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Dos años con proyecto de conservación de queñoas

Investigadora del Conicet se unió a puneños, y generan semillas y plantines de la especie para reforestar.
Martes, 26 de septiembre de 2023 00:20

Ante la constante disminución de la queñoa, la especie forestal andina afectada por el sobrepastoreo y cambio climático, una investigadora del Conicet impulsó un proyecto que ayer cumplió dos años de recuperación, sumando voluntades con éxito. Con escuelas y pobladores puneños reprodujo semillas y cultivó plantines, y todos se preparan para plantar en época de lluvias en la Puna.

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Ante la constante disminución de la queñoa, la especie forestal andina afectada por el sobrepastoreo y cambio climático, una investigadora del Conicet impulsó un proyecto que ayer cumplió dos años de recuperación, sumando voluntades con éxito. Con escuelas y pobladores puneños reprodujo semillas y cultivó plantines, y todos se preparan para plantar en época de lluvias en la Puna.

Con años de investigación en las cinco especies de queñoa, la doctora en Biología e investigadora del Conicet, Erica Cuyckens, celebró el sostenimiento del titánico "Proyecto Queuña" por el origen quechua, con el que aspira obtener fondos para dar seguimiento a las ya exitosas iniciativas de conservación y reforestación de una de ellas. Cuyckens es bióloga, se doctoró en la Universidad Nacional de Salta, es investigadora del Conicet, y se desempeña en el Instituto de Ecoregiones Andinas, cuyo lugar de trabajo es la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju).

Precisó que en realidad en Jujuy hay cinco especies, y aunque hacía estudios de ecología, de bosques y otros aspectos biológicos trabaja para la recuperación de la Polylepis tomentellade, la más amenazada en Jujuy. Fue por una visita a la Puna que le permitió tomar contacto con pobladores preocupados por la desaparición de bosques y coincidió en la intención de comenzar a trabajar en su conservación y reforestación. "En realidad todas están amenazadas, porque los bosques se regeneran muy poco y en la mayoría de los lugares hubo sobrepastoreo, un efecto del ganado, un uso desmedido de leña y al ser la única especie que hay en la Puna, si corto y no se regenera se acaba con la población", precisó.

HUANCAR | ALUMNOS DE LA AGROTÉCNICA DE ABRA PAMPA PLANTANDO QUEÑOA

Según explicó, las semillas germinan muy poco, de cien nacen dos o tres árboles, tienen alta mortandad en el primer año de vida, son de crecimiento muy lento, unos milímetros por año en diámetro y pocos centímetros en altura. Sostuvo que otro factor que la afectó fue su uso para hornos de fundición en muchos establecimientos mineros pequeños de otras décadas.

Comenzaron a trabajar con alumnos de Tabladitas, a unos kilómetros de Abra Pampa y al año pasado se sumó la profesora Josefina Ramos de la Agrotécnica de esa cabecera, a quien proveyeron de semillas y en el día nacional del árbol los plantaron en el Huancar. También trabajan con un poblador del paraje Muñarita, quien produjo 2.000 plantines en Abra Pampa. El objetivo a corto plazo es plantarlos en época de lluvia, con la idea de que ellos elijan, siempre que en la zona haya la misma especie para no mezclar.

En la queñoa la flor es polinizada por el viento y si bien en verano los árboles producen muchas semillas, con la dispersión no llegan a más de seis metros. No favorece el ganado, ya que cuando surgen las hojas se convierten en su alimento, un sobrepastoreo ya estudiado, y se espera que se agrave con el cambio de régimen de lluvia a raíz del cambio climático.

"La única forma que la Puna se prepare para el cambio climático es plantando queñuas", sostuvo la bióloga, asumiendo que si bien es una opción el olmo siberiano, no es lo mismo porque no es nativo. Cuyckens intentó producir plantines en San Salvador pero las condiciones climáticas no eran aptas, pero sí tuvieron éxito en la Agrotécnica de Abra Pampa, en un invernadero de la localidad a cargo de un poblador, y una escuela de Rumi Cruz donde se lograron 600 plantines, a la que se le aportó el plástico.

INVERNADERO PUNEÑO

Explicó que con la Provincia tuvieron un convenio en 2022, pero consideró que fue reducida la ayuda debido a que no le significaba fondos; y con el Conicet lograron fondos mediante el Proyectos de Investigación Bianual para investigadores, asistentes y adjuntos (Pibaa), pero con la inflación quedó reducido. Por ello se proponen gestionar financiamiento del exterior y a la vez afianzar un compromiso sólido de todos los actores, de modo que luego de plantar las semillas no se las deje mucho tiempo, se las riegue lo necesario, y se mantenga la clausura del lugar en el tiempo, para protegerla del ganado.

"No alcanza con plantar el árbol, hay que cuidarlo", explicó. Precisó que se gasta en transporte, clausurar el lugar, organizar la gente para juntar semillas, e insumos para el invernadero, plástico, herramientas y bolsas.

Debido a que la queñoa es una especie andina que se extiende desde Venezuela, hay casos de éxito en Perú y en Córdoba, que tratan de imitar adaptándola a las especie local que se diferencia de esa provincia. Destacó que en Jujuy tuvieron éxito con la Agrotécnica de Abra Pampa y con la de Tabladitas con más foco en educación, y las experiencias de Misa Rumi y Muñarita.

 

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