El efectivo del Servicio Penitenciario, Pablo Emanuel Mamaní Luzcubir (30), que el martes último atacó a su exnovia (también funcionaria policial) a tiros dejándola en grave estado, decidió entregarse ante el fiscal de Investigación Penal N° 4 Aldo Hernán Lozano, junto a su abogado defensor Roberto Alemán en la jornada de ayer alrededor de las 13.40.
inicia sesión o regístrate.
El efectivo del Servicio Penitenciario, Pablo Emanuel Mamaní Luzcubir (30), que el martes último atacó a su exnovia (también funcionaria policial) a tiros dejándola en grave estado, decidió entregarse ante el fiscal de Investigación Penal N° 4 Aldo Hernán Lozano, junto a su abogado defensor Roberto Alemán en la jornada de ayer alrededor de las 13.40.
"Chacal" Mamaní Luzcubir era intensamente buscado por los efectivos de la Brigada de Investigaciones desde que atacó de cinco disparos a su exnovia, en uno de las escalinatas de los monoblocks de la calle Diagonal Este del barrio Cuyaya.
Roberto Alemán, su abogado, dialogó con el Tribuno de Jujuy y dijo que "los familiares de Pablo Mamaní Luzcubir lograron convencerlo que se entregara a la Justicia. El fue por sus propios medios y se labró el acta correspondiente, en donde solicitamos que se le haga un examen psíquico y médico para determinar las condiciones en que se encontraba mi defendido". Pablo Mamaní Luzcubir decidió entragarse ante el fiscal de Investigación Penal N° 4 Aldo Lozano antes de las 14 y fue trasladado a la sede de la Brigada de Investigaciones, donde quedó detenido.
Quedó imputado por "homicidio doblemente calificado por la calidad de la víctima y violencia de género", es por eso que la causa fue direccionada a la Fiscalía de Investigación Penal N° 8 a cargo de Alejandro Bossatti, que se especializa en casos de violencia de género
Desde principios de año no se desempeñaba en actividad en la fuerza de seguridad provincial, es que justamente estaba siendo examinado psíquicamente recomendado por la misma fuerza, le dijo a nuestro medio Alemán.
Mamaní Luzcubir tenía un aspecto de cansancio y los ojos desorbitados cuando se hizo presente en la oficinas del Ministerio Público de la Acusación, no le había dicho a sus familiares donde permaneció oculto desde el martes pasado, pero sí les había manifestados sus deseos de quitarse la vida, luego de haber cometido el terrible hecho.
El abogado de el efectivo penitenciario cree que en los últimos tiempos ocurrieron una sumatoria de situaciones que lo afectaron sensiblemente para terminar disparando a quemarropa a su exnovia, quien se había alejado de él, justamente por los hechos de violencia que este ejercía sobre ella.
El hombre días atrás había organizado una reunión familiar, en donde se mostró "daditativo y cariñoso" con ellos, les había dicho cuanto los quería y había vaticinado una despedida. Había dicho que nunca más lo iban a volver a ver. Sus familiares se preocuparon pero nunca creyeron que terminaría de esta manera.
Perfil de hombre muy violento
DETENIDO. “CHACAL” PABLO MAMANÍ LUZCUBIR.
“Chacal” Mamaní Luzcubir tiene en sus antecedentes penales incontables denuncias por ejercer violencia sobres sus exparejas.
En la semana fue citado junto a su abogado para tomar conocimiento de una audiencia preliminar por “obligar” a su exnovia a subirse a una motocicleta, bajo las amenazas de asesinar a la hija de ésta y llevarla hasta un hotel alojamiento de la avenida Almirante Brown y atacarla a golpes e intentar asesinarla cortándole la respiración con una almohada; gracias a la intervención del conserje del lugar, la mujer salvó su vida. Este hecho por el que será traído a juicio data del mes de agosto del 2013 y otro hecho de violencia denunciado por la misma mujer, pero en su domicilio.
Mamaní Luzcubir fue padre cuando aún cursaba el quinto año del Colegio Nacional Nº1, y denunciado al menos 11 veces por la madre de su hija, quien se separó luego de que este ejerciera extrema violencia física sobre ella y sus familiares que intentaban intervenir en la situación.
Además fue apartado de su cargo tiempo atrás por protagonizar severos problemas de conducta hacia los internos que debía cuidar y sus propios compañeros de trabajo. Además de perseguir en incontables oportunidades a Romina Castro, su última víctima.
Marcharon para pedir justicia
Romina Castro, además de ser funcionaria policial y madre de una niña de 3 y un joven de 14 años, era integrante de una murga del barrio Cuyaya, antes de conocer a su victimario Pablo Mamaní Luzcubir.
Sus participaciones dejaron de ser asiduas desde que el hombre la amenazó de muerte y luego de atacarla a puñaladas en la puerta de su casa el mes pasado de abril.
Miriam Peralta y Carla Farfán son amigas de Romina Castro y junto a un centenar de personas decidieron marchar en la jornada de ayer por distintas calles de nuestra ciudad, para pedir justicia.
“Es una persona intensa, una mujer que peleó siempre por sus sueños. En este momento está peleando por su vida”, dijo Peralta.
“Sabíamos que el hombre estaba denunciado y Romina tenía que tener custodia policial que nunca se la dieron. Este hombre es un femicida, tiene que estar condenado por todos los daños que causó, no solo por lo que le hizo a Romina, sino también por lo que le hizo a otras mujeres, tenemos entendido”, dijo Farfán.
Romina Ivana Castro se encuentra alojada en grave estado en la sala de cuidados intensivos del hospital “Pablo Soria”, uno de los cinco proyectiles que impactaron en su espalda comprometió uno de sus pulmones y el parte médico de la jornada de ayer había dado cuenta que se mantiene estable, con pronóstico reservado.
Fue atacada a tiros el martes pasado a las 2015 en la puerta de su casa por su exnovio, cuando salió de su casa para guardar su auto en la cochera del barrio Cuyaya.