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Asumió Poli, el sucesor de Bergoglio

Sabado, 20 de abril de 2013 22:21

Frente a las presencias del vicepresidente, Amago Boudou, y del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, asumió ayer como nuevo arzobispo de Buenos Aires monseñor Mario Poli, sucesor del actual Papa, Jorge Bergoglio.

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Frente a las presencias del vicepresidente, Amago Boudou, y del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, asumió ayer como nuevo arzobispo de Buenos Aires monseñor Mario Poli, sucesor del actual Papa, Jorge Bergoglio.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ausente por estar en Venezuela, ordenó a Boudou encabezar la comitiva gubernamental, en otro gesto para acercar a la Iglesia tras la elección del papa Francisco.

El flamante primado hizo un llamado para que pastores y pueblo fiel hagan “juntos el camino de la evangelización” y, tras destacar el “renovado gozo” de muchos argentinos de pertenecer a la Iglesia a raíz de la elección de Bergoglio papa, invitó a “ofrecer la riqueza del Evangelio a los que viven, trabajan y pastor nuestra ciudad, de tal manera que conozcan a Dios Padre y sus dones de justicia, amor y paz”.

“Que no me falte en este servicio el amor a los pobres, sufrientes y excluidos, que inspiró a nuestro patrono, el obispo San Martín de Tours, quien supo remover de su corazón toda indiferencia”, sostuvo en una misa concelebrada por decena de obispos que llegaron desde Pilar en micros tras el plenario episcopal y cientos de sacerdotes.

Las parroquias porteñas, que suspendieron sus actividades, recibieron ayer al mediodía al nuevo pastor porteño con el repicar de las campanas y cuatro horas después se realizó la ceremonia en la que Poli tomó posesión de la cátedra episcopal.

Perfil bajo del  arzobispo porteño

Aunque aclara que no es amigo personal de Jorge Bergoglio, a Poli -de 65 años- lo une una estrecha relación con el hoy Papa, luego de haber trabajado codo a codo con él en Buenos Aires entre el 2002 y el 2008, cuando se desempeñó como obispo auxiliar de la ciudad y vicario episcopal de la zona de Flores, el mismo barrio donde vivió el Papa.

Sorpresa, perplejidad y asombro fueron sus primeras impresiones cuando supo que debería dejar la tranquilidad de la provincia de La Pampa -es obispo de Santa Rosa desde el 2008- para convertirse en el nuevo arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, un lugar estratégico dentro de la pirámide eclesial. De un perfil bajo y similar en lo actitudinal a Bergoglio, hay algo en lo que no se le parece en nada: Poli tiene nulos contactos con el mundo de la política, y ya se definió como “pastoral y no como político”.

No obstante, en sus primeras declaraciones, sostuvo que su relación con el Gobierno nacional será de “respeto y colaboración”, pero también con la “debida distancia y diferencia” y abogó para que el Tedéum del 25 de mayo vuelva a celebrarse en la Catedral metropolitana.

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