Una plaga que parecía que se había extinguido en la década del 60 volvió a resurgir en el sur de la provincia de Salta y tiene preocupados a los productores de la zona que comenzaron a organizarse para combatir a los insectos.
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Una plaga que parecía que se había extinguido en la década del 60 volvió a resurgir en el sur de la provincia de Salta y tiene preocupados a los productores de la zona que comenzaron a organizarse para combatir a los insectos.
El lunes por la noche los trabajadores del campo mantuvieron una reunión en la Cámara de Comercio de Metán, de la que también participaron representantes del Senasa y el senador, Roberto Gramaglia.
En la mañana de ayer una de las denominadas "mangas" o focos de la llamada langosta voladora o sudamericana (Schistocerca cancellata) se encontraba en la zona del paraje Tajamar al este de San José de Metán.
En la reunión de los productores especificaron que se observaron al menos dos grupos de insectos, el lunes por la tarde, en la zona de los parajes Nogalito y Punta de Agua, de la misma localidad.
También destacaron que hubo ataques a cultivos de trigo en la zona de Río Piedras y a algunos álamos en el paraje Paso del Durazno de Metán.
Pero además la situación mantiene alerta a otros emprendimientos importantes de la zona como la producción de arándanos en Yatasto.
En ese sentido, los trabajadores del campo se comenzaron a organizar para hacer fumigaciones para combatir a los insectos. Dijeron que es necesaria la formación de un comité regional de lucha contra las langostas, que sea coordinado por el Estado.
Pero la situación también está afectando a los productores apícolas en la zona de los parajes Tajamar y Santa María, en Metán, ya que los insectos arrasaron con toda la flora. A esto se suma que las fumigaciones que se pretenden hacer en ese sector podrían exterminar a las abejas, por lo que las acciones se deberán realizar en forma coordinada.
Un foco de mil hectáreas
"Hemos convocado a esta reunión a solicitud de muchos productores que están muy preocupados porque la "manga" de langostas sigue creciendo. Esto es un verdadero flagelo, porque un grupo de estas langostas llegó a abarcar 10 kilómetros de largo por 2 kilómetros de ancho, unas 1.000
hectáreas, que se van moviendo por la zona", dijo el presidente de la Cámara de Comercio, Fernando de San Román.
"Esto requiere un control continuo y acciones coordinadas. Esto se parece a una guerra por eso es que hay que organizar un comité regional, coordinado por el Gobierno, para que se definan las acciones, cómo se fumiga, con qué productos y qué es lo que van a aportar los productores y el Estado", destacó el dirigente.
Por su parte, José María Capuzzelo, dijo que pudo ver a las langostas el lunes en la zona del paraje Punta del Agua.
"Realmente es impresionante la cantidad de insectos, era como una nube que se desplazaba de oeste a este a favor del viento. Es un tema muy preocupante en el que tenemos que trabajar en forma mancomunada con los organismos oficiales como Senasa, el INTA, productores y el Gobierno provincial, para atacar a estos focos en forma coordinada porque no puede estar cada uno haciendo las cosas por su lado, porque hay desconocimiento de cómo se desplazan, sobre ciclos reproductivos y los momentos en los que los animales se alimentan".
Un álamo atacado por los insectos.
En el paraje Paso del Durazno, ubicado al sur de San José de Metán las langostas dañaron los álamos de un emprendimiento, al comerse los brotes.
“El sábado pasado, a las 16 horas, las langostas estaban instaladas en el campo asentadas sobre plantas de citrus, forestales como pinos, álamos y eucaliptus y también atacaron unos cultivos de trigo. Realmente fue impresionante, nunca vi una cosa igual”, dijo el productor, Flavio Reppetti, cercano a la localidad de Río Piedras.
Sobre los daños indicó que: “Estamos haciendo una evaluación detallada, pero sí se observaron claramente en los brotes de álamos. Fue una gran presión de insectos. Aunque en los cultivares de trigo, aparentemente no hubo daños, lo cual es un verdadero milagro”.
Hubo advertencias desde hace 2 años
Desde 2015 el INTA viene advirtiendo sobre la problemática y elaboró un informe sobre la situación en Argentina.
“A fines de julio de 2015 se registraron ataques importantes de langostas en los alrededores de la capital de Santiago del Estero y sudeste de la provincia de Tucumán, indicando la reaparición de una plaga poco conocida en estos tiempos y que se creía totalmente exterminada hace poco más de medio siglo.
El problema ocasionado por esta especie fue de gravedad para la producción agrícola argentina hasta principios de la década de 1960, afectando zonas de cultivo en todo el país”, señalaron desde el organismo oportunamente.
“El monitoreo y detección precoz por parte de los diferentes actores del medio es fundamental para tomar medidas a tiempo”, recomendaron los técnicos, pero no fueron escuchados.
Los agricultores que andan por los 70 u 80 años de vida, tienen memoria del terror que sus mayores les transmitían por las mangas de langostas que asolaban los campos de todo el norte y centro del país.
Y gracias a las intensas campañas de fumigación ordenadas por el gobierno de Perón, que se hacían en avión y con DDT, a comienzos de la década del 50, la plaga fue desapareciendo hasta que en los 60 se la dio por superada.
Hoy es nuevamente una amenaza para los cultivos de buena parte del país.