A partir de ayer el nuevo vicario general de la Diócesis de Jujuy es el padre Víctor Acchura. La toma de juramento se realizó en el Obispado de Jujuy a cargo de monseñor Daniel Fernández.
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A partir de ayer el nuevo vicario general de la Diócesis de Jujuy es el padre Víctor Acchura. La toma de juramento se realizó en el Obispado de Jujuy a cargo de monseñor Daniel Fernández.
Estuvieron presentes sacerdotes del consejo presbiteral y la secretaria canciller Myriam de Aldapi.
"Es un oficio eminentemente de colaboración y ayuda hacia el obispo. Sería como el presbítero que está para poder brindar siempre la voluntad y la inteligencia del obispo en las cosas que hay que realizar", destacó el padre Víctor sobre su cargo.
Además señaló que "asumo con mucha alegría este nuevo oficio, lo ejerzo desde la mañana de ayer y también se dio a conocer mi nuevo destino que es la parroquia de El Carmen a la que ya estoy yendo dos veces a la mañana y dos a la tarde; hasta este momento como administrador parroquial pero a partir del 2 de enero seré el párroco de El Carmen. Son dos oficios y espero que haya un lindo proceder de Dios en todo y lo tomo como un momento del Señor para su gloria".
Nuevos destinos parroquiales
Y es que el obispo ayer también hizo público el nombramiento del padre Víctor Acchura en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la localidad homónima, y del padre Antonio Hernández (anterior vicario) al frente de la parroquia Inmaculada Concepción de María de Perico (donde actualmente se desempeña el padre Víctor).
La toma de posesión de los nuevos párrocos será el 2 y 3 de enero.
"La Diócesis augura a los nuevos párrocos y al nuevo vicario general una fecunda labor pastoral y reza por ellos", dijeron en un parte.
Contexto complicado
El padre Víctor tendrá una intensa tarea dado que la comunidad carmense y toda la Diócesis quedaron conmocionadas tras conocerse la acusación por abuso sexual contra una niña y corrupción de menores que enfrenta su predecesor, Ricardo "Cocó" Quiroga, quien se encuentra preso. A partir de ello el Obispado le suspendió el ejercicio del ministerio sacerdotal y se puso a entera disposición de la Justicia.