Hace cuatro años el oficialismo viene poniendo sobre la mesa de debate la idea de tratar la reducción de la jornada laboral. Siete proyectos se presentaron a lo largo de ese tiempo, pero nunca llegaron a entrar en diálogo real. Ahora hay fecha establecida y mañana, finalmente, se reunirá la Comisión de Legislación del Trabajo para iniciar el debate en la Cámara de Diputados. Se trata de un debate que no se da hace dos décadas en la Argentina.
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Hace cuatro años el oficialismo viene poniendo sobre la mesa de debate la idea de tratar la reducción de la jornada laboral. Siete proyectos se presentaron a lo largo de ese tiempo, pero nunca llegaron a entrar en diálogo real. Ahora hay fecha establecida y mañana, finalmente, se reunirá la Comisión de Legislación del Trabajo para iniciar el debate en la Cámara de Diputados. Se trata de un debate que no se da hace dos décadas en la Argentina.
A menos de un mes de las elecciones, el oficialismo sigue impulsando medidas en el cierre de campaña. El jueves, por ejemplo, podría convertirse en ley la eliminación del Impuesto a las Ganancias para un grupo de trabajadores.
Son muchos los países que ya implementaron la jornada laboral reducida. En ese aspecto, la ministra de Trabajo, “Kelly” Olmos respaldó la propuesta y señaló que “Argentina ha quedado muy retrasada al establecer todavía desde la década del treinta 48 horas de jornada laboral”.
Proyectos para reducir la jornada laboral
La Comisión de Legislación del Trabajo llamó a reunión informativa y se acordó no firmar ningún dictamen aún. Se reunirán Olmos; la embajadora de Chile, Bárbara Figueroa Sandoval; Cristina Faciaben, secretaria Internacional, Cooperación y Migraciones de Comisiones Obreras de España, representantes de la CGT, CTA de los Trabajadores y CTA Autónoma, especialistas de la Unión Industrial Argentina, y de la Corriente de Abogados Laboralistas 7 de julio.
De los siete proyectos, cinco fueron presentados por el oficialismo, uno por Nicolás del Caño y, el último, por Enrique Estévez. Si bien todos ellos serán puestos en cuestión, tres lograron una mayor repercusión.
Uno de los proyectos fue impulsado por el diputado Hugo Yasky y propone una semana laboral de cuatro días con jornadas que no superen las ocho horas diarias o cuarenta semanales. Para Yasky, “la reducción de la jornada laboral implica un aumento en los beneficios para el sector empleador que verá incrementada la productividad del trabajo”.
El texto presentado por Claudia Ormachea propone una semana laboral con jornadas de hasta seis horas diarias y un tope de 36 horas semanales. La diputada por el Frente de Todos argumenta una pérdida en el poder adquisitivo de los trabajadores pese a las extensas cargas horarias.
El tercer proyecto estuvo a cargo del diputado Sergio Palazzo y coincide con el de Ormachea al plantear un tope semanal de 36 horas. Propone, en cambio, que las jornadas laborales no sean superiores a ocho horas en tanto no se trabajen más de cuatro días a la semana.