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En el tercer parcial del partido que jugaron Del Potro y Almagro, el tandilense se mantenía en juego con su formidable servicio y el español, inteligente, lo movía de un lado a otro, y le tiraba drops para hacerlo correr a la red y agudizar la lesión.
En ese momento, con el marcador 1-1 y "Delpo" al servicio 15-0, Almagro no soportó más los dolores en la rodilla izquierda (estaba jugando infiltrado) y quedó tendido de espaldas sobre el piso, hasta que irrumpió en un llanto profundo.
Del Potro, conmovido por la situación que atravesaba su rival, se acercó a consolarlo y lo acompañó abrazado hasta la silla de descanso, en un gesto elogiable y que provenía de un tenista que vio su carrera interrumpida varias veces por lesiones, con cuatro operaciones, una en la muñeca derecha y tres en la izquierda.
"Fue un momento terrible. Uno trata de sacarlo de esos malos pensamientos que lógicamente tenía. Lo que me salió en ese momento, y también tomando mis propias experiencias, era que tratara de pensar en la familia, en el bebé, que no pensara en que la vida pasa por el tenis, que el deporte es algo secundario. Y que piense rápido en la vuelta, que se prepare para regresar más fuerte. Ojalá que se recupere lo antes posible", dijo Delpo tras el partido.
Luego le dedicó unas palabras en su cuenta de Twitter: