La historia y la experiencia, esta vez son parte de la propuesta teatral, que se sale de lo netamente ficcional, para llevar a sus creadoras y a sus espectadores a un estadío diferente como público.
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La historia y la experiencia, esta vez son parte de la propuesta teatral, que se sale de lo netamente ficcional, para llevar a sus creadoras y a sus espectadores a un estadío diferente como público.
Mañana a las 21, se repone en La Mar en Coche Multiespacio (Puna 173, barrio San Pedrito), la obra "Mis muertos, abriendo el ritual", que propone "recorrer un camino colectivamente para hacer un encuentro-despedida que nos ayude a volver a sentirles (a nuestros muertos); desde las raíces que nos atraviesan", explican las artistas sobre esta puesta.
La obra nace a partir de que la actriz Fabiola Quintos gana una beca de creación del Fondo Nacional de las Artes, y convoca a Flavia Molina para la dirección, hace dos años. "La idea era poder revivir estos rituales que nos hacen acercar de alguna manera a nuestros muertos, por ejemplo, con la mesa de las ofrendas", explica Quintos en conversación con nuestro diario.
"Me interesaba la idea de hacer una despedida colectiva, y después de convocar a Molina, fuimos conformando una grupalidad de once mujeres, donde Marcela Cura está a cargo de la estética y la imagen; y Verónica Nadal hace toda la poética de luces", comenta.
"Para nosotras fue muy importante que nos acompañen desde la música, Eugenia Mur, que aparte es prima mía, porque tenemos un recorrido vivencial muy parecido, y hay música que atraviesa nuestra familia en momentos de despedida y en momentos de alegría que están en la escena", continúa mientras da cuenta del proceso de creación de este trabajo. "También está Valeria Herrera, que es otra prima, que le hace una canción a su mamá - que es mi madrina-, y que falleció muy joven", continua.
ONCE MUJERES QUE LLEVARON SUS MUERTOS A ESTE PROCESO CREATIVO
En las actuaciones se suman Gabriela Bertolone, Nadia Haru, y desde la danza y la música Paula Sánchez y Gabriela Delfín.
En el recibimiento actúan Flavia Molina y Adela Toconás (estudiante del profesorado que se suma al elenco).
En suma, se trata de un elenco concertado con artistas de distintos grupos como Espacio Herético, Epa!, Lomarika, Danzas Noa y La Mar en Coche.
"Somos once mujeres que en aquel entonces habíamos planificado hacer dos funciones, y al final ya tenemos dos años en escena", comenta la actriz, incluso la presentaron en Tilcara, Perico, Salta, Tucumán.
Una despedida sanadora
"Es un trabajo que nos encontró, que se fue gestando de a poco, pero que la terminaron de completar todas estas mujeres, donde vamos a nuestras raíces, vamos a pensar cómo se hacían antes estos rituales, e invitamos al público a transitar esta despedida de una manera sanadora, no sólo desde la tristeza, sino también de la alegría de poder recordar a nuestro ser querido", dice sobre la finalidad de este trabajo artístico.
"Lo que tiene de particular el montaje de este trabajo, es que al principio lo tomamos como algo performático, es que los espectadores, no solamente lo transitan en emociones sino que caminan en diferentes espacios del lugar donde actuamos. Este sábado a las 21, van a recorrer todos los espacios de La Mar en Coche, y van a poder escuchar las músicas y las voces, ver la teatralidad, sino también van percibir olores. Todo eso te hace vibrar de alguna manera especial, para poder hacer una despedida de algo que nos haya quedado", explica.
FLAVIA MOLINA INVITA A LOS ESPECTADORES AL RITUAL.
Por otra parte, la vivencia y la cultura es tan fuerte, que se transforma en "un trabajo colectivo en el que todas estas mujeres de distintas disciplinas del arte, traen sus propias historias, a una obra que nació desde la historia de mis muertos, que fui compartiendo, y cada una desde sus artes fue trayendo a sus muertos. Incluso, en un momento de la obra, le preguntamos al público con quien quieren danzar, a quien quieren recordar, y el público se vuelve activo.", detalla Quintos, "muchas veces me pasó que la historia de mi papá, era la historia de muchos papás, y entonces entendemos que mis muertos no son mis muertos, sino los muertos de todos y todas".
"El espectador va a vivir una experiencia teatral distinta. El público se va ir sintiendo algo, seguro", promete la artista. Y concluye: "Es un ritual para tenerlo vivo, porque nos ayuda a sanar, pero también es nuestra historia. Nuestra historia está viva y en el teatro".
"Invitamos a vivir esta experiencia, porque es un trabajo muy poderoso. Nosotras el día de la función nos juntamos temprano para ir a armar todo, eso ya es un ritual, el preparado de todo, porque cada lugar adonde fuimos, se transforma, para que el espectador viva una experiencia con todos sus sentidos", dijo para finalizar.
Las entradas generales son de $1500, y anticipadas (al Whatsapp 3884334389) , estudiantes y jubilados: $1000