La relación con el agua es profunda y variada, desde la relajación en la piscina hasta la serenidad de un baño caliente. Sin embargo, esta conexión líquida no siempre es benigna, especialmente cuando se trata de los oídos. La sensación de agua atrapada en el oído puede ser molesta, a veces incluso incómoda. Pero, ¿cómo enfrentamos este desafío sin comprometer nuestra salud auditiva? Médicos expertos en salud ocular nos exponen una solución.
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La relación con el agua es profunda y variada, desde la relajación en la piscina hasta la serenidad de un baño caliente. Sin embargo, esta conexión líquida no siempre es benigna, especialmente cuando se trata de los oídos. La sensación de agua atrapada en el oído puede ser molesta, a veces incluso incómoda. Pero, ¿cómo enfrentamos este desafío sin comprometer nuestra salud auditiva? Médicos expertos en salud ocular nos exponen una solución.
Según el portal Promofarma, la exposición al agua no se limita solo a los momentos de inmersión; duchas, deportes acuáticos y simplemente estar bajo la lluvia también pueden llevar el agua a nuestros conductos auditivos. Cuando esto sucede, la sensación de cosquilleo en el oído puede ser la primera señal de advertencia. A veces, este cosquilleo se extiende, llegando a la mandíbula o la garganta, acompañado de dificultades para escuchar o la percepción de sonidos atenuados.
De acuerdo con los médicos de Medline Plus, el agua atrapada en el oído encontrará su propio camino para salir, aliviando gradualmente cualquier molestia. Sin embargo, en ocasiones, esta liberación no ocurre tan suavemente como esperamos, lo que puede llevar a preocupaciones adicionales, como la posibilidad de una infección. Una infección en el canal auditivo externo, conocida como otitis externa, puede ser el resultado no deseado de agua retenida. La necesidad de abordar adecuadamente esta situación es clara, tanto para evitar incomodidades como para salvaguardar nuestra salud auditiva en general.
Sacudir el Lóbulo de la oreja afectada
Uno de los consejos más simples, pero a menudo efectivos es sacudir ligeramente el lóbulo de la oreja afectada. El portal de Healtline recomienda inclinar la cabeza hacia el lado y mover la oreja en una dirección, lo que puede facilitar la salida del agua retenida. Si este método no surte efecto inmediato, se puede intentar acostarse hacia el mismo lado durante unos minutos. Este simple movimiento puede permitir que el agua fluya naturalmente y aliviar la sensación de obstrucción.
Crear Vacío con la mano
Crear un vacío en el oído puede ser una solución efectiva para expulsar el agua acumulada. Al apoyar la palma de la mano sobre la oreja, se forma un sello hermético. Al inclinar la cabeza y aplana y ahueca la mano rápidamente, se crea y deshace el vacío en el canal auditivo. Este proceso fomenta la expulsión del agua retenida y puede ser especialmente útil cuando otros métodos no funcionan.
Gotas para los oídos como ayuda
Las gotas para los oídos son otra opción para liberar el agua y prevenir complicaciones. Estas gotas pueden ablandar el cerumen, facilitando la salida del agua. Además, existen gotas repelentes prescritas que previenen la entrada de agua en los oídos y reducen el riesgo de infecciones. Para aquellos interesados en evitar la entrada de agua sin consulta médica, los tapones para los oídos disponibles en farmacias son una alternativa confiable.
Usar más agua para liberar el agua
Un enfoque interesante es utilizar más agua para eliminar el exceso de agua. Los médicos de Healtline recomiendan que al acostarse de lado, se puede verter agua en la oreja afectada usando un cuentagotas limpio. Luego, inclinarse hacia el lado opuesto permitirá que el agua acumulada se libere de manera rápida y sencilla. Este método imita el proceso natural de liberación del agua y puede ser efectivo para aliviar la obstrucción.
Evitar productos no recomendados
Es fundamental evitar el uso de bastoncillos de algodón u otros objetos para limpiar los oídos, ya que pueden ser perjudiciales y empujar el agua más profundamente. Del mismo modo, productos como agua oxigenada o secadores de pelo a alta temperatura deben evitarse, ya que pueden causar daños en el canal auditivo y el tímpano. Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de intentar cualquier método no convencional.