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El campeón del pueblo y un hijo del destino

Domingo, 21 de octubre de 2012 20:04

Hace más de dos años fallecía Guillermo Santillán, hijo del actual campeón argentino de los gallo Diego Ricardo Santillán. A sus tres añitos de edad dejaba el mundo terrenal por consecuencia de una meningitis. Gracias a la familia, su entorno y sobre todo a Dios, el hoy triple campeón sigue adelante y en uno de sus mejores momentos deportivos. Si bien el lugar de un hijo es muy difícil de ocupar, el Campeón del Pueblo encontró en Franco Lamas al changuito que se fue. Traslado el amor que un padre puede volcar en un hi jo.

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Hace más de dos años fallecía Guillermo Santillán, hijo del actual campeón argentino de los gallo Diego Ricardo Santillán. A sus tres añitos de edad dejaba el mundo terrenal por consecuencia de una meningitis. Gracias a la familia, su entorno y sobre todo a Dios, el hoy triple campeón sigue adelante y en uno de sus mejores momentos deportivos. Si bien el lugar de un hijo es muy difícil de ocupar, el Campeón del Pueblo encontró en Franco Lamas al changuito que se fue. Traslado el amor que un padre puede volcar en un hi jo.

Franco tiene 14 años y siempre estuvo al lado de Ricky. “Desde muy chico que estoy con él, lo quiero mucho, lo ayudo en todo y nunca lo voy a dejar”, señala Franco sobre el campeón. Su presencia en la vida de Ricky es muy importante. “Muchas veces reflejo cosas en él del hijo que perdí, y todos los días nos conocemos un poquito más”, dijo Santillán acerca de Franco.

La vida de un boxeador muchas veces suele ser muy singular. Se trata de personas con un pasado difícil en el que la pobreza, el castigo social y los vicios son algunos de los puntos críticos desde los cuales la mayoría parte para llegar a ser grandes campeones, muchas veces campeones de la vida. Y a Ricky Santillán le pasó lo peor que le puede pasar a un padre, con tan solo 23 años perdió a su hijo de tres. Una batalla que lo noqueó, pero que en definitiva él supo asimilar para seguir adelante.

Durante sus 16 peleas como profesional (está invicto con 12 nocaut), Ricky comentó que una sola vez tuvo miedo de subir al ring. Fue justamente quince días después del fallecimiento de su hijo. “Me acuerdo que antes de salir a pelear le comenté a mi señora (Malena) que tenía miedo”, recordó el campeón. De hecho, en esa pela Ricky visitó la lona por segunda vez en toda su carrera. Sin embargo, y pese a estar psicológicamente en otra parte, Santillán sacó su estirpe y terminó ganando el combate por puntos.

En los momentos más difíciles estuvo Franquito, el chico que acompaña a Ricky a todas partes, el mismo que supo jugar con Guillermo en el pueblo de Tartagal. Hoy los une algo más que una amistad. “Para mí es más que un amigo, es como mi papá”, señala Franco. En cada acción diaria ambos tratan de complementarse y se ayudan mutuamente. Se quieren y se respetan, el más chico tiene admiración por el campeón, y éste último trata de inculcarle los mejores ejemplos como un padre haría con su hijo. El próximo 16 de noviembre Ricky se presentará en el estadio Delmi ante Lucas Báez, allí estará Franco Lamas, el hijo que el destino le puso en su camino.

“No me fijo en el rival”
 
El próximo viernes 16 de noviembre el campeón de la triple corona (argentino, sudamericano y mundo hispano) de los gallo recibirá en el estadio Delmi al cordobés Lucas Báez. El combate se dirimirá en la categoría supergallo, a 12 asaltos. La velada será organizada por uno de los pocos promotores nacionales que tiene Salta, Sergio Oliver Clavet. Una noche en la que los salteños podrán ver por última vez en el 2012 a su triple campeón.
El rival de turno para el campeón dista de ser uno de los mejores, el récord de Báez indica que llegará a Salta con 27 peleas, 12 ganadas (7 por KO), 11 derrotas (5 por KO) y 4 empates. En el 2009 perdió frente el salteño Diego Tejerina, quien lo noqueó en el segundo asalto. A pesar de esto último, Ricky no se confía y asegura que “ninguna pelea es fácil, esta como cualquier otra son combates difíciles”, en ese sentido, Santillán sabe que tendrá que estar bien entrenado.
Tras ser consultado por el cordobés oriundo de Villa María, el campeón dijo: “Nunca me interesó fijarme en mis rivales, y no lo digo por agrandado o algo parecido. Aarón (su entrenador) me dice que tal día tengo que pelear y me pongo a entrenar para llegar de la mejor manera”. 
Al momento de expresar un mensaje destinado a su rival, el tartagalense señaló: “A Báez le quiero decir que gane el mejor y creo que ese voy a ser yo porque Dios ya me mandó esa luz que necesito y Báez no me puede ganar”. 
“Nunca me imaginé ser triple campeón con tan pocas peleas. Veo que otros boxeadores tienen muchísimas peleas y no tienen la oportunidad de ir por un título, por eso yo siempre le agradezco a la gente que me tiene: Fabiola y Aaron, porque ellos luchan para llevarme bien”, expresó Ricky y agregó “sabemos que la chance por el título del mundo va a llegar en su momento”.
 
Oreste Nieva, presente
 
Uno de los combates preliminares (profesional) del viernes 16 de noviembre será el que protagonice Oreste Nieva, el boxeador oriundo de Orán que se entrena junto a Santillán y su equipo. Nieva será parte de la velada en el estadio Delmi, con rival a designar. El no tiene problemas: “Le peleo a cualquiera, quiero a los mejores”, señala Oreste Nieva, un hombre que no se cansa de soñar pensando que en algún momento tendrá la chance que el campeón Ricky tuvo en su momento y no la desaprovechó.
Haciendo un gran sacrificio y con muchas ganas de hacer realidad sus sueños, Oreste se traslado desde Orán a Tartagal. Cuenta con un récord de 14 peleas, de las cuales ganó 13 (6 antes del límite) y perdió una, justamente con su actual compañero de entrenamientos, Ricky Santillán, quien lo superó por puntos. 
 
No es suficiente
 
A pesar de ser el único boxeador salteño con tres títulos, Ricky Santillán no cuenta con el verdadero apoyo que una provincia debería darle a sus mejores atletas. Si bien él no lo dice abiertamente, sus condiciones en Tartagal hablan, de alguna manera, de la situación en la que se encuentra. “La mayoría de los boxeadores, sobre todo en Salta, necesita del apoyo del Gobierno. Si se puede sería muy bien venido, de lo contrario seguiremos haciendo todo a pulmón como siempre, junto a Fabiola y el equipo, esfuerzo que nos llevó donde hoy estamos. Por eso el disfrute es doble”, comentó Santillán. El boxeador fue llamado a ser el padrino del Club Atlético Yacui, de fútbol. Su imagen despertó admiración en la comunidad aborigen, en la que algunos de los jóvenes empezaron a practicar boxeo.
 

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