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El balance de las elecciones muestra el retroceso del PJ

Martes, 12 de noviembre de 2013 02:12

El balance del año electoral deja un saldo negativo para el Partido Justicialista salteño, porque la alquimia de frentes, partidos y alianzas solo sirvió para que Rodolfo Urtubey y la ex renovadora Cristina Fiore entraran al Senado de la Nación. Y punto.

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El balance del año electoral deja un saldo negativo para el Partido Justicialista salteño, porque la alquimia de frentes, partidos y alianzas solo sirvió para que Rodolfo Urtubey y la ex renovadora Cristina Fiore entraran al Senado de la Nación. Y punto.

Hubo cuatro elecciones y en ellas el PJ terminó mal parado. Los desaires del gobernador a los aliados produjo el resquebrajamiento del Frente para la Victoria y condenó al justicialismo a una posición de dependencia con respecto a otras fuerzas políticas. El domingo pasado, el PJ solo ganó en Cerrillos, Gemes, Guachipas, Rosario de la Frontera y San Carlos.

El bochornoso resultado registrado en Salta capital a manos del Partido Obrero fue indicio de la estrategia que tiende a convertir al llamado “oficialismo” en una amalgama híbrida de diversas corrientes en la que el PJ hace el gasto y pierde cada vez más fuerza. Gustavo Sáenz hubiera ganado la banca de senador de Capital si Urtubey no habilitaba la candidatura del ex radical Matías Posadas, que tiene para dos años más como diputado y que financió su campaña con recursos del Estado. La suma de ambos, Sáenz y Posadas (73.232), supera los 72.947 votos que logró Gabriela Cerrano.

La única razón visible para esa estrategia que debilita al justicialismo debería buscarse en el deseo del gobernador por sacar de la carrera gubernamental a Miguel Isa, el intendente de la capital y jefe político de Sáenz.

La conducción derrotada

Es cierto que Urtubey llegó al poder a través de una coalición integrada por el Partido Renovador y el Partido de la Victoria, que luego avanzó sobre la estructura del PJ. El paso siguiente fue la postergación de los otros aliados y la constitución de la Comisión de Acción Política cuya dirigencia fue arrasada el domingo en las urnas: el presidente de ese órgano, Manuel Santiago “Indio” Godoy, y el vicepresidente segundo Pablo Kosiner fueron cabezas visibles de la derrota en capital, a manos del PO, que había sido alentado por el gobierno, en una decisión de la que se arrepintieron cuando ya había llegado demasiado lejos.

Mashur Lapad, vicepresidente de la CAP y del Senado, fue derrotado en Rivadavia, donde Atta Gerala cayó frente a Ramón Jesús Villa, del Partido de la Victoria; el secretario político Sergio “Topo” Ramos dejó octavo al PJ en su municipio, Rosario de Lerma, porque apoyó a Pedro Liveratto, quien se presentó por el Movimiento Popular Unido. Y la tesorera de la CAP, Mercedes Junco, carga ahora con el lastre de haber defendido, por orden de Urtubey, al escandaloso ex intendente Carlos Villalba, derrotado en la elección por la jefatura comunal de Salvador Mazza por Rubén Méndez, del Partido de la Victoria.

El PRS residual

Las componendas con el MPU también le generaron problemas al oficialismo en Orán. Marcelo Astún celebró la victoria de Baltasar, el inexperto hijo del intendente Marcelo Lara Gros, quien integra el PRS residual junto con el ministro Julio César Loutaif. “La gente sigue a los hombres del PJ, no a los que llevan el escudito simplemente”, dijo Astún definiendo así como peronistas a los Lara Gros y descalificando como peronista al presidente del bloque justicialista de Diputados, Antonio Hucena, a quien los manejos de Urtubey en el departamento Orán lo pusieron al borde de la ruptura.

El MPU, montado en paralelo al PJ sobre una estructura creada por la ex ministra Nora Jiménez, también postergó al PJ en Anta, donde el heterodoxo Pedro Sández quedó segundo.

La magra cosecha del PJ en la capital, donde residen el presidente del Consejo, Juan Manuel Urtubey, y el vicepresidente, Miguel Isa, se expandió por toda la provincia.

El gobernador dijo el domingo que el oficialismo había ganado en 20 de los 23 departamentos. El escrutinio no lo refleja. El PRS, escindido del gobierno, ganó en Chicoana y en Metán; el radicalismo en Cachi y en Cafayate; el Frente Salteño se impuso en Molinos y el PO en capital. El Partido de la Victoria se impuso en San Martín, Iruya, Rivadavia, La Caldera y La Poma. Y en Los Andes, la Unión Victoria Popular, con Guzmán Viveros, derrotó al PJ por 40 votos.

El proceso electoral dejó a la vista que el peronismo salteño no tiene una expresión vigorosa en el PJ. La construcción de formaciones paralelas debilitó a los dirigentes propios y dos de ellos lo experimentaron con rigor implacable: Miguel Isa y Godoy, derrotados más por errores propios que por méritos ajenos.

 

La elección en los medios nacionales

“Batacazo electoral del Partido Obrero en la capital de Salta” tituló en su edición de ayer el diario Clarín, en la noticia referida a las elecciones provinciales del domingo. “Histórico triunfo del Partido Obrero en la capital de Salta” fue el título elegido por el diario La Nación para presentar la misma información. Ambos medios aclararon que el oficialismo se imponía en casi todo el resto de la provincia. “El Partido Obrero logró un triunfo histórico en Salta” señaló por su parte La Gaceta, de la vecina Tucumán. De esa manera, poniendo énfasis en la impactante perfomance de los candidatos del PO, los medios de comunicación porteños y de otras provincias presentaron la información de las elecciones del domingo, en la que dedicaron un párrafo aparte al uso del voto electrónico.

Solo los diarios Tiempo Argentino y Página 12, claramente identificados con el kirchnerismo, apuntaron a que el oficialismo había triunfado en la mayor parte de la provincia.

 

 

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