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Una biblioteca centenaria, entre la nostalgia y la esperanza

La biblioteca Bartolomé Mitre cumplió 100 años y hoy se realizará una gran celebración en Sarmiento 277. Cuenta con casi 14 mil ejemplares y el libro más antiguo data del año 1801. 
Martes, 27 de junio de 2017 15:33

Es una biblioteca salteña que acuna cien años de historia. Fue fundada en 1917 y hoy se debate entre la nostalgia de su pasado y la mirada en el futuro, con la esperanza de resurgir como el ave Fénix.
Se trata de la biblioteca Bartolomé Mitre, que depende del Centro Argentino, que se encuentra ubicado en Sarmiento 277. Pese a ser una reliquia del saber, hoy son muy pocos los salteños que saben de su existencia y menos aún los que la visitan.
En sus estantes, yacen ordenados miles de libros de todas las áreas del saber, especialmente de Literatura y de autores salteños. 
Años atrás supo ser un lugar muy visitado, pero el desarrollo de la tecnología hizo que quedara, de manera paulatina, al borde del abandono.
Sus pasillos guardan, en total, 13.866 libros. Muchos datan del siglo XIX. De hecho, el libro más antiguo es del 1801 y versa sobre doctrina católica. La biblioteca fue fundada el 24 de junio de 1917. Hasta hace unos años formaba parte de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), organismo nacional que impulsa el fortalecimiento de las bibliotecas populares en todo el país. No obstante, el desgano y la desidia hicieron lo suyo y la biblioteca salteña perdió los subsidios que recibía del Estado nacional.
“Nos quitaron los subsidios de la Conabip porque no se cumplían con los requisitos exigidos, entre ellos, el contar con una comisión propia. Gran parte de nuestros libros son del siglo XIX. El más antiguo data de 1801”, contó a El Tribuno la bibliotecaria Antonia Britos, quien desde hace 24 años se encuentra al frente de este pequeño gran espacio de conocimiento. 
Es así que los gastos son costeados con el aporte de los socios y de lo que ingresa en calidad de alquiler de los distintos salones del Centro Argentino. 
“Cada vez viene menos gente a la biblioteca porque cada vez se lee menos. Los chicos usan mucho internet, que representa un avance, pero a la par dejaron de leer y hasta escriben menos. Solamente vienen a la biblioteca algunos alumnos, especialmente del terciario, a estudiar en los salones de lectura”, contó Britos, que atiende la biblioteca de lunes a sábado de 9.30 a 13. 
Pese a que disminuyó drásticamente la cantidad de lectores, no ocurrió así con quienes se acercan a donar libros. “Por suerte, la donación de obras continúa. Todo el tiempo recibimos libros nuevos. Lo que la biblioteca necesita ahora son lectores”, afirmó Antonia, al tiempo que señala un gran retrato colgado en la pared de Antonio Lesser, el primer director de la biblioteca.
Pese a que las bibliotecas son un espacio cada vez menos requerido y visitado, la Comisión del Centro Argentino está decidida a torcer ese rumbo y la voluntad de cambio es evidente.
“Estamos trabajando para armar la comisión de la biblioteca y para extender el horario de atención. Queremos instalar una confitería en la que los papás puedan esperar a sus hijos mientras éstos realizan sus consultas. Hay mucho por hacer. La gente joven no conoce lo que fue el Centro Argentino en su momento, los bailes, el cine y todas las actividades que se realizaban acá”, aseveró por su parte Roberto Lefort, presidente de la Comisión Directiva del Centro Argentino desde 2016.

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Es una biblioteca salteña que acuna cien años de historia. Fue fundada en 1917 y hoy se debate entre la nostalgia de su pasado y la mirada en el futuro, con la esperanza de resurgir como el ave Fénix.
Se trata de la biblioteca Bartolomé Mitre, que depende del Centro Argentino, que se encuentra ubicado en Sarmiento 277. Pese a ser una reliquia del saber, hoy son muy pocos los salteños que saben de su existencia y menos aún los que la visitan.
En sus estantes, yacen ordenados miles de libros de todas las áreas del saber, especialmente de Literatura y de autores salteños. 
Años atrás supo ser un lugar muy visitado, pero el desarrollo de la tecnología hizo que quedara, de manera paulatina, al borde del abandono.
Sus pasillos guardan, en total, 13.866 libros. Muchos datan del siglo XIX. De hecho, el libro más antiguo es del 1801 y versa sobre doctrina católica. La biblioteca fue fundada el 24 de junio de 1917. Hasta hace unos años formaba parte de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), organismo nacional que impulsa el fortalecimiento de las bibliotecas populares en todo el país. No obstante, el desgano y la desidia hicieron lo suyo y la biblioteca salteña perdió los subsidios que recibía del Estado nacional.
“Nos quitaron los subsidios de la Conabip porque no se cumplían con los requisitos exigidos, entre ellos, el contar con una comisión propia. Gran parte de nuestros libros son del siglo XIX. El más antiguo data de 1801”, contó a El Tribuno la bibliotecaria Antonia Britos, quien desde hace 24 años se encuentra al frente de este pequeño gran espacio de conocimiento. 
Es así que los gastos son costeados con el aporte de los socios y de lo que ingresa en calidad de alquiler de los distintos salones del Centro Argentino. 
“Cada vez viene menos gente a la biblioteca porque cada vez se lee menos. Los chicos usan mucho internet, que representa un avance, pero a la par dejaron de leer y hasta escriben menos. Solamente vienen a la biblioteca algunos alumnos, especialmente del terciario, a estudiar en los salones de lectura”, contó Britos, que atiende la biblioteca de lunes a sábado de 9.30 a 13. 
Pese a que disminuyó drásticamente la cantidad de lectores, no ocurrió así con quienes se acercan a donar libros. “Por suerte, la donación de obras continúa. Todo el tiempo recibimos libros nuevos. Lo que la biblioteca necesita ahora son lectores”, afirmó Antonia, al tiempo que señala un gran retrato colgado en la pared de Antonio Lesser, el primer director de la biblioteca.
Pese a que las bibliotecas son un espacio cada vez menos requerido y visitado, la Comisión del Centro Argentino está decidida a torcer ese rumbo y la voluntad de cambio es evidente.
“Estamos trabajando para armar la comisión de la biblioteca y para extender el horario de atención. Queremos instalar una confitería en la que los papás puedan esperar a sus hijos mientras éstos realizan sus consultas. Hay mucho por hacer. La gente joven no conoce lo que fue el Centro Argentino en su momento, los bailes, el cine y todas las actividades que se realizaban acá”, aseveró por su parte Roberto Lefort, presidente de la Comisión Directiva del Centro Argentino desde 2016.

Gran acto
Si bien la biblioteca cumplió años el pasado 24, lo celebrará hoy, con un gran y colorido acto a partir de las 11. Habrá varios numerosos artísticos, a cargo de diversas academias que llevan adelante sus actividades en la sede del Centro Argentino. 
La gala contará también con la actuación del coro de la Universidad Nacional de Salta. “Es una inmensa alegría tener una biblioteca que cumple cien años”, destacó Lefort. 

Un proyecto para un centro cultural

Las autoridades del Centro buscan convertir la sede en un polo de actividades culturales.

Pese a que los libros de la biblioteca Bartolomé Mitre se conservan en un muy buen estado, bajo la atenta mirada de Antonia, la mayoría de las instalaciones del Centro Argentino necesitan mantenimiento y refacción. 
Parte del piso del patio se cayó porque colapsaron las cloacas y los sanitarios deben ser cambiados de manera urgente, entre muchas de las necesidades edilicias de la sede. “El alquiler de los salones nos sirve para mantener lo justo y para pagar los sueldos de los empleados que tenemos”, contó a El Tribuno Lefort.
Y agregó: “No queremos quedarnos estancados. Tenemos muchos proyectos, pero todos son a largo plazo, por el tiempo y esfuerzo que demandan. Uno de ellos es convertir el lugar en un centro cultural, donde toda la gente pueda concurrir a charlas, reuniones, muestras de arte y conciertos, siempre abiertos a la comunidad”.

Dos cuadros históricos
Cuando uno ingresa al Centro Argentino, se topa de frente con un maravilloso e imponente cuadro de la jura de la Bandera. Consta de tres metros y medio de ancho por cuatro de largo. El cuadro data del año 1900 y se encuentra arrumbado en un pasillo.
“Vamos a pedir la ayuda de los Bomberos para poder trasladarlo de lugar y conservarlo. Gente del Bellas Artes nos está asesorando para restaurarlo. Este cuadro es patrimonio de todos los salteños”, detalló Lefort, apenado por el estado de esta gran obra de arte. 
Por su parte, en el salón principal del Centro, se encuentra colgado otro enorme cuadro del general Martín Miguel de Güemes, de las mismas dimensiones que el anterior. Éste también necesita ser restaurado de manera urgente para evitar la acción del paso del tiempo.  “Estos cuadros están derruidos y la gente de Salta no los conoce. Queremos restaurarlos, ya que además de ser imponentes son una reliquia de todos los salteños. Tenemos muchos proyectos, queremos poder reconectarnos con la comunidad y que el Centro Argentino vuelva a resurgir y a ser lo que alguna vez fue”, finalizó el titular de la entidad. 
 

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