En pocos meses estará listo el proyecto que definirá los lineamientos en materia de planificación urbana que la ciudad de Salta deberá seguir hasta el año 2.030. El fuerte crecimiento y expansión que la capital salteña tuvo durante los últimos 10 años obligó a que el Programa Integral de Desarrollo Urbano Ambiental I, elaborado en 2003 sea actualizado.
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En pocos meses estará listo el proyecto que definirá los lineamientos en materia de planificación urbana que la ciudad de Salta deberá seguir hasta el año 2.030. El fuerte crecimiento y expansión que la capital salteña tuvo durante los últimos 10 años obligó a que el Programa Integral de Desarrollo Urbano Ambiental I, elaborado en 2003 sea actualizado.
Nuevos planteos, nuevas definiciones y correcciones son producto de la necesidad de reformular este segundo plan, con ambiciones mayores y aspectos que difieren de la primer iniciativa.
Delimitar espacios verdes, proponer el desarrollo multifocal, las áreas para urbanizar y el trazado adecuado para un sistema de transporte eficiente, son ejes que plantea el segundo proyecto. Dentro de las propuestas que contempla la iniciativa, se encuentra la de construir una costanera sobre un tramo del río Arenales para darle un nuevo uso. Tal vez este sea uno de los aspectos más relevantes dentro del PIDUA II. Lo que se estudia es edificar una costanera en el río Arenales que bordearía alrededor de 25 barrios de la ciudad. Sobre ese espacio los peatones podrán circular y además se podrá darle mayor empuje a la zona en materia de desarrollo comercial. Para ello se prevé terminar con los desages cloacales y los desechos industrial que se vuelcan sobre el río.
Otra de las iniciativas que sugiere la actualización del PIDUA, es mudar la terminal de colectivos a otro espacio de modo de descontracturar el tráfico para que otras vías de transporte agilicen el tráfico.
Más espacios verdes, cuidar los actuales, definir 23 áreas especiales y una ciclovia que cruce la ciudad, entre otras medidas que integran el nuevo proyecto urbanístico de la ciudad. También descomprimir la zona centro con la apertura de nuevos ejes urbanos que permitan la descentralización, es una de las opciones con la que se insistirá ya que el PIDUA I lo recomendó y se avanzó en el proceso.
Planificación
“Hay gente que piensa que Salta no es una ciudad planificada. Y eso no es cierto. La ciudad de Salta, desde 2.003 tiene un proyecto de ciudad. Nada se hace al azar en materia de urbanización. El PIDUA I fue una guía importante de desarrollo, muchas sugerencias que planteó el programa se cumplieron, por ejemplo el hospital de la zona sureste”, explicó a El Tribuno, Fany Velarde, secretaria de Planeamiento Urbano de la Municipalidad de Salta.
La subsecretaria de esa cartera, Laura García de Leonarduzzi aclaró “estamos armando el PIDUA II por el crecimiento enorme que tuvo la ciudad. Necesitamos adecuar una planificación conforme a esa expansión que tuvo. La actualización significa incorporar nuevas sugerencias en desarrollo urbanístico, analizar los cambios que ocurrieron y determinar cómo debe seguir el planeamiento de la ciudad”.
En los próximos meses, estará concluido el PIDUA II, aunque algunos avances preliminares se dieron a conocer días atrás.
“Pensar una ciudad planificada y recomendarle al Ejecutivo, cualquiera sea el partido de turno que gobierne el municipio o la Provincia, los ejes para una ciudad ordenada, era y es el fin del PIDUA”, agregó Fany Velarde.
Hay un plan, pero hay
que cumplir los códigos
Entre la planificación urbana y el cumplimiento del Código de Edificación y del Código de Planeamiento Urbano Ambiental existe una brecha. Y grande. Ocurre que la falta de control en las edificaciones es lo que contribuye a distorsionar cualquier esfuerzo que en materia de planificación se realice. Además, traerá serios problemas en lo que respecta a la provisión de servicios básicos.
Edificios con mayor cantidad de pisos a los permitidos en la zona donde se ubiquen, un 70% de ampliaciones en los barrios que no se declaran en la Municipalidad de Salta, más de 40 edificios que violaron el Código de Edificación, son algunas de las cuestiones.
En realidad, la falta de control de las construcciones obedece a que se requiere de un mayor cuerpo de inspectores, pero también mayor conciencia de parte de los profesionales que intervienen en las obras.
Una de las iniciativas del Ejecutivo municipal que encendió polémica fue la creación del Régimen de Revisión, Registración y Regulación Edilicia, mediante el cual se les otorgaba la posibilidad a todas aquellas obras que omitieron algunas normativas de los códigos, pagar una multa y evitar sanciones.
Lo cierto es que una de las principales quejas contra el municipio se refiere a la falta del ejercicio del poder de policía en las obras privadas que se realizan en la comuna.