Una historia de terror soportó una pareja de jóvenes de la ciudad salteña de Salvador Mazza, quienes intentaron ayudar a una mujer que era brutalmente agredida en una oscura calle de Villa Las Rosas, un polvoroso barrio de esa localidad fronteriza. La conductora de un vehículo señaló en su denuncia que a la 1.30 estaba llegando al ingreso de Villa Las Rosas cuando advirtió que a la altura de un santuario al Gauchito Gil, una mujer se arrastraba de dolor.
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Una historia de terror soportó una pareja de jóvenes de la ciudad salteña de Salvador Mazza, quienes intentaron ayudar a una mujer que era brutalmente agredida en una oscura calle de Villa Las Rosas, un polvoroso barrio de esa localidad fronteriza. La conductora de un vehículo señaló en su denuncia que a la 1.30 estaba llegando al ingreso de Villa Las Rosas cuando advirtió que a la altura de un santuario al Gauchito Gil, una mujer se arrastraba de dolor.
La conductora detuvo el auto y su acompañante bajó a socorrer a la muchacha, cuando de las oscuridades apareció un hombre y comenzó a patear a la mujer. Allí la joven samaritana increpó al hombre quien detuvo la agresión. Ante la intervención de la pareja, que se interpuso para poner fin a la violencia, el sujeto comenzó a amenazarlos.
La mujer automovilista ante la ferocidad del sujeto hizo ascender a la víctima a su coche, mientras discutía junto a su acompañante con el iracundo hombre. Este hecho provocó la ira total del sujeto, quien pretendía que la mujer bajara del automóvil y se fuera con él para evitar que lo denunciara. Ante la persistencia de la pareja, el agresor arremetió contra ellos y no solo trató de agredirlos física y verbalmente, sino que enfurecido desenfundó un par de pistolas 9 mm y disparó, primero al aire y luego contra el automóvil. Varios de los proyectiles quedaron incrustados en la carrocería del Renault Clio, y uno de ellos impactó en un neumático. A pesar de la intervención de decenas de policías, el sujeto logró huir en la madrugada.
El hombre estaría identificado e informaciones indicarían que logró traspasar la frontera para buscar un aguantadero en la localidad de San José de Pocitos. La causa primigenia por violencia de género se agravó con un delito federal. La pareja que intervino y la mujer víctima estaban a merced del sujeto armado cuando llegaron al lugar familiares directos del agresor, un tal Vargas, y obligaron a la pareja a marcharse, mientras intentaban quitarle las armas al enfurecido sujeto.
Con el automóvil con un neumático inutilizado la pareja y la mujer víctima pudieron llegar a una avenida en busca de ayuda y estacionaron al lado de una garita del personal municipal de Tránsito, que estaban en un puesto de control. Minutos después, cuando intentaban llamar a la Policía, apareció nuevamente el sujeto montado en una motocicleta. El hombre identificado como Maximiliano Vargas sacó de entre sus prendas un arma de fuego 9 mm y apuntó contra la mujer y le dijo: “Te voy a matar” y realizó varios disparos. Personal de la Comisaría 40 llegó hasta donde se encontraba la pareja que intentó salvar a la mujer y con los datos aportados salieron en busca del irascible sujeto.
La Policía rodeó un inmueble donde el sujeto se hallaba atrincherado junto a la mujer, pero logró darse a la fuga por el fondo de la casa.