integral con semillas, cereales integrales, galletitas con avena, salvado, frutos secos o semillas); y una fruta, en lo posible, fresca y con cáscara, porque así también contribuirá a la saciedad.
inicia sesión o regístrate.
Un buen desayuno debe contener una porción de lácteos (leche, yogur, quesos), que aportan proteínas y calcio; una de carbohidratos, idealmente de digestión lenta, ya que brindan mayor saciedad a largo plazo (pan integral con semillas, cereales integrales, galletitas con avena, salvado, frutos secos o semillas); y una fruta, en lo posible, fresca y con cáscara, porque así también contribuirá a la saciedad.
Es una teoría conocida perfectamente, pero no siempre puesta en práctica y resulta que por diferentes motivos las personas omiten el desayuno.
Cuando no existen ganas de desayunar: en este caso es probable que la cena haya sido muy pesada. Lo ideal sería que comenzar a cenar más liviano para levantarse con hambre y poder realizar un desayuno completo.
Se puede retrasar un poco el desayuno y hacerlo saludable igual. En lugar de comer galletitas o facturas en el trabajo, la opción sería de pan integral fresco o tostadas de salvado y para untarlas con queso crema.
Si el problema es el tiempo existen varias estrategias para poder solucionarlo.
Se puede dejar todo preparado desde la noche anterior aunque sea una parte del desayuno y hacer el resto en el trabajo o en la facultad. Para empezar, con la fruta y el lácteo se puede dejar armada una ensalada de frutas natural y mezclarla con una "crema light" hecha con queso untable, edulcorante y esencia de vainilla.
O al revés, se puede comer una tostada en dos minutos y dejar la preparación en un recipiente para comer más tarde.
Es posible desayunar tostadas, combinarlas con queso y en lugar de siempre agregarle mermelada cambiar por miel, frutas frescas cortaditas y por qué no un poco de dulce de leche.
O preparar unos panqueques súper fáciles para compartir. Mixeando o licuando un huevo, una banana, un poquito de leche, media taza de avena, edulcorante y esencia de vainilla.
Pueden estar acompañados con frutas frescas y la "crema light".
Es clave comenzar el día ingiriendo nutrientes que ayudarán a mantenerse saludable y con el peso adecuado.
Los minerales, las vitaminas, el zinc, el calcio y el hierro que permitirán tener un mejor rendimiento intelectual y prevenir enfermedades.
Es importante destacar que lo ideal es trasmitirle este hábito a los más chiquitos para que lo mantengan a lo largo de su vida.