A un año del estreno del “Hilo rojo”, la pareja en la vida real de Eugenia “China” Suárez y Benjamín Vicuña vuelve a la pantalla grande con “Los padecientes”, película que estrena este jueves.
Pablo Rago, Ángela Torres y Nicolás Francella los acompañan en la cartelera del filme de Nicolás Tuozzo, realizado a partir de un best seller del psicólogo Gabriel Rolón.
El thriller cuenta la historia de un terapeuta (Vicuña), autor de textos de cierto prestigio en la comunidad psi, metido a detective y obsesionado por revelar la verdad de un crimen donde una de las afectadas es Suárez.
“Se trata de un filme centrado en el trabajo de los actores, con vocación comercial, de entretenimiento, que moviliza y tiene una misión que puede sonar pretenciosa, pero lo he visto cuando me ha tocado actuar en obras como ‘La celebración’: esta clase de películas pueden salvar la vida de alguien”, afirmó el actor chileno en la presentación oficial que tuvo lugar en Buenos Aires.
En “Los padecientes” los temas como abusos, millonarios corruptos, soledad y menores dañados por quienes deberían ocuparse de cuidarlos son abordados en un registro solemne, con relatos en off y permanentes aclaraciones para que el espectador “comprenda” la seriedad de la trama, remarcando las cuestiones diagnósticas y ligadas al padecer psíquico.
“No escribí el libro pensando que iba a transformarse en una película. Los escritores tenemos que aprender mucho del lenguaje cinematográfico, sobre todo cuando se trata de un thriller”, dijo Rolón, quien estuvo presente durante todo el rodaje junto al realizador y manteniendo charlas con los actores.
En relación con el argumento, la bella Suárez precisó que “venía de hacer roles donde mostraba mucho el cuerpo, pero si bien tengo una escena de desnudo, se trabaja a partir del horror y no importa si mostrás una teta o no y además no tengo”, bromeó.
Rolón afirmó varias veces que él era “escritor y analista”, un subrayado de identidades bien presente en el filme que, por momentos, parece focalizar el eje en su costado pedagógico para subrayar la difusión de un mensaje acerca del innegable efecto liberador de la psicoterapia, perdiéndose ritmo, matices y efecto sorpresa en la extensa narración.
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A un año del estreno del “Hilo rojo”, la pareja en la vida real de Eugenia “China” Suárez y Benjamín Vicuña vuelve a la pantalla grande con “Los padecientes”, película que estrena este jueves.
Pablo Rago, Ángela Torres y Nicolás Francella los acompañan en la cartelera del filme de Nicolás Tuozzo, realizado a partir de un best seller del psicólogo Gabriel Rolón.
El thriller cuenta la historia de un terapeuta (Vicuña), autor de textos de cierto prestigio en la comunidad psi, metido a detective y obsesionado por revelar la verdad de un crimen donde una de las afectadas es Suárez.
“Se trata de un filme centrado en el trabajo de los actores, con vocación comercial, de entretenimiento, que moviliza y tiene una misión que puede sonar pretenciosa, pero lo he visto cuando me ha tocado actuar en obras como ‘La celebración’: esta clase de películas pueden salvar la vida de alguien”, afirmó el actor chileno en la presentación oficial que tuvo lugar en Buenos Aires.
En “Los padecientes” los temas como abusos, millonarios corruptos, soledad y menores dañados por quienes deberían ocuparse de cuidarlos son abordados en un registro solemne, con relatos en off y permanentes aclaraciones para que el espectador “comprenda” la seriedad de la trama, remarcando las cuestiones diagnósticas y ligadas al padecer psíquico.
“No escribí el libro pensando que iba a transformarse en una película. Los escritores tenemos que aprender mucho del lenguaje cinematográfico, sobre todo cuando se trata de un thriller”, dijo Rolón, quien estuvo presente durante todo el rodaje junto al realizador y manteniendo charlas con los actores.
En relación con el argumento, la bella Suárez precisó que “venía de hacer roles donde mostraba mucho el cuerpo, pero si bien tengo una escena de desnudo, se trabaja a partir del horror y no importa si mostrás una teta o no y además no tengo”, bromeó.
Rolón afirmó varias veces que él era “escritor y analista”, un subrayado de identidades bien presente en el filme que, por momentos, parece focalizar el eje en su costado pedagógico para subrayar la difusión de un mensaje acerca del innegable efecto liberador de la psicoterapia, perdiéndose ritmo, matices y efecto sorpresa en la extensa narración.