Los índices de siniestralidad bajaron considerablemente durante este año en la jurisdicción de Rosario de Lerma. Incluso las infracciones de tránsito disminuyeron respecto al promedio mensual de años los anteriores. De 300 multas el número bajó casi a la mitad. Hoy el uso de casco es frecuente. No se detectan tantos menores frente al volante. Pero sigue siendo un problema la graduación de alcohol en la sangre en algunos conductores y el alto nivel de sonorización de las motocicletas.
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Los índices de siniestralidad bajaron considerablemente durante este año en la jurisdicción de Rosario de Lerma. Incluso las infracciones de tránsito disminuyeron respecto al promedio mensual de años los anteriores. De 300 multas el número bajó casi a la mitad. Hoy el uso de casco es frecuente. No se detectan tantos menores frente al volante. Pero sigue siendo un problema la graduación de alcohol en la sangre en algunos conductores y el alto nivel de sonorización de las motocicletas.
En líneas generales se ha mejorado. Esto se debe a los estrictos controles que desarrolla la Dirección de Tránsito de Rosario de Lerma con el fuerte apoyo de la Comisaría N§ 14 y la Subcomisaría de barrio San Jorge. Aunque los funcionarios reconocen que falta bastante por hacer en materia de tránsito, las estadísticas aseguran que los vecinos toman conciencia de los riesgos que se corren.
"La imprudencia y la falta de conocimiento de las normas de tránsito sigue siendo un dilema. A pesar de ello con la presencia del personal de tránsito y acompañados por la policía en cada sector de la ciudad vamos regulando estas conductas. Contrarrestamos la falta del uso de casco considerablemente, primero con controles para persuadir al infractor. Luego si notamos la insistencia en su accionar, se llega en última instancia a una multa", contó a El Tribuno con estadísticas en mano, Juan Carlos Ojeda, director de Tránsito municipal.
El funcionario reconoce que el personal de tránsito debe estar permanentemente en la calle haciendo controles, caso contrario el tránsito sería un desmadre de infracciones. "La gente es muy imprudente. Los controles son a diario, intentamos primero explicar al conductor de un vehículo el error que comete con sus irresponsabilidades al volante o en una motocicleta. Tiene un llamado de atención, pero si en los 30 días sigue siendo irreflexivo en su conducta, los multamos según sea el caso", dijo con severidad. "El funcionamiento del Tribunal de Faltas también ha sido útil en todo este accionar preventivo y de seguridad vial en esta jurisdicción. También el nuevo sistema de emisión de las licencias de conducir. Antes el carné se extendía con sólo pagar y el vecino no conocía las normas de tránsito", dijo Ojeda.