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Boca y River tuvieron miedo a perder el superclásico

Lunes, 06 de mayo de 2013 03:24

Por lo hecho por ambos el empate terminó siendo absolutamente justo, dentro de un trámite con mucha fricción, escaso vuelo futbolístico y pocas situaciones de riesgo, aunque River despilfarró su gran chance en la primera etapa.

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Por lo hecho por ambos el empate terminó siendo absolutamente justo, dentro de un trámite con mucha fricción, escaso vuelo futbolístico y pocas situaciones de riesgo, aunque River despilfarró su gran chance en la primera etapa.

No había transcurrido el primer minuto cuando Guillermo Burdisso, después de un buen quite, desde el suelo habilitó involuntariamente a Carlos Sánchez. El uruguayo ejecutó el centro desde la derecha que capitalizó Manu Lanzini, en soledad, para con un perfecto cabezazo abrir el marcador. El 1 a 0 condicionó prematuramente a Boca que se vio obligado a lanzarse al ataque, pero no tuvo ideas para llegar con claridad. Mientras el millonario ganó seguridad, con tres columnas fundamentales, el colombiano Eder Alvarez Balanta en el fondo; Cristian Ledesma, el jugador más pensante del primer tiempo, y Leonel Vangioni, quien no tuvo demasiado contacto con el balón, pero que en sus participaciones marcó diferencia. Algunas malas decisiones en la resolución de los contraataques, por parte de Juan Manuel Iturbe y Rogelio Funes Mori, no le permitieron a la visita aprovechar las tres chances de gol que tuvo gracias a las enormes ventajas que ofrecía el xeneize en el fondo. Pero la más clara la tuvo el uruguayo Sánchez, quien solo frente a Orión sobró la situación y se perdió un gol increíble. De tanto errar, River la terminó pagando ya que a los 38 minutos llegó el gol de Boca. Walter Erviti, tras gran jugada, tocó hacia el medio por donde apareció Silva, que se anticipó a Leandro González Pírez, y con un toque sobre el palo derecho superó a Barovero. En el complemento parecieron invertirse los roles, porque Boca se plantó con otra actitud y fue en busca del triunfo. A los 2 minutos, Lautaro Acosta ejecutó un córner desde la derecha, cabeceó Burdisso y por poco no llegó Marín para definir.

Después llegó el caos y la interrupciones, la última por la pirotecnia que se arrojó sobre el arco defendido por Barovero, y el partido terminó de desvirtuarse. En el segmento final, Leandro Paredes tuvo una oportunidad, a los 37, pero remató desviado y, en el quinto minuto de tiempo agregado, Gonzalo Escalante sacó un remate que Barovero manoteó al córner. Así terminó un clásico donde Boca y River lo jugaron con miedo a perder y donde lo extrafutbolístico opacó una verdadera fiesta.

Delfino tuvo un flojo debut

Como para estar a tono con un mediocre partido, la actuación del árbitro Germán Delfino en el superclásico en La Bombonera fue bastante floja, dado que dejó pegar en demasía, no suspendió las acciones por la parafernalia de los hinchas locales y no le mostró la tarjeta roja al mediocampista millonario Carlos Sánchez por una falta sin pelota a Zárate.
Delfino afrontaba su primer superclásico con la incertidumbre que eso siempre genera y no estuvo a la altura de las circunstancias.
Incluso el entrenador Ramón Díaz, al cual expulsó en el segundo tiempo, aseguró que el árbitro jugó todo el segundo tiempo lesionado.
Delfino, en especial en la segunda mitad, estuvo lejos de las jugadas y además salió al complemento más tarde que los propios equipos, cuando la reglamentación no lo contempla, evidenciando problemas físicos.
 

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