Luego de extensas reuniones, debates y exposiciones en todo el país, los legisladores lograron llevar al recinto el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La iniciativa fue debatida durante varios meses en el Congreso de la Nación, donde finalmente quedó trunco, tras el rechazo de 38 senadores, el 8 de agosto.
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Luego de extensas reuniones, debates y exposiciones en todo el país, los legisladores lograron llevar al recinto el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La iniciativa fue debatida durante varios meses en el Congreso de la Nación, donde finalmente quedó trunco, tras el rechazo de 38 senadores, el 8 de agosto.
La Cámara baja le dio media sanción al proyecto que proponía la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación, que debería atenderse en todas las instituciones públicas y privadas de salud, dentro del Programa Médico Obligatorio, como una prestación básica de salud. Los impulsores del proyecto alegaron que en el país hay entre 47 mil y 52 mil hospitalizaciones al año a consecuencia de abortos clandestinos mal realizados, y decenas de mujeres (43 en 2016, según estadísticas oficiales) mueren por esa causa.
Quienes están en contra del proyecto de ley argumentaron, entre otras cosas, que aumentarán las cifras de interrupciones voluntarias del embarazo. Sin embargo, la evidencia dice otra cosa: "Restringir el acceso al aborto no reduce el número de abortos", explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los datos de interrupciones de embarazo a nivel mundial. Esta organización asegura que el 25% de los embarazos en el mundo acaban en aborto provocado.
Con el rechazo, el proyecto no pudo volver a ser tratado este año parlamentario, aunque los promotores de la ley se enorgullecen de haber instalado el debate en la sociedad y, probablemente, forme parte de la agenda de la campaña electoral de 2019.
Más allá del fracaso en la aprobación del proyecto, se debe destacar la capacidad de movilización de las mujeres argentinas en defensa de sus derechos.
El 2018 quedará marcado a nivel mundial. Argentina ha sido unos de los pocos países que logró llevar este tema a debate en el recinto, y esto fue histórico.