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"Luzcubir preguntó si ya había muerto mi hija"

El hombre que sigue prófugo, habría escrito al hijo de su expareja contándole que "se despida de su madre". La víctima Castro se encuentra en grave estado con un pulmón perforado, pero presentó leves mojoras.

Jueves, 21 de septiembre de 2017 21:26

"¿Ya se murió? Si no se muere entro a esa casa y prendo fuego a todos", fueron las palabras del policía del Servicio Penitenciario Pablo "Chacal" Mamaní Luzcubir (que permanece prófugo) a través de un llamado telefónico a la casa de su víctima Romina Castro, luego de atacarla de cinco balazos y dejarla internada en grave estado en el hospital Pablo Soria.

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"¿Ya se murió? Si no se muere entro a esa casa y prendo fuego a todos", fueron las palabras del policía del Servicio Penitenciario Pablo "Chacal" Mamaní Luzcubir (que permanece prófugo) a través de un llamado telefónico a la casa de su víctima Romina Castro, luego de atacarla de cinco balazos y dejarla internada en grave estado en el hospital Pablo Soria.

El "Chacal" Mamaní Luzcubir, como le gusta que sus vecinos del barrio San Pedrito lo llamen, atacó por segunda vez a su expareja Romina Castro, quien también es efectivo del Servicio Penitenciario. Tres meses atrás había intentado degollarla y la apuñaló tres veces, quien de milagro salvó su vida.

Desde aquel entonces, el efectivo policial Mamaní Luzcubir fue detenido, luego liberado y la Justicia ordenó un cerco perimetral y custodia permanente en el domicilio de Castro, quien vive con sus dos hijos de tres y 14 años y su madre María Vázquez en una vivienda de la calle Diagonal Este del barrio Cuyaya.

Desde ese 21 de abril las cosas empeoraron para Castro. Decidió no salir más de su casa a menos para ir a trabajar por temor a volver ser atacada por su expareja. Su vehículo fue destruido cuatro veces y las llamadas telefónicas de amenazas de muerte cada vez eran más constantes.

Romina Castro realizó más de una decena de denuncias en contra de su expareja, tanto en la seccional 4§ de Cuyaya como en la Unidad Regional N§ 1 y pese a ello, el hombre fue detenido por 30 días y luego recuperó su libertad.

"El lunes último él (Mamaní Luzcubir) le mandó un mensaje a mi nieto y le dijo que se despida de su madre, porque no la iba a ver nunca más", le dijo a nuestro medio María Vázquez, madre de Ivana Castro.

El miércoles último "el Chacal" permaneció oculto en uno de los pasillos de los monoblocks del barrio Cuyaya, algunos vecinos lo vieron desde las 14. Había dejado su motocicleta tipo cross de color roja a unos 80 metros y cuando Romina Castro salió de su casa a guardar el auto en la cochera, y cuando bajaba las escaleras Mamaní Luzcubir se le acercó y disparó al menos cinco veces a una distancia de tres metros aproximadamente. Dos proyectiles de los cinco que ejecutó el policía penitenciario impactaron sobre la espalda de la víctima, uno le perforó el pulmón y provocó que cayera desvanecida, sin antes pedir ayuda a su madre.

El hombre huyó del lugar, se subió a su motocicleta y luego de 50 minutos llamó (desde un teléfono público) a la casa de su expareja y preguntó con toda frialdad, si ya había muerto.

Romina Castro se encuentra internada en grave estado y su estado de salud tuvo una leve mejoría, según el parte médico de ayer.

 

“Impunidad total”

 

Pablo Mamaní Luzcubir (30) “es un hombre extremademente violento. Mi hija me contó que una vez le pegó a su mamá delante de ella. Es padre de una beba pero con otra mujer, quien también lo denunció por violencia de género meses atrás”.

Su situación laboral en el Servicio Penitenciario estaba al borde del colapso, cuenta con innumerables apercibimientos sobre su conducta disciplinaria y es por eso que no estaba yendo a prestar servicios. Intentaba retirarse de la fuerza y seguir percibiendo haberes. 

Lo que resta determinar es si el arma con la que atacó a su expareja es reglamentaria, desde la fiscalía de Investigación Penal de turno se aguardan los informes de los efectivos de Criminalística que trabajaron en el lugar. 

Lo llamativo del lamentable episodio es que “sus familiares veían venir este desenlace, el hombre actúa con total impunidad, se cree intocable solo por ser policía”, dijo una mujer amiga de Castro, quien no quiso dar su nombre por temor a represalias. 

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