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Alejandro Rivadineira, de La Quiaca a Mar del Plata

El nadador logró buenos tiempos y se ilusiona con poder seguir creciendo en  un deporte que lo inicio por prescripción médica.  
Jueves, 28 de septiembre de 2023 10:30

Alejandro Rivadineira vive horas felices. El nadador de La Quiaca tuvo muy buenos tiempos más allá de no hacer podio, pero fue una de las gratas sorpresas para la delegación jujeña en la final nacional de los Juegos Evita.  

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Alejandro Rivadineira vive horas felices. El nadador de La Quiaca tuvo muy buenos tiempos más allá de no hacer podio, pero fue una de las gratas sorpresas para la delegación jujeña en la final nacional de los Juegos Evita.  

Sorprendido por el mar, la ciudad, el representante del Cear le contó a diario El Tribuno de Jujuy que “es mi primera vez que estoy en Mar del Plata, en los Juegos Evita, estoy muy feliz pasándola espectacular”.  

Con 14 años y mucho potencial por seguir desarrollando, Rivadineira resaltó que “en los 50 libres hice un buen tiempo, 31´´69/100”, sin embargo sabe que debe seguir entrenando “estoy bien, debo mejorar bastante, veo el potencial de las otras provincias, pero es solo con entrenamiento”.  

Justamente, para llegar bien a la final nacional, el nadador quiaqueño resaltó que “entrené mucho, de lunes a viernes con los profesores de La Quiaca, dos horas por día, Gaspar Benito y después con un profe de Buenos Aires que me vio y comenzó a darme entrenamientos”.  

Eso sí, al principio costó porque “entreno solo y algunas veces es aburrido, pero después disfruto de esa soledad, aunque en equipo es muy lindo, mis compañeros de viaje me recibieron bien y no me costó acoplarme a ellos”.  

Alejandro Rivadineira comenzó a nadar por una recomendación médica “tenía un problema de salud, el medico recomendó la natación y hace cuatro años comencé, me gustó y no pare, quiero seguir adelante sin parar”.  

Este enamorado del deporte acuático, vergonzoso y de un hablar pausado, tuvo una sorpresa muy grande “íbamos caminando por la peatonal con la profe y los chicos cuando escuchamos desde atrás que me llaman, nos damos vuelta todos y apareció mi hermanita Geraldine y me abrazó y ahí con ella estaba mi mamá Rosse Mary, una sorpresa realmente”.  

Sucede que apenas emprendió viaje rumbo a la ciudad balnearia la delegación jujeña, su madre con su hermana menor cargaron los bolsos en un colectivo y también se vinieron hasta la costa para acompañar y apoyar a Alejandro “un gesto muy lindo y puro de una madre para con un hijo”, opinó Carola Tofino, la entrenadora del equipo jujeño.