"Nosotros apoyamos a Mauricio Macri en el balotaje, pero no vemos los cambios. Vamos a ser equidistantes; queremos ser una alternativa de oposición civilizada y constructiva", dijo el precandidato a diputado nacional en Salta Somos Todos, Carlos Raúl Zapata. El sector que encabeza Alfredo Olmedo vive un cierre de listas sin sorpresas ni traumas. Las candidaturas confirmadas ayer son las de Zapata, el empresario Julio Moreno como cabeza de lista de diputados provinciales, el periodista deportivo Marcelo Armando Hoyos para senador provincial por capital, y Víctor Gutiérrez como primer concejal. "Nuestra expectativa está puesta en repetir una elección exitosa, como la de Olmedo en 2015", dijo ayer Zapata.
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"Nosotros apoyamos a Mauricio Macri en el balotaje, pero no vemos los cambios. Vamos a ser equidistantes; queremos ser una alternativa de oposición civilizada y constructiva", dijo el precandidato a diputado nacional en Salta Somos Todos, Carlos Raúl Zapata. El sector que encabeza Alfredo Olmedo vive un cierre de listas sin sorpresas ni traumas. Las candidaturas confirmadas ayer son las de Zapata, el empresario Julio Moreno como cabeza de lista de diputados provinciales, el periodista deportivo Marcelo Armando Hoyos para senador provincial por capital, y Víctor Gutiérrez como primer concejal. "Nuestra expectativa está puesta en repetir una elección exitosa, como la de Olmedo en 2015", dijo ayer Zapata.
Salta Somos Todos cultiva un perfil político muy particular, con enorme independencia respectos a las convenciones políticas. Zapata, como diputado, es un agudo crítico de cualquier irregularidad en el control de los fondos públicos. "El país necesita un cambio de rumbo, pero aún no se vislumbra. Nosotros, desde el Congreso, tenemos que trabajar por la provincia, que tiene problemas muy serios". Al señalarle El Tribuno que la misma idea planteó en la víspera el gobernador Juan Manuel Urtubey, Zapata señaló que "nosotros creemos que existe un problema serio de gestión local y no compartimos, además, ciertas actitudes de resignación de los intereses de Salta frente a la Nación". Se refería al acuerdo para ceder el 1,9% de la coparticipación para solventar gastos de la AFIP. "Además, estamos en las antípodas del clientelismo; la Provincia tiene un presupuesto, en términos reales, 3,5 veces mayor que el de 2007. Sin embargo, redujo a una tercera parte el presupuesto de obras públicas y dedica el resto a un gasto que se come la coparticipación".