Detrás del crimen de una joven de 17 años, ocurrida el sábado 18 en una finca de Aguas Blancas, habría una oculta historia de amor, engaño y venganza.
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Detrás del crimen de una joven de 17 años, ocurrida el sábado 18 en una finca de Aguas Blancas, habría una oculta historia de amor, engaño y venganza.
Cintia Betiana Rodríguez fue hallada degollada en la casa que compartía con sus suegros, su pareja y su hijita de 2 años, en la finca Granados, sobre la ruta nacional 50, a pocos metros del Puesto 28 de Gendarmería Nacional.
El miércoles último, un hombre mayor de edad y una joven de 17, quien sería su pareja, fueron detenidos por orden de la fiscal penal 3 de Orán, Claudia Carreras, quien sospecha que estarían involucrados en el homicidio de Cintia Betiana.
La víctima convivía con su pareja, de 21 años, en la finca Granados, donde ya residían los padres de él.
Ella era oriunda de La Unión -departamento Rivadavia- y se había trasladado hacía dos meses con su familia -su pareja y su nena de 2 años- a tierras oranenses. Allí ambos habían encontrado trabajo en el establecimiento dedicado al cultivo de bananas. Mientras ellos cumplían su jornada laboral, la pequeña quedaba al cuidado de su suegra.
Una de las hipótesis que se plantearon sobre el caso, siguiendo las investigaciones que realizó la Policía y los peritos del CIF, es que la joven madre habría tenido una relación amorosa con el hombre mayor, pareja de la otra adolescente de 17.
Esta historia amorosa se cree que podría haber sido descubierta por la muchacha -ahora detenida en Orán-, lo que fue el origen del episodio de violencia que terminó con la vida de Cintia.
Pruebas
La fiscal penal Carreras ordenó la detección del hombre mayor y su novia luego de que les descubrieran prendas de vestir y calzado que tendrían restos de sangre.
También los peritos levantaron elementos de prueba de la casa donde fue asesinada Cintia Betiana, los que serán cotejados con los objetos incautados a la pareja que ahora está detenida.
La fiscal penal señaló que a la menor detenida se la sometió a distintas pericias y que por las lesiones que presenta y los rastros de sangre encontrados en su cuerpo y su ropa se puede presumir que participó del hecho.
A su pareja, mayor de edad, identificado como Daniel Rueda, también se le encontraron rastros que permiten presumir su participación en el violento episodio contra Cintia.
Ambos quedaron detenidos en Orán y la fiscal Carreras los imputó por "homicidio calificado", aunque esa carátula podría cambiar a medida que se conozca qué sucedió efectivamente el sábado 18 en la casa de la finca Granados.