Por Verónica Casasola
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Por Verónica Casasola
Un acuerdo entre la Municipalidad de Salta y los puesteros de la avenida Roberto Romero generó tranquilidad en el barrio Juan Pablo II luego del violento intento de desalojo a los vendedores que terminó con incidentes y dos policías heridos la semana pasada. En una reunión entre la comuna y referentes de los vendedores, se convino que los comerciantes podrán seguir trabajando durante 60 días pero en ese plazo deberán regularizar su situación y conseguir los permisos que les faltan.
El secretario de Gobierno, Luis García Salado, y representantes de los vendedores, entre ellos Alejandro Siares, analizaron ayer el conflicto en el Centro Cívico Municipal.
El plazo que otorgó el municipio servirá para formalizar y regularizar la situación de los puesteros que, en su mayoría, no cuentan con la documentación necesaria para obtener permisos municipales. Se espera que hoy las partes firmen un acta para formalizar el acuerdo.
"Ellos venían con permisos precarios que se van venciendo. El acta expresa que se formalizará y regularizará su situación conforme a la normativa municipal sobre ese espacio de uso público", dijo a El Tribuno García Salado.
Luis García Salado, secretario de Gobierno municipal: “Mientras buscamos una solución, esta gente seguirá trabajando los sesenta días con un permiso precario que se les proporcionará”.
María Elena Gómez (67): “Tengo a mi marido enfermo y nuestra jubilación no nos alcanza. Vendo en el lugar hace más de veinte años y necesitamos ese ingreso”.
Matías Saiquita (34): "Estamos muy contentos porque se frenó el desalojo y no nos quedamos sin la fuente de trabajo que tanto necesitamos para vivir”.
Diego Alancay (35): “Lo importante es que volvimos a la tranquilidad y conservamos el trabajo. Nuestro compromiso es poner las cosas en regla”.
Futuro a corto plazo
El encuentro de ayer marcó el futuro a corto plazo de los puestos que trabajan en el cruce de los barrios Intersindical y Juan Pablo II. La reubicación por ahora no se discutió porque los vendedores se comprometieron a cumplir con las normas para mantenerse en el lugar. Algunos llevan más de 20 años en la avenida Roberto Romero.
"Los puesteros están contentos por no haber perdido su fuente de trabajo y tienen el compromiso de cumplir con lo solicitado. Depende de ellos que se siga en el mismo lugar. Y estoy seguro de que convertiremos el espacio en un paso ejemplo en la ciudad", aseguró Siares, quien junto al resto los vendedores recibió con mucho agrado la novedad.
La semana pasada, el desalojo originó fuertes cruces entre la Policía de la Provincia y los vendedores. Ayer, los puesteros manifestaron la voluntad de cumplir con los requisitos legales. Deberán conseguir un certificado para la manipulación de alimentos, ya que el rubro mayoritario de los locales es la venta de comida, y cumplir normas sanitarias de vital importancia para la salubridad.
Por el momento no se sabe fehacientemente lo que sucederá después que se termine el plazo de los sesenta días.
Los reclamos de los vecinos
Desde la Municipalidad se dejó en claro que el objetivo es regularizar la situación de los puesteros pero que también tendrán en cuenta la posición de los vecinos que no están de acuerdo con que los locales permanezcan allí.
"Nosotros trabajamos para los 600 mil habitantes de la ciudad de Salta en base a una normativa que nos dio el Concejo Deliberante, y dentro de esa normativa hay que ver cómo armonizamos la situación actual y real frente a cada uno de los temas o planteos que se suscitan", expresó García Salado.
Los puesteros se encuentran en la avenida Roberto Romero desde hace décadas pero desde el 2016 comenzaron a ser notificados sobre la llegada de una posible orden de desalojo, que se cumplió la semana pasada.
Sin lugar optativo
Encontrar un lugar optativo para la reubicación de los puestos de la zona sur no está por ahora en las previsiones del municipio.
Los funcionarios sostienen que la iniciativa de buscar un nuevo lugar correría por cuenta de los vendedores.
El tema se analiza hace más de un año entre los puesteros y referentes municipales, pero hasta el momento no hay definiciones en ese sentido.
“Siempre y cuando cumplamos con lo que nos comprometimos, vamos a seguir en el mismo lugar”, destacaron los comerciantes, que buscan convertir el espacio en un paseo único en la ciudad.