TILCARA (Corresponsal) Lo etéreo, pero no lo inmaterial, rige la obra de Pascale Poulin que se haya expuesta en las salas del Capec. "La ciencia", escribió Leonardo Da Vinci, "es una segunda creación realizada por el discurso; la pintura es una segunda creación realizada por la fantasía", a lo que, agrega, que así "la mente del pintor se transmuta en una similitud de la mente divina".
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TILCARA (Corresponsal) Lo etéreo, pero no lo inmaterial, rige la obra de Pascale Poulin que se haya expuesta en las salas del Capec. "La ciencia", escribió Leonardo Da Vinci, "es una segunda creación realizada por el discurso; la pintura es una segunda creación realizada por la fantasía", a lo que, agrega, que así "la mente del pintor se transmuta en una similitud de la mente divina".
Para ejercer ese derecho, el artista debe pulir sus herramientas, que son sus manos, procurando que respondan a aquello que manda su espíritu, que para hacer algo digno de ser contemplado, debe pulir a su vez. Pero esas creaciones no parten de la nada. En las zonas de nebulosa casi onírica de los cuadros de Poulin, como al despertar de un sueño, se dibujan figuras que reconocemos, pero sin concederles el total derecho de configuración.
La tensión entre lo que se desvanece y lo que aparece es constante, y acaso participan de ello los títulos de sus cuadros: poema casi chino, tierra lunar / tierra solar, azul tormenta, azul torrente, flor de piedra sobre planeta mar, vecina/o o diabla/o?, pero también por cerros que se escurren entre nubes, sin resignarle a la nube una materialidad menor al cerro, por una mirada azul, y acaso siniestra, que nos mira desde machas y redes, por una Virgen que reza ante un mundo en el que apenas se proyecta como un humo la sombra del Diablo, o un diablito cuya sombra es un chivo.
“ELEMENTOS NATURALES”/ LA EXPOSICIÓN ESTÁ ABIERTA AL PÚBLICO EN TILCARA.
Como en la buena poesía, de todos modos, no todo lo que se dice está dicho. Algunas veces son susurros, otras son silencios entre palabras que permiten que el espectador complete e imagine, que nos ceden el don de la creación para que seamos, a nuestra vez, también "similitud de la mente divina", y que tal vez, entonces, no hagamos sino lo mismo que en la vida, armando de entre los estímulos de las sensaciones un mundo que creemos que es la realidad.
La obra se podrá ver en el Centro Andino para la Educación y la Cultura (Capec) y será una buena ocasión para acceder al singular mundo que Pascale Poulin tituló "Elementos Naturales".