Se viene un clásico especial y atípico por un cúmulo de factores, el que disputarán el domingo -a las 18 en el Gigante del Norte- Gimnasia y Tiro y Juventud Antoniana, en el arranque del torneo Federal A de transición, que otorgará un ascenso a la B Nacional. Será especial por el inédito y breve certamen en sí, por las expectativas y los presentes relativamente distantes de ambos (por sus experiencias iniciales con diferente suerte en la Copa Argentina) y también porque, por primera vez, se jugará un enconado duelo entre salteños sin hinchas visitantes en las tribunas. Sin embargo, en la cabeza de los entrenadores nada cambia, la idea es la misma y el objetivo primario es arrancar la competencia con la ventaja anímica de ganar un clásico. Sin embargo, como en todo arranque de temporada, las secuelas de los arduos trabajos precompetitivos muchas veces ponen obstáculos en la intención de ambos de poner lo mejor en cancha. En este sentido, los que encendieron las primeras alarmas y serán cuidados entre algodones en la previa son dos piezas importantes en el andamiaje de albos y santos: Nicolás Aguirre y Gustavo Balvorín, respectivamente.
El volante mendocino se retiró de la práctica matutina de ayer en el Gigante del Norte con una inflamación en la rodilla izquierda, que podría tratarse de una distensión, aunque el cuerpo médico confía en que pueda llegar al domingo. Aguirre es importante para la estructura del DT de Gimnasia, teniendo en cuenta que el Chaucha contempla incluir al ex-Juventud como volante por derecha o bien como compañero de ataque de Juan Amieva, tendiendo en cuenta que su socio natural, Lautaro Ceratto, debe purgar una suspensión.
En Juventud, tras el amistoso en el que el santo se impuso ayer a Camioneros Argentinos por 2 a 1 en el santuario (goles de Iturrieta y Monje) Gustavo Balvorín se retiró con un fuerte traumatismo y también fue puesto en duda. La otra incertidumbre pasa por Jorge Serrano (también lesionado) o Rodrigo Herrera en la zaga central.
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Se viene un clásico especial y atípico por un cúmulo de factores, el que disputarán el domingo -a las 18 en el Gigante del Norte- Gimnasia y Tiro y Juventud Antoniana, en el arranque del torneo Federal A de transición, que otorgará un ascenso a la B Nacional. Será especial por el inédito y breve certamen en sí, por las expectativas y los presentes relativamente distantes de ambos (por sus experiencias iniciales con diferente suerte en la Copa Argentina) y también porque, por primera vez, se jugará un enconado duelo entre salteños sin hinchas visitantes en las tribunas. Sin embargo, en la cabeza de los entrenadores nada cambia, la idea es la misma y el objetivo primario es arrancar la competencia con la ventaja anímica de ganar un clásico. Sin embargo, como en todo arranque de temporada, las secuelas de los arduos trabajos precompetitivos muchas veces ponen obstáculos en la intención de ambos de poner lo mejor en cancha. En este sentido, los que encendieron las primeras alarmas y serán cuidados entre algodones en la previa son dos piezas importantes en el andamiaje de albos y santos: Nicolás Aguirre y Gustavo Balvorín, respectivamente.
El volante mendocino se retiró de la práctica matutina de ayer en el Gigante del Norte con una inflamación en la rodilla izquierda, que podría tratarse de una distensión, aunque el cuerpo médico confía en que pueda llegar al domingo. Aguirre es importante para la estructura del DT de Gimnasia, teniendo en cuenta que el Chaucha contempla incluir al ex-Juventud como volante por derecha o bien como compañero de ataque de Juan Amieva, tendiendo en cuenta que su socio natural, Lautaro Ceratto, debe purgar una suspensión.
En Juventud, tras el amistoso en el que el santo se impuso ayer a Camioneros Argentinos por 2 a 1 en el santuario (goles de Iturrieta y Monje) Gustavo Balvorín se retiró con un fuerte traumatismo y también fue puesto en duda. La otra incertidumbre pasa por Jorge Serrano (también lesionado) o Rodrigo Herrera en la zaga central.