En Pocitos se había inaugurado una cancha de fútbol que invadía el territorio argentino, en la localidad de Salvador Mazza, lo que causó una enorme polémica que llegó incluso hasta los niveles de las cancillerías de ambos países, porque en un primer momento se interpretó como intento de usurpación de territorio argentino por parte de las autoridades bolivianas.
Tras la repercusión que tuvo el caso divulgado a través de El Tribuno, las autoridades bolivianas decidieron ayer correr la tribuna hacia su territorio y el conflicto quedó así superado.
El argumento de las autoridades del vecino país fue que “en ese lugar se juntan amigos del lado argentino y boliviano y juegan al fútbol. No huno ninguna mala intención y hemos podido ver que en estos días ese predio se comparte sin problemas. Las graderías no son fijas; son móviles y las corrimos para evitar más problemas” indicaron.
Autoridades de la localidad fronteriza de San José de Pocitos, encabezadas por el alcalde de Yacuiba (a la que pertenece esa primera localidad), el abogado Ramiro Vallejos, inauguraron la semana pasada un espacio verde conformado por una cancha de fútbol, juegos recreativos, pequeños asadores con vistosos techos y gradas para el público, justo en el límite internacional entre los dos países y hasta hicieron una vereda para que los vecinos de Salvador Mazza puedan llegar a ese espacio, donde el terreno presenta una pronunciada elevación. Tan justo era el espacio para la cancha de fútbol que las tribunas y parte de ese espacio de recreación habían quedado en territorio argentino.
Cabe mencionar que el lugar conecta a las dos localidades de frontera, San José de Pocitos (Bolivia) y Salvador Mazza (Argentina) a la altura del denominado Sector 3. Se trata de un paso no habilitado legalmente, entre tantos que existen, pero que resulta incluso más utilizado que el propio puente internacional que une las dos naciones y que constituye el único paso legal, tanto por transeúntes como por unidades de transporte.
La inauguración del espacio verde boliviano contó con la participación de funcionarios del vecino país, pero los pobladores de Salvador Mazza, lejos de molestarse porque se utilizó territorio argentino para la obra, terminaron agradeciendo el gesto de los bolivianos.
Lo que pasó fue que hasta antes de que se creara este centro recreativo, el lugar era un basural de ambos lados pero -mojón de por medio- ahora los vecinos de las dos localidades, alejados de cuestiones diplomáticas, sienten que podrán disfrutar de un lugar parquizado, con juegos y servicios.
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En Pocitos se había inaugurado una cancha de fútbol que invadía el territorio argentino, en la localidad de Salvador Mazza, lo que causó una enorme polémica que llegó incluso hasta los niveles de las cancillerías de ambos países, porque en un primer momento se interpretó como intento de usurpación de territorio argentino por parte de las autoridades bolivianas.
Tras la repercusión que tuvo el caso divulgado a través de El Tribuno, las autoridades bolivianas decidieron ayer correr la tribuna hacia su territorio y el conflicto quedó así superado.
El argumento de las autoridades del vecino país fue que “en ese lugar se juntan amigos del lado argentino y boliviano y juegan al fútbol. No huno ninguna mala intención y hemos podido ver que en estos días ese predio se comparte sin problemas. Las graderías no son fijas; son móviles y las corrimos para evitar más problemas” indicaron.
Autoridades de la localidad fronteriza de San José de Pocitos, encabezadas por el alcalde de Yacuiba (a la que pertenece esa primera localidad), el abogado Ramiro Vallejos, inauguraron la semana pasada un espacio verde conformado por una cancha de fútbol, juegos recreativos, pequeños asadores con vistosos techos y gradas para el público, justo en el límite internacional entre los dos países y hasta hicieron una vereda para que los vecinos de Salvador Mazza puedan llegar a ese espacio, donde el terreno presenta una pronunciada elevación. Tan justo era el espacio para la cancha de fútbol que las tribunas y parte de ese espacio de recreación habían quedado en territorio argentino.
Cabe mencionar que el lugar conecta a las dos localidades de frontera, San José de Pocitos (Bolivia) y Salvador Mazza (Argentina) a la altura del denominado Sector 3. Se trata de un paso no habilitado legalmente, entre tantos que existen, pero que resulta incluso más utilizado que el propio puente internacional que une las dos naciones y que constituye el único paso legal, tanto por transeúntes como por unidades de transporte.
La inauguración del espacio verde boliviano contó con la participación de funcionarios del vecino país, pero los pobladores de Salvador Mazza, lejos de molestarse porque se utilizó territorio argentino para la obra, terminaron agradeciendo el gesto de los bolivianos.
Lo que pasó fue que hasta antes de que se creara este centro recreativo, el lugar era un basural de ambos lados pero -mojón de por medio- ahora los vecinos de las dos localidades, alejados de cuestiones diplomáticas, sienten que podrán disfrutar de un lugar parquizado, con juegos y servicios.