El pasado viernes se vivió a puro color y alegría, "La Noche de Jujuy", en el marco del evento federal denominado La Noche de las Casas, en donde todas las representaciones provinciales, ubicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, abren sus puertas para mostrar producción, gastronomía, música, danzas, plástica y demás.
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El pasado viernes se vivió a puro color y alegría, "La Noche de Jujuy", en el marco del evento federal denominado La Noche de las Casas, en donde todas las representaciones provinciales, ubicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, abren sus puertas para mostrar producción, gastronomía, música, danzas, plástica y demás.
La Casa de Jujuy en Buenos Aires participó nuevamente de este encuentro, montando un escenario en Carlos Pellegrini y Santa Fe, uno de los puntos neurálgicos de la gran ciudad.
El Tribuno de Jujuy estuvo en la ciudad capital realizando la cobertura especial de tan destacado evento.
Dando un marco institucional, Canava y Xuma acompañaron el acontecimiento, mostrando su producción e hidratando al público, respectivamente. Por otro lado, Alejandro Condorí pintó en vivo las letras de la marca institucional y Marilí Vera expuso cuadros en avenida Santa Fe 967.
Pero, como ocurre cada año, el centro de atención se lo llevó el escenario, donde, pasadas las 19, Marcelo Ponce dio inicio al espectáculo, presentando a La Kostumbre, que a pura fiesta tropical iba despertando la alegría jujeña.
Luego se sumaron a la conducción Tatiana Chaile y Julio Cerrizuela para darle continuidad a la gran celebración jujeña. Luis Bravo Génesis Aymara, Tati Domínguez y el ballet "Mama Pacha" despertaron añoranzas, llevando el folclore de nuestra tierra.
Uno de los grupos más pedidos por el público, para este evento, es La Yugular, quienes siguieron en el desfile de artistas, haciendo bailar a la gran cantidad de comprovincianos y visitantes que acompañaron la noche.
Cumpliendo cuarenta años con la música, previo a una gira por la región andina, Adrián, Débora y Los Dados Negros fueron uno de los grupos que exaltaron la alegría jujeña. Con clásicos de su repertorio y nuevas interpretaciones, hicieron que el público cante, baile, grite, salte, en fin, dé rienda suelta a la alegría.
El cierre fue, cuanto menos, emotivo. Reunió en el escenario talento, trayectoria, historia, mística en el acordeón y erke de Fortunato Ramos y en caja, guitarra y voz profunda de Tomás Lipán. Recitados, zambas, cuecas, taquiraris, bailecitos y el tradicional carnavalito fueron los matices para cerrar un nuevo encuentro de pura impronta jujeña.
Con algo más de una hora de actuación, tanto Lipán como Ramos renovaron el cariño mutuo que existe entre ellos y el público, que a viva voz pedía que no se vayan, que prolonguen la fiesta.
No faltaron en la noche las empanadas y tamales, característicos en nuestra gastronomía. También se hizo presente la saratoga, tradicional bebida en las honras a la Madre Tierra y el carnaval. El encargado de prepararla e invitarle al público fue Héctor Silvestre, gran transmisor de nuestras costumbres.
Cabe destacar que las agrupaciones de residentes jujeños en Buenos Aires se congregan masivamente en esta velada, para acompañar a la institución en el objetivo de mostrar la cultura jujeña.
Al finalizar, Ester Delgado, directora de la Casa de Jujuy, agradeció a todos los jujeños por hacer posible esta fiesta.