La noticia de la semana fue, sin dudas, energética. El millonario acuerdo entre YPF y la petrolera norteamericana Chevron para explorar y extraer gas y petróleo del yacimiento neuquino Vaca Muerta generó críticas y aplausos. Dos exsecretarios de Energía de la Nación y un exsubsecretario dialogaron con El Tribuno y dejaron en claro una idea global: el convenio es, en principio, positivo por la inversión y porque puede ser una señal para que otros tenedores de capital miren con buenos ojos al país; pero los resultados no serán a corto plazo (hablan de 7 a 10 años), el dinero es poco en relación al déficit argentino (un 10%) y, sobre todo, la apertura de este mercado requiere una nueva ley del petróleo y una política de Estado orientada a recuperar el autoabastecimiento y, a la vez, a reducir el impacto ambiental.
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La noticia de la semana fue, sin dudas, energética. El millonario acuerdo entre YPF y la petrolera norteamericana Chevron para explorar y extraer gas y petróleo del yacimiento neuquino Vaca Muerta generó críticas y aplausos. Dos exsecretarios de Energía de la Nación y un exsubsecretario dialogaron con El Tribuno y dejaron en claro una idea global: el convenio es, en principio, positivo por la inversión y porque puede ser una señal para que otros tenedores de capital miren con buenos ojos al país; pero los resultados no serán a corto plazo (hablan de 7 a 10 años), el dinero es poco en relación al déficit argentino (un 10%) y, sobre todo, la apertura de este mercado requiere una nueva ley del petróleo y una política de Estado orientada a recuperar el autoabastecimiento y, a la vez, a reducir el impacto ambiental.
“Conceptualmente, el convenio me parece bien porque no estoy de acuerdo con la regulación extrema de los últimos años, aunque estamos aún lejos de la desregulación que había hasta 2003 y que hizo que hubiera inversiones, reservas, que se exportara, etc.”, sostuvo Emilio Apud, exsecretario de Energía y miembro del grupo de 8 hombres que ocuparon ese cargo.
Apud apuntó, no obstante, que la inversión comprometida “es chica” frente a la crisis energética. “Se habla de un neto para hacer perforaciones, de 500 a 600 millones de dólares, porque el resto es para reconocer trabajos ya existentes”, advirtió. Con eso se construirá un centenar de pozos como plan piloto y “si los resultados son buenos, recién será una inversión para hacer 1.500 pozos en cuatro años, lo que elevará el monto a 17.000 millones de dólares”, dijo.
De todos modos, el exfuncionario del gobierno de Fernando de la Rúa advirtió que con 17.000 millones de dólares se aumentará la producción de gas y petróleo solo un 8%, “o sea que ni siquiera vamos a recuperar lo que se perdió con la política energética kirchnerista, que bajó la producción un 20% en diez años”.
Abastecimiento y seguridad
Recuperar el autoabastecimiento es un objetivo lejano. “Hacen falta por lo menos 10 acuerdos como el de YPF-Chevron y no creo que antes de 2015 haya empresas que se animen porque el marco legal y político actual ahuyenta inversiones”.
El exsubsecretario de Energía, Jorge Lapeña también consideró auspicioso el convenio como una apertura a capitales extranjeros, pero remarcó que el país requiere de una política de Estado, acuerdos políticos y nuevas leyes que den seguridad jurídica para interesar a más inversores.
El más crítico fue el exsubsecretario de Energía y titular del Grupo Moreno, Gustavo Calleja, que consideró “recontra malo” el convenio con Chevron.
“Lo primero que hay que hacer cuando se tiene un yacimiento es determinar cuánto tengo, cuánto me va a costar sacarlo y cuáles van a ser las consecuencias de sacarlo. Esto no está. Tengamos en cuenta que los únicos lugares del mundo donde se aplica la técnica del fracking son Estados Unidos y Canadá, y ellos están contaminando mucho y aceptan eso porque les ha permitido bajar entre un 30 y 40% sus importaciones de petróleo convencional de Medio Oriente. No es un dato menor”.
Calleja objetó también el monto pactado entre las dos petroleras.
“Es poca plata. Lo que va a poner Chevron (1.240 millones de dólares) son los vueltos, es lo que no se pudo llevar del país por el cepo de Moreno (al dólar)”, sostuvo y lo tradujo así: “200 millones de dólares al año es un aumento de 5 centavos al litro de nafta, entonces para qué quiero que venga Chevron”.
Infografía:
Petróleo y gas no convencional en Vaca Muerta by El Tribuno