Bruno Leonel Vides era uno más de tantos chicos salteños que patean día a día en canchas precarias de inferiores, sin una estructura firme que lo cuide y lo proteja. La desidia y la indiferencia de quienes debían pulir el diamante en bruto era el común denominador, hasta que un club de Buenos Aires, como pasa en la mayoría de los casos, captó su pasta de crack y su talento, lo “atrapó” y se lo llevo lejos, allí donde tuvo la valoración que merecía.
Y no se equivocó. El pasado viernes, en su debut absoluto en primera división desde el arranque, este humilde salteño de 19 años demostró sus grandes cualidades con la camiseta de Lanús en el empate en Rosario ante Newell’s, el último de Gabriel Schurrer como DT del conjunto del sur bonaerense. Lanús lo acobijó, lo formó en gran parte desde hace dos años y le dio una oportunidad soñada en la elite del fútbol.
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Bruno Leonel Vides era uno más de tantos chicos salteños que patean día a día en canchas precarias de inferiores, sin una estructura firme que lo cuide y lo proteja. La desidia y la indiferencia de quienes debían pulir el diamante en bruto era el común denominador, hasta que un club de Buenos Aires, como pasa en la mayoría de los casos, captó su pasta de crack y su talento, lo “atrapó” y se lo llevo lejos, allí donde tuvo la valoración que merecía.
Y no se equivocó. El pasado viernes, en su debut absoluto en primera división desde el arranque, este humilde salteño de 19 años demostró sus grandes cualidades con la camiseta de Lanús en el empate en Rosario ante Newell’s, el último de Gabriel Schurrer como DT del conjunto del sur bonaerense. Lanús lo acobijó, lo formó en gran parte desde hace dos años y le dio una oportunidad soñada en la elite del fútbol.
“Es una alegría enorme este presente, para mí y para mi familia, que estuvo en las buenas, y en las malas mucho más. Cuando estaba en las inferiores de Juventud, soñaba y me ilusionaba con vivir algo así, con tener una oportunidad en Primera División. Y cuando uno viene de abajo, tiene otro sabor. A mí me llegó en este momento y ni pienso desaprovechar la oportunidad”, expresó un joven soñador que hoy puede palpar con sus manos una prometedora y auspiciosa realidad. Bruno contó lo que le costó llegar a este lugar, pero que el dolor y la tristeza por el desarraigo de su Salta natal no condicionaron su adaptación en la “mole de cemento” y en un ambiente caníbal, propio de la competencia de permanecer en un club de Primera.
“Cuesta un poco adaptarse a todo, pero principalmente por estar lejos de mi familia y de mis amigos me costó el doble. Pero aprendí que en la vida hay que saber resignar cosas importantes y dejar de lado momentos para conseguir un objetivo. Por suerte, ya pasé la peor parte y ahora estoy muy bien y aprovechando este momento hermoso que me regalan Lanús y el fútbol”, sintetizó el joven.
En Salta es difícil crecer
Hace un par de semanas El Tribuno realizó un informe sobre las pocas posibilidades que tiene un joven futbolista salteño de trascender en este medio y de concretar valiosas expectativas. Al respecto, Vides realizó una lectura coincidente a la que expusieron entonces sus colegas, aquellos que hoy la “reman” día a día en el Anual de la Liga Salteña.
“Me tuve que ir de Salta para vivir esto que me está pasando. Es difícil que te den la confianza siendo chico, pero también pasa por uno mismo, por la fe, por las ganas, por la voluntad. Y también por la suerte de tener un representante o algún contacto que te haga llegar. Yo ni siquiera tuve la oportunidad de jugar el Anual en Juventud y tuve que pegar este salto. Por eso le estoy muy agradecido a Lanús, por haberme abierto las puertas. Si algún día tengo que volver a jugar en Salta, quiero que sea en Juventud”, explicó el delantero, quien se ilusiona con empezar a tener mayor continuidad en la Primera División con la llegada de Guillermo Barros Schelotto al granate.
“Voy a seguir trabajando, día a día, como lo hice con Gabriel (Schurrer), manteniendo la humildad de siempre, no pierdo las esperanzas. Como hincha de Boca, jamás me imaginé que podía tener al Mellizo dirigiéndome, es otro sueño para mí. Fue un grande y estoy seguro de que me dejará mucho como entrenador”, concluyó uno de los salteños más prometedores del fútbol argentino.