El Tribuno dialogó con el gerente del hospital Arturo Oñativia, Marcelo Nallar Dera, sobre la llamativa cantidad de profesionales que perdieron su cargo en el hospital o que directamente dejaron de trabajar por distintos y numerosos motivos. “Hay un grupo de médicos que no quieren trabajar, que no quieren sumarse a esta actividad intensa que se viene desarrollando en la institución”, dijo Nallar, y agregó que maneja ‘un plantel de médicos que ya está superando los 140 y obviamente hay un porcentaje dentro del mismo que no está de acuerdo con las actividades que vienen desarrollando en el hospital‘.
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El Tribuno dialogó con el gerente del hospital Arturo Oñativia, Marcelo Nallar Dera, sobre la llamativa cantidad de profesionales que perdieron su cargo en el hospital o que directamente dejaron de trabajar por distintos y numerosos motivos. “Hay un grupo de médicos que no quieren trabajar, que no quieren sumarse a esta actividad intensa que se viene desarrollando en la institución”, dijo Nallar, y agregó que maneja ‘un plantel de médicos que ya está superando los 140 y obviamente hay un porcentaje dentro del mismo que no está de acuerdo con las actividades que vienen desarrollando en el hospital‘.
“A las acusaciones les respondo con trabajo”, sostuvo Nallar y recordó que también tuvo denuncias en su contra en el INADI, en el Colegio Médico y en la Justicia ordinaria. “El resultado siempre fue el mismo, una sentencia firme a mi favor. Me llama la atención que esta gente no sepa vivir en democracia, existe un Poder Judicial, un Poder Legislativo donde denunciar y no en un diario, con eso denotan que no tienen razón”. Nallar señaló que el fin último es el paciente y por eso el objetivo de su gestión en el hospital es que se atienda más gente y con mejor calidad. “Evidentemente hay gente que no quiere lo mismo”, opinó.
Con respecto a los profesionales removidos de sus cargos, Nallar sostuvo que hacía 20 años que en el hospital no se llamaba a concurso para cargos y que desde que está al frente de la institución el 80% de los cargos fueron designados por concurso. “Yo no participé de ningún tribunal, justamente para evitar que se crea que había una tendencia de la gerencia por uno u otro”, afirmó.
“Es indudable que antes había una concepción del hospital en dónde un grupo de médicos hacía lo que quería y que estaban acostumbrados a irse a las 9.30 de la mañana. Esto que digo no es una novedad”, dijo. “Si un médico no cumple con su trabajo, el paciente que queda sin atender es generalmente un indigente, que no tiene otro lugar a donde ir que a un hospital público”, remarcó. “En ese sentido sí estoy siendo muy estricto. Que los médicos cumplan con la declaración jurada que firmaron‘.
El gerente del Oñativia aseguró que la mayoría de la gente está conforme con su gestión y con las transformaciones que hay en el hospital y que el 60% de los votos obtenido en las elecciones lo respalda. Durante la gestión de Nallar se incluyó por primera vez a los profesionales no médicos en el sistema de votación para la elección de las autoridades en el hospital.
“Obviamente seguimos con problemas, porque el sistema de salud está colapsado y no podemos cumplir con todo lo que nosotros quisiéramos. Creemos que estamos bien encaminados, pero falta mucho”, afirmó.
Consultado sobre si la transformación del hospital implica dejar de ser el referente de endocrinología y metabolismo del norte del país el facultativo aseveró que “es todo lo contrario, yo diría que como nunca antes estamos haciendo honor a nuestro nombre”. Agregó que hoy por hoy “un 10% de la población es diabética, el 70% tiene sobrepeso y casi un 30% en Argentina tiene obesidad. Nosotros tenemos la obligación moral de trabajar más y si un médico no quiere trabajar voy a ser inflexible porque no voy a poner en riesgo la salud de la gente solo por seguir con la concepción vieja del hospital de trabajar hasta las nueve de la mañana y después irse‘, cuestionó.
“Quienes me denuncian son el 10% de los médicos del hospital y la mayoría está contenta. Las carpetas médicas en el hospital son solo dos, de 300 empleados y no es real la denuncia que están haciendo. Hay que aprender a vivir en democracia, si pierden en los organismos, en el INADI y en la Justicia, no hay que enojarse. No me pidan que vaya en contra de la gente pobre que viene al hospital porque no lo voy a hacer”, finalizó.