¡Cómo olvidarlo! Argentina toca el cielo con las manos por primera vez, al ganar la Copa del Mundo que se organizó en nuestro país, un día como hoy, pero en 1978. Ese sitio privilegiado al que solo pudimos volver en 1986.
Pero aquella primera vuelta olímpica cubiertos con la bandera deleste y blanca fue especial no solo por haber roto la racha deportiva sino por la situación nefasta que vivió el país con la dictadura militar. El fútbol y la política entrelazados, siempre, lamentablemente. Pero el recuerdo grato de ver a Daniel Pasarella levantando el trofeo es imborrable, una imagen perpetuada como la del Diego en el Azteca.
Aquella Selección, además, tenía a magnífico Ubaldo Matildo Fillol en el arco, a un “guerrero” como el Tolo Gallego, a un genial Osvaldo Ardiles, a un áspero y efectivo Leopoldo Jacinto Luque y a un goleador de lujo como Mario Kempes.
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¡Cómo olvidarlo! Argentina toca el cielo con las manos por primera vez, al ganar la Copa del Mundo que se organizó en nuestro país, un día como hoy, pero en 1978. Ese sitio privilegiado al que solo pudimos volver en 1986.
Pero aquella primera vuelta olímpica cubiertos con la bandera deleste y blanca fue especial no solo por haber roto la racha deportiva sino por la situación nefasta que vivió el país con la dictadura militar. El fútbol y la política entrelazados, siempre, lamentablemente. Pero el recuerdo grato de ver a Daniel Pasarella levantando el trofeo es imborrable, una imagen perpetuada como la del Diego en el Azteca.
Aquella Selección, además, tenía a magnífico Ubaldo Matildo Fillol en el arco, a un “guerrero” como el Tolo Gallego, a un genial Osvaldo Ardiles, a un áspero y efectivo Leopoldo Jacinto Luque y a un goleador de lujo como Mario Kempes.