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Para que se haga cargo de un crimen lo picanearon en un bananal de Orán

El abogado Hernán Macietti, quien defiende a Daniel Rueda, aseguró que el muchacho nada tuvo que ver con el asesinato de Cintia Betiana Rodríguez, ocurrido en una finca de Aguas Blancas.
Miércoles, 05 de abril de 2017 00:00

"Aquí hay algo que no se entiende, el delito de tortura es tan grave como el homicidio, pero los jueces de Garantías miran para otro lado", dijo ayer el abogado Hernán Macietti sobre la denuncia que realizó y el hábeas corpus que presentó cautelarmente para su defendido, acusado de asesinar a una menor en una finca de Orán, cerca de Aguas Blancas.

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"Aquí hay algo que no se entiende, el delito de tortura es tan grave como el homicidio, pero los jueces de Garantías miran para otro lado", dijo ayer el abogado Hernán Macietti sobre la denuncia que realizó y el hábeas corpus que presentó cautelarmente para su defendido, acusado de asesinar a una menor en una finca de Orán, cerca de Aguas Blancas.

El letrado aseguró que los cargos que le imputaron a Daniel Rueda por el homicidio de la joven Cintia Betiana Rodríguez, de 17 años, no se condicen con la verdad de los hechos. Aseguró que en pocos días pedirá la excarcelación de su defendido, ya que está semiprobado que no se encontraba en el lugar del homicidio. Además, dijo que existe una confesión de parte de una mujer también imputada por esos los hechos y prima del detenido Rueda, quien se habría adjudicado la comisión del delito.

Sobre la denuncia presentada en contra de efectivos de la Brigada de Investigaciones de Orán, el abogado aseguró: "El día de la detención mi defendido no opuso resistencia alguna, fue subido a un patrullero carrozado con un toldo y llevado al interior del bananal frente a una planta de palta, donde fue sometido a una brutal golpiza, pero no conforme con ello los policías cargaron una picana eléctrica, de esas que se consiguen en Bolivia, y con ese elemento torturaron a Daniel Rueda para que se autoadjudique el crimen de la chica".

En esos momentos por el lugar pasó un primo de Rueda, Miguel, quien habría visto la golpiza.

"Así, la causa tiene ahora un detenido, cuya única prueba termina siendo una mancha de sangre sobre su remera. Todos sus familiares aseguran que estuvo en su casa durante la mañana que se produjo el crimen, pero ya ve, sigue detenido", aifrmó el defensor.

Macietti dijo que el personal de la Brigada, después de que llegaron a la sede policial, delante suyo pusieron a cargar el instrumento de tortura.

"Esto es muy grave y atenta contra la democracia misma", advirtió el letrado.

El caso

El sábado 18 de marzo en finca Granados, cerca de la ciudad de Orán degollaron a una joven de 17 años, identificada como Cintia Betiana Rodríguez.

El cuerpo fue descubierto la tarde del sábado, alrededor de las 15, cuando un matrimonio mayor y su hijo de 21 años, pareja de la víctima, regresaron después de una jornada laboral a la casa que ocupan dentro de la finca.

Al ingresar en una de las habitaciones descubrieron que la joven Cintia Betiana Rodríguez -de 17 años y madre de una pequeña niña que tenía su pareja-, yacía con una profunda herida en el cuello.

En el hospital San Vicente de Paul, de Orán, se le practicó la autopsia, que arrojó que la joven murió por un golpe asestado con un arma blanca que le seccionó la cervical.

Cintia Betiana Rodríguez era oriunda de la localidad de La Unión, en el departamento Rivadavia. Según se pudo saber, hacía dos meses que habían llegado junto a su pareja -el muchacho de 21 años- a vivir en la finca Granados.

En ese predio convivían, en domicilios separados por una distancia considerable, con el acusado y una prima del mismo, también detenida, quien mantenía una disputa sentimental con la víctima. Se supo que esta mujer, Analía Gutiérrez, de 17 años, se habría adjudicado la autoría del crimen y que estaría embarazada.

Sin embargo, los mayores cargos recayeron sobre Rueda, el joven torturado por la Brigada de Investigaciones para que se adjudicara el homicidio de la menor, con quien habría mantenido una relación secreta.

 

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