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Inaugurarán el nuevo templo para las fiestas patronales

El párroco Rubén Gutiérrez quiere consagrar la iglesia para la fiesta de San Jorge o para las ordenaciones sacerdotales.
Domingo, 02 de abril de 2017 00:00

La comunidad de Pichanal trabaja para terminar la construcción de la iglesia mas grande del departamento. Llevan invertidos mas de 800 mil pesos en la nueva parroquia San Jorge, templo que está ubicado en la esquina de Rivadavia y Buenos aires, a dos cuadras de la iglesia antigua.

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La comunidad de Pichanal trabaja para terminar la construcción de la iglesia mas grande del departamento. Llevan invertidos mas de 800 mil pesos en la nueva parroquia San Jorge, templo que está ubicado en la esquina de Rivadavia y Buenos aires, a dos cuadras de la iglesia antigua.

"La iglesia somos todos", dice la Biblia y así lo entienden los pichanalenses. Por eso, decenas de hombres y mujeres aportan su granito de arena para terminar una obra de más de 900 metros cuadrados.

Para ello, todos los sábados, entre 30 y 50 personas, desde muy temprano, voluntariamente, le ponen el hombro a la "casa de todos", como la llaman los vecinos.

Se trata de un sueño que vienen sosteniendo hace tiempo. "Es lindo poder trabajar para que se haga realidad. Es lindo poder hombrear bolsas o viguetas o ladrillos para lograrlo", dijo el sacerdote Rubén Gutiérrez, cura párroco, al ser consultado por la obra que se viene haciendo desde hace un poco más de tres años.

El padre Carmelo Illesca

El nuevo templo fue un sueño del recordado padre Carmelo Illesca, que a comienzos de la década pasada imaginó una iglesia nueva y mucho más grande, algo que parecía utópico en esos tiempos. Si bien se logró construir la base, la partida del padre Carmelo hizo que la obra quedara postergada por más de 10 años.

Pero todo cambió cuando el 8 de febrero de 2014, el presbítero Gutiérrez fue destinado como párroco de la comunidad católica de Pichanal.

Desde entonces, gracias a su liderazgo, trabajaron codo a codo con el padre Horacio Urbano, la otra pata fundamental del proyecto, para que la construcción de la parroquia tome vuelo nuevamente.

"Lo primero que hicimos fue hacer el contrapiso, colocar 48 ventanales, la colocación del equipo completo de sonido y las puertas, construimos los baños y el altar. Todo para poder empezar con las celebraciones. Esto nos llevó un considerable tiempo de trabajo y mucho dinero, que conseguimos mediante la realización de bingos y gracias al apoyo incondicional de los pichanalenses", comentó el sacerdote oriundo de Salvador Mazza.

Un gigante dormido

"Nuestro sueño es que Dios nos de la posibilidad de terminar esta obra lo más pronto posible. El templo antiguo tiene más de 70 años y ya nos quedó chico. Pero en estos tres años, gracias a la gente y al padre Rubén estamos en un 80% de avance de la obras. Esto es un gigante dormido y como vecinos esperamos con ansias que pronto despierte. Estamos felices por la unión que demuestran los pichanalenses para concretar este sueño", dijo a su turno Miguel Romero, un vecino que integra el grupo de oración de la parroquia.

El nuevo desafío que se propusieron los vecinos fue la colocación de cerámicos en los 900 metros cuadrados, algo que les significó contraer una deuda $500 mil.

"Hemos logrado financiar todo ese material para poder colocar el porcelanato. Ahora el objetivo más urgente es recaudar los fondos para cancelar esa deuda. También se lleva adelante el bingo patronal, que permitirá costear un poco más de 50% de la inversión", dijo Gutiérrez.

La campaña solidaria

El sacerdote agregó: "Para eso se nos ocurrió esta campaña. Hemos valuado el metro cuadrado en 450 pesos, incluyendo mano de obra y la idea es que muchas personas abonen 450 pesos cada una y se hagan cargo así del costo de un metro cuadrado, ya sea en un pago o en dos cuotas, una de $200 y la otra de $250 pesos".

"Hasta el momento la donaciones llegan a los 20 metros cuadrados y por eso estamos a la espera de que muchas familias se sumen a la campaña para lograr tener pronto nuestra casa terminada y preciosa", explicó Gutiérrez.

"Estamos entusiasmados por las próximas ordenaciones sacerdotales, porque vendrá a visitarnos gente de toda la diócesis. Estamos convencidos y esperanzados de llegar a ese día con nuestra casa grande lista", agregó el padre Rubén Guriérrez. A esto se suma que dos días después, la ciudad, que ahora tiene unos 40 mil habitantes, tendrá su tradicional fiesta patronal para honrar a San Jorge. Todo parece indicar que nada atentará contra la ayuda de Dios y el anhelo del pueblo de ver realizado su sueño.

 

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